(20
de agosto de 2003)
Desertificación
perjudica cuarta
parte del planeta
RAISA PAGÉS
La
desertificación, pérdida de la capacidad productiva de la tierra,
perjudica al 70% de las tierras secas del mundo, las cuales
representan unos 3 600 millones de hectáreas, la cuarta parte de la
superficie del planeta, según informó la Convención de las Naciones
Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD), creada para
revertir esta tendencia.
Se consideran tierras
áridas o secas aquellas en las que se registra un equilibrio
negativo entre el nivel de precipitaciones anuales y las pérdidas de
humedad por evapotranspiración.
Son tierras secas el 40%
de toda la superficie (alrededor de 5 100 millones de hectáreas),
que sirven de hábitat y medio de subsistencia a más de mil millones
de personas, residentes en 101 naciones, según consta en el Atlas
Mundial de la desertificación del Programa de las Naciones Unidas
para el Medio Ambiente (PNUMA).
El suelo forma parte de
la mayoría de los ecosistemas terrestres y desempeña una función
decisiva en el sustento de las comunidades humanas. Por lo tanto, la
degradación del suelo constituye un problema ambiental que daña a
todas las sociedades.
En África, dos tercios
de su superficie son tierras desérticas o secas. La tasa de pérdida
de superficie forestal en ese continente oscila de 3,7 a 5 millones
de hectáreas al año, con las consiguientes consecuencias en los
recursos hídricos tanto de superficie como subterráneos. El 50% de
todas las tierras de labranza africanas registra degradación y
erosión del suelo. África se enfrenta a la mayor amenaza de
desertificación.
En tanto Asia posee la
mayor superficie de suelos afectados por desertificación. El 71% de
ellos está evaluado entre moderada y gravemente degradados. En
América Latina este proceso de degradación de los suelos abarca el
75%.
Tras la Cumbre de la
Tierra en 1992, se creó, en 1994, la Convención Internacional de
Lucha contra la Desertificación; luego de negociaciones con
gobiernos de cien países, tres años después entró en vigor,
ratificada por 50 naciones.
LA SITUACIÓN DE CUBA
Alrededor de un 76% del
territorio cubano está perjudicado por algunos de los procesos
conducentes a la desertificación, los cuales se encuentran
fundamentalmente en los extremos occidental y oriental, aunque el
centro del archipiélago no está exento.
Nery Urquiza,
coordinadora del Programa Nacional de Lucha contra la
Desertificación y la Sequía en Cuba, apuntó que aún el país está a
tiempo de atajar el problema. En el programa cubano para frenar y
revertir esta tendencia se integran re-presentantes de 26
instituciones y organismos de la administración central del Estado,
centros científicos, docentes y organizaciones no gubernamentales,
bajo la conducción del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente (CITMA).
Una de las causas que
provocaron desertificación en Cuba fue la rápida deforestación
sufrida entre los siglos XVIII-XX. Cuando Colón arribó a este
archipiélago, el 95% de él estaba cubierto de bosques. En 1889 había
descendido a 89% la superficie boscosa, y a inicios del siglo XX
solo quedaba el 54%. En menos de 200 años Cuba perdió ocho millones
de hectáreas de bosques, con una alta diversidad de especies
preciosas.
Las acciones para
detener el deterioro de los suelos abarcan cambios en las
tecnologías de cultivo, el uso de aguas de mayor calidad, sin
influencia salina en el riego, drenaje de los suelos y cambio de las
técnicas de irrigación.
La Coordinadora del
programa cubano contra la desertificación informó que poco más de
dos millones de hectáreas están bajo los efectos de la erosión. La
zona oriental y el extremo occidental de la Isla siguen siendo los
focos críticos, aunque en el centro existen zonas dañadas por ese
fenómeno.
Tener el suelo cubierto
es la clave para luchar contra la degradación física, química y
biológica de la tierra. Más de 300 000 hectáreas han sido
rehabilitadas en los últimos cinco años. |