(14
de julio de 2005)
Digestor de biogás ayuda al medio ambiente
Texto
y foto: PASTOR BATISTA VALDÉS
LAS TUNAS.— Siempre
agradecerán, la naturaleza y la vida, labores como las que llevan a
la práctica en el laboratorio provincial de medicina veterinaria,
perteneciente a la delegación del Ministerio de la Agricultura
aquí.
El riguroso trabajo de
investigación con muestras de animales perjudicados por
determinadas enfermedades, requiere un efectivo tratamiento y
destino final seguro para esos órganos o partes sometidos a
estudio.
Incinerarlos, con empleo
de diesel, fue la alternativa que predominó durante años, para
evitar que esas muestras terminasen contaminando de alguna manera,
en el vaso de la presa El Rincón, al ser arrastrados por los
afluentes que vierten en ese embalse.
Explica el técnico
parasitólogo, Miguel Rodríguez González, que dadas las
limitaciones que ha enfrentado el país, el proceso de incineración
se comenzó a realizar mediante la quema de neumáticos en desuso,
variante que, además de generar gastos, atentaba contra el medio
ambiente a causa de los gases que emanan de la combustión, y contra
la salud humana, por la liberación de dioxinas muy perjudiciales
para el organismo.
Así, surgió la idea de
instalar un digestor de biogás, en cuyo funcionamiento no
intervinieran ni petróleo ni neumáticos.
Dos años y medio
después, la realidad confirma cuán acertada resultó aquella idea.
Con apenas dos tanquetas
de 40 litros de estiércol (abundante en vaquerías, en otras
unidades de la agricultura y hasta en los patios de las familias que
desarrollan la crianza de animales) e igual cantidad de agua, el
referido digestor puede suministrar cómodamente el gas necesario
para la alimentación del crematorio.
En opinión del médico
veterinario George Fernández Corrales y de Rosa María Edighill,
directora del laboratorio, el residual final de estiércol,
resultante de la quema, puede ser aprovechado como fertilizante para
el terreno, ventaja que no es recomendable con el estiércol
directo, por el peligro de contaminación que puede significar para
el manto freático.
No solo para el
crematorio es útil el digestor. Si en reciente visita, la
viceministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, América
Santos Rivera, mostró sorpresa e interés, fue también por la
posibilidad de introducir un grupo de aplicaciones "colaterales".
Por ejemplo, luego de
una pequeña adaptación, funcionan perfectamente con biogás los
mecheros que se emplean en la esterilización de equipos del propio
laboratorio.
A la misma conclusión
arribaron Miguel y sus compañeros, después de retirarle la
resistencia a la destiladora de agua y situarle un quemador de
biogás.
Hoy hablan, incluso, de
extender esa útil experiencia a la cocina-comedor para, de hecho,
poner fin a todos los gastos, incomodidades y daños que les provoca
a la unidad, a sus trabajadores y al medio ambiente el empleo de la
cada vez más escasa leña, talada a grandes distancias.
Tales argumentos y
realidades despertaron, también, motivaciones en la Dirección
Nacional de Medicina Veterinaria, cuyos miembros han visitado el
laboratorio y sugieren la conveniencia de generalizar esas
soluciones.
Achicar un poco más el
horno y contar con una pequeña ayuda para adquirir tuberías, es
todo cuanto por el momento necesita el laboratorio para acabar de
consolidar esta opción que, una vez en marcha, no requiere otro
recurso que las mencionadas dos tanquetas de estiércol y 40 litros
de agua cada día, a cambio de los cuales entrega un resplandeciente
fuego, apto para resolver un gran número de necesidades y, sobre
todo, para evitar que resulten perjudicados el aire, el terreno, las
aguas... la vida del ser humano. |