AMBIENTE             

(22 de junio de 2006)

Vigía del entorno

ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ

Como si estuviera escondido, con una parte en la tierra y la otra casi en el mar, aparece de pronto, Cayo Coco, en Ciego de Ávila. El Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros (CIEC) del lugar no llama la atención a primera vista, quizá por la armonía con que fue concebida su construcción.

Tan vinculado está con el entorno donde se erige, que la vegetación toca a sus puertas. En el desarrollo sostenible del polo turístico Jardines del Rey, mucho tienen que ver los aportes de este centro, creado en 1991.

Los primeros proyectos del CIEC fueron dedicados al estudio de las aves migratorias, en coordinación con el Instituto de Ecología y Sistemática del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, e instituciones canadienses, y a la caracterización de las arribazones de sargazos y su uso en la producción de alginato, sustancia empleada en la industria médico-farmacéutica y la biotecnología vegetal. Después vinieron otros como Recuperación de la bahía de Los Perros, que permitió profundizar en las afectaciones de ese acuatorio.

Raúl Gómez Fernández, director del CIEC, enunció otros proyectos importantes como uno internacional (CARICOMP), relacionado con la productividad primaria de los Ecosistemas Costeros del Caribe, mediante la observación a largo plazo de los manglares, pastos marinos y arrecifes. En este empeño participan 17 países del área.

En la actualidad trabajamos en más de 10 líneas de investigación, apunta, relacionadas con la dinámica del litoral y la recuperación de playas; la bioclimatología del área costera aplicada al sector turístico, la referida a los arrecifes marinos, la actividad socioeconómica de la región, el Parque Nacional Jardines de la Reina y la definición de áreas protegidas.

También damos cobertura a un proyecto sobre energía renovable, en particular la del viento, a partir de la existencia de un parque eólico demostrativo, en la Isla de Turiguanó.

La bióloga Leslie Hernández Fernández explicó que los arrecifes de diversas partes del mundo, incluido el Caribe, están dañados por el proceso de blanqueamiento, enfermedad que afecta a la mayoría de las especies. "Sin embargo, Cuba es una de las naciones que más protegidos tiene esos tesoros subacuáticos", recalca Leslie.

Los expertos sostienen que la Isla Grande dispone de una de las mayores concentraciones de arrecifes coralinos del Atlántico Occidental Tropical y solo el 3% muestra alteraciones severas, mientras que aproximadamente el 58 % de los existentes en el mundo sufren alguna amenaza.

Para la licenciada en Biología Mabel López Rojas, especialista del grupo de Ecología Terrestre, el CIEC es su otra casa. Asevera que las expediciones al terreno siempre dejan enseñanzas, como sucedió en la efectuada al archipiélago Jardines de la Reina, "donde encontramos tres especies de insectos de nuevo reporte para Cuba y una posible nueva especie para la ciencia, además de que otras seis son vectores de importancia médica".

Entre los trabajos de mayor impacto aparece el relacionado con la declaración del Archipiélago Jardines de la Reina ( formado por 661 cayos e islas) como Parque Nacional, pues es el más conservado de los grupos insulares cubanos, debido a su aislamiento geográfico y el bajo nivel de actividades económicas.

El biólogo Fabián Pina Amargós, al frente del proyecto, señala que la propuesta de declaración se encuentra en fase de aprobación y es fruto del esfuerzo de muchas instituciones de las provincias de Ciego de Ávila, Camagüey y Sancti Spíritus, y de otras entidades nacionales.

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