(1
de octubre de 2010)
Compresas para el calentamiento global
Yudy Castro Morales
Si los campesinos cubanos conocieran que la Agricultura es
responsable del 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI) en nuestro país, entonces comprenderían cuán de cerca los toca
ese fenómeno "abstracto" del calentamiento global, según expertos
entrevistados por granma.
La
canavalia sustituye al nitrógeno químico, además preserva la humedad
y evita la erosión.
La acumulación en la atmósfera de estos gases impide la
disipación a niveles normales del calor que penetra con los rayos
del sol, lo cual provoca un ascenso de la temperatura media del
planeta. De ahí se derivan cambios en las condiciones climatológicas
que incluyen el incremento de la intensidad y frecuencia de las
tormentas, las sequías o inundaciones, las olas de calor o de frío.
El uso excesivo de pesticidas y fertilizantes sintéticos, la
quema de los residuos de cosecha, la ganadería, el manejo
inapropiado de agua en el cultivo del arroz¼
devienen principales fuentes emisoras de GEI.
En el afán por revertir estas prácticas nocivas se adoptan
estrategias para disminuir, desde los sistemas agropecuarios y
forestales, dichas emisiones, así como fomentar estilos de vida
coherentes con los preceptos de un desarrollo sostenible.
Enfriar conciencia
Desde el 2001, el Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA)
promueve el Programa de Innovación Agropecuaria Local (PIAL), en el
cual participan, directa o indirectamente, alrededor de 30 000
campesinos. La capacitación sobre el cuidado de los recursos
naturales y la adopción de métodos agroecológicos de producción
figuran entre sus principales directrices.
especialistas del centro iniciaron en el 2007 un estudio de
fincas vinculadas al PIAL, con el fin de establecer una relación
entre sus emisiones de GEI y la cantidad de alimentos obtenidos.
La experiencia, que abarcó 104 fincas distribuidas en nueve
provincias del país, arrojó una tipología para clasificar los
sistemas agroproductivos como ecológicos, "en transición" y
convencionales.
Aquellas parcelas que no queman residuos, ni aplican pesticidas
ni fertilizantes sintéticos y no emplean piensos industriales son
identificadas como ecológicas; las convencionales tienen
establecidos métodos productivos totalmente contrarios a los
primeros, mientras las "en transición" coinciden con los
procedimientos de las ecológicas, solo que utilizan cantidades
pequeñas de agroquímicos o sus rebaños se nutren con piensos
industriales, explica Dania Vargas, investigadora del INCA.
Pese a las enormes ventajas de las fincas ecológicas, su
generalización resulta compleja pues implica un cambio de actitud de
productores y consumidores. Sin embargo, las fincas "en transición",
cuyos rendimientos son similares a los obtenidos en terrenos
dependientes de compuestos agrotóxicos, señalan hacia donde deben
encaminarse hoy las prácticas agrícolas. Máxime si sus emisiones de
GEI son cuatro veces inferiores a las provocadas por las
convencionales, las cuales lamentablemente predominan.
Ver para creer
Temerosos de decrecer en las ganancias y calidad de las cosechas,
permeados de desconocimiento, y tal vez demasiado apegados a
esquemas tradicionales, muchos campesinos son reacios a introducir
alternativas agroecológicas; otros, como Jorge Hermes Bárcena, de la
Cooperativa de Crédito y Servicios 9 de Abril, perteneciente al
municipio de Batabanó, apuestan por estrategias más amigables con el
medio ambiente.
Este hombre, vinculado al PIAL desde hace seis años, demuestra a
fuerza de rendimiento que sus tres caballerías de tierra no forman
parte del 77% de la superficie agrícola declarada como poco
productiva. Y lo más asombroso es el escaso uso de fertilizantes
industriales.
Comenta Bárcena que los abonos verdes (canavalia, mocuna,
crotolaria, conchita azul) permiten regenerar los suelos y mantener
los índices de cosecha. "En los sembrados de maíz y plátano
introduzco la canavalia, la cual sustituye al nitrógeno químico,
además preserva la humedad y evita la erosión. Con este método ya
entregué 2 000 quintales de plátano".
También opta por la diversificación de las siembras y el cultivo
intercalado, prácticas que favorecen el control biológico de plagas
sin recurrir a insecticidas. Para reducir las emisiones de metano
durante las cosechas de arroz, Bárcena le realiza un estrés hídrico
a las plantas, proporcionándole agua solo en determinados periodos.
Y en pos de incrementar la captura de carbono de la atmósfera, ha
reforestado áreas ociosas dentro de su finca y promueve la
plantación de cercas vivas.
Tampoco Bárcena precisa de piensos industriales a la hora de
alimentar los 60 cerdos que contrató con la Empresa Porcina. Las
cosechas de soya, sorgo blanco y millo les son suficientes. Asimismo
la elaboración y aplicación de compost impide la emisión de altos
volúmenes de gases contaminantes.
Al parecer el vínculo entre el incremento de la temperatura media
del planeta y los manejos agrícolas demanda nuevos enfoques que
estimulen la transición hacia modelos más ecológicos, de modo que el
conocimiento finalmente llegue al campesino, y sirva como compresa
para el calentamiento global. |