AGRICULTURA         

(19 de octubre de 2006)

Laura y la paciencia de Job

Más de 60 variantes de semillas de hortalizas adaptadas al Trópico han sido aportadas por investigadores del INIFAT

Raisa Pagés

Con el diploma de ingeniera agrónoma aún en las manos, Laura Muñoz recibió una encomienda difícil: la adaptación de hortalizas al Trópico y la obtención de semillas de esas variedades.

Foto: ARNALDO SANTOSLaura muestra posturas de unas lechugas adaptadas a las condiciones tropicales.

Comenzó sus experimentos en 1960 y toda la literatura especializada planteaba que era imposible que muchas hortalizas germinaran, florecieran y brindaran simientes en un ambiente caluroso y húmedo como el de Cuba.

"Lo que más investigué fue el comportamiento del clima y sus variables para cada mes", subrayó Laura, quien a sus 72 años se mantiene con la misma constancia que el primer día en el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT).

Mi madre me decía desde pequeña: "Laura, tú tienes la paciencia de Job", aludiendo al personaje bíblico que soportó múltiples pruebas.

"Cuando se traen semillas logradas en climas templados y son cultivadas en un ambiente tropical, ocurren alteraciones y cambios genéticos y también la humedad provoca daños por patógenos. En Cuba casi todas las semillas de hortalizas se importaban", explica.

Laura realizó muchos ensayos para conocer las etapas idóneas en que las hortalizas florecen, germinan y dan semillas en el clima de esta Isla. También tuvo que lograr el tratamiento adecuado para secar y conservar ese material sin que perdiera sus cualidades.

Muchos fueron los incrédulos que no creían en las semillas que Laura les proporcionaba. Una vez, en una finca del municipio pinareño de San Luis, ella fue a observar el desarrollo de una variedad de pimiento que estaba probando para condiciones tropicales. Cuando llegó a la casa del agricultor, este le dijo: "Donde la sembré ha llovido mucho, así que allí no debe haber nada".

Laura no se desanimó y subió por un enorme tubo de regadío para llegar al lugar, que era un gran lodazal. Increíblemente, estaban los pimientos con una vitalidad que asombró al campesino.

Esta investigadora logró las primeras simientes de lechuga en nuestro país adaptadas al Trópico, después de probar muchos materiales de variados países. Obtuvo la Chile 1185-3, que repolla en invierno y es más suave en verano, y también la GR-30, de hojas rizadas.

Semillas de 61 variedades de hortalizas adaptadas a las condiciones de Cuba, de las cuales más de la mitad se encuentran generalizadas, es un logro trascendente del INIFAT, resultado que en buena medida se debe a la labor de Laura Muñoz.

El doctor Adolfo Rodríguez Nodals, director del INIFAT y jefe del Grupo Nacional de Agricultura Urbana, señaló que dada la demanda de semillas se dedicaron a fomentar fincas especializadas en la producción de simientes en cada municipio, desde el año 2000.

En ese trabajo recibimos mucho apoyo de los representantes del Poder Popular y del Partido en las instancias municipales, puntualizó. Capacitamos con urgencia al personal y ya se han podido estabilizar 176 fincas de ese tipo en todo el país, pues hay lugares donde se necesita más de una, añadió Rodríguez.

El pasado invierno se produjeron en esas fincas municipales casi 45 toneladas de semillas, de las cuales 7,7 son de lechuga. Además se obtuvieron, por primera vez, semillas de zanahoria adaptadas al Trópico. Con estos resultados se dejan de gastar cuantiosas sumas de divisas en materiales importados de naciones de clima templado.

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