Hemos leído con atención la carta que enviara N.
Lainé Oquendo a la redacción del periódico con motivo de su
preocupación por el estado del local de la antigua librería Alma
Mater, situada en la esquina de San Lázaro e Infanta, y en especial
del destino de los libros que allí se encuentran almacenados.
Agradecemos su preocupación y hacemos saber la situación actual y
perspectivas de ese espacio.
En efecto, el local de la antigua librería se
encuentra lamentablemente subutilizado hace varios años, al serle
retirada del objeto social de la Universidad la actividad que allí
se desarrollaba. Existió en ese lugar la conocida Librería Alma
Mater Internacional, la cual suministraba insumos de oficina e
impresión a todas las dependencias universitarias y, además, vendía
a precios minoristas estos recursos, y otros con imágenes
universitarias. El objetivo de esta actividad no era otro que
mantener el propio local, sufragar gastos de este tipo de insumos
vitales para la Universidad y tener la posibilidad de que fuesen
adquiridos por visitantes pulóveres y otros artículos con imagen UH.
Serios problemas de las líneas hidráulicas y
sanitarias del edificio de vecinos que está sobre el local, han
provocado el deterioro progresivo de falsos techos, sistemas
eléctricos y otros, dejando inutilizada la mayor parte de los
espacios visibles desde la calle Infanta. Acciones de las
dependencias de la vivienda en el municipio de Centro Habana y de la
propia Universidad han permitido atenuar estas afectaciones, aunque
el problema no se ha solucionado de manera permanente.
Hace un año se está elaborando un proyecto con el
Instituto Cubano del Libro y el Ministerio de Cultura, para
reconstruir los locales y habilitar una librería de nuevo tipo en el
lugar. Existe la posibilidad de que libros de textos de las carreras
universitarias que ya no tengan vigencia en los nuevos planes de
estudios sean vendidos, generando con esto la especialización de la
referida librería y recircular textos universitarios de baja
utilización. Durante el pasado año, la Empresa ATRIO del Ministerio
de Cultura elaboró los proyectos técnicos ejecutivos de la obra,
indispensables para la inversión, pero no ha sido posible financiar
su ejecución por el Instituto Cubano del Libro en el 2012.
La dirección universitaria decidió la utilización de
Infanta y San Lázaro como local para actividades culturales, tomando
en cuenta el cierre de la Casa Estudiantil para un mantenimiento
general que se ejecuta en estos momentos. Esto favoreció acciones de
limpieza, higienización y fumigación recientemente. Todo el tiempo
que se ha trabajado en el lugar hemos recibido el agradecimiento y
apoyo de la mayoría de los vecinos, que ven con beneplácito las
acciones de recuperación de la otrora librería, ubicada en una
esquina emblemática de nuestra capital.
Con respecto a los libros cabe significar que su
impresión se hace tomando en cuenta las matrículas universitarias,
así como su perspectiva de crecimiento en años venideros. Esta
creció hace unos años solo en la Universidad de La Habana hasta 48
mil estudiantes, lo que implicó una tirada amplia de muchos títulos
que actualmente no se demandan. Existe un programa de trabajo, que
incluye su inventarización no solo en almacenes, sino en facultades
y filiales universitarias, su circulación a otras universidades e
instituciones educacionales y culturales, así como su venta a través
de las instituciones autorizadas. Recientemente, de las dependencias
de Infanta y San Lázaro, se extrajeron más de 20 mil ejemplares que
se destinaron a las facultades de Derecho, Economía, Filosofía,
Educación a Distancia, Contabilidad, Matemática, Psicología y otras.
Quedan en el lugar unos 60 mil ejemplares que deben tener el destino
adecuado como parte del programa de trabajo con los libros.
Ignoramos quién dio la respuesta que comenta la lectora, pues
desecharlos o enviarlos para ser procesados como pulpa de papel,
será siempre la última opción. Nuevamente agradecemos su alerta.
La Universidad de La Habana continuará promoviendo
el uso del local por sus propios medios y gestionará con los
organismos competentes la cooperación necesaria para esto.
Carlos Manuel Pérez Cuevas
Director General
Unidad Presupuestada de Aseguramiento
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