"Hija
de la tradición del mejor periodismo cubano, que tiene el oficio
como contenido esencial", así fue catalogada por la doctora Ana
Cairo la periodista y escritora Marta Rojas en la presentación de su
obra El juicio del Moncada, que tuvo lugar en la más reciente
edición del espacio Sábado del Libro.
La audacia demostrada por la joven periodista que retrató en este
reportaje un momento decisivo de la Historia de Cuba —Causa 37 de
1953 radicada en la Audiencia de Santiago de Cuba por el asalto al
cuartel Moncada, liderado por Fidel Castro— y su perspicacia para
buscar tenazmente la noticia fueron algunos de los encomios que
destacó Cairo en la presentación de esta reedición del texto que ve
la luz con el sello editorial de Ciencias Sociales, como homenaje al
aniversario 60 del trascendental hecho histórico.
La anécdota, fresca a pesar de sus seis décadas de acaecida,
volvió a brotar de su autora para dirigirse a un nutrido público, en
el que se encontraba Edgardo Ramírez, embajador de la República
Bolivariana de Venezuela.
El auditorio escuchó atentamente a Rojas, quien entre exquisitos
pormenores compartió vivencias y recordó las circunstancias que
propiciaron la creación del testimonio concebido por esta
periodista, que al decir de Alejo Carpentier —prologuista del libro—
"pudo aquilatar que en ese lugar iba germinando una simiente
renovadora que transformaría por completo el basamento de aquella
sociedad corrompida" donde "no se estaba determinando el porvenir de
un puñado de jóvenes sino el porvenir de todo un pueblo".
La coincidencia de la autora en los carnavales santiagueros con
el fotógrafo Panchito Cano —corresponsal de la revista Bohemia en
esa provincia—, para hacer juntos la crónica de esas festividades, y
la frustración de dicho trabajo al percatarse Cano de que los
disparos que se estaban escuchando desde el Cuartel terminarían
impidiendo el reportaje que habían previsto, fueron comentados por
Rojas como pauta detonante para entrar en la escena de los sucesos.
"Pues vamos a hacer el de los tiros", fue la respuesta de la
recién graduada reportera, que siempre detrás de la noticia y "sin
imaginármelo", se convirtió en la cronista del trascendental
acontecimiento recogido en las casi 400 páginas que engrosan este
libro que al decir de su presentadora no solo es el testimonio de lo
ocurrido sino un homenaje a la historia de la prensa cubana.