BAYAMO.— Tras la mayor restauración en sus 35 años, se
reabrió al público el Parque-Museo Ñico López, que ocupa en esta
ciudad oriental el sitio del cuartel Carlos Manuel de Céspedes,
atacado el 26 de julio de 1953, simultáneamente con el Moncada, de
Santiago de Cuba.
Eddy Rodríguez, director de la institución patrimonial, destacó
que los servicios del centro se reanudaron con el evento científico
La Sangre Numerosa, el cual reunió a museólogos e
historiadores de varias provincias.
Entre las novedades de la sala expositiva, situada en el antiguo
club de oficiales del Céspedes, está el moderno y atractivo sistema
de paneles, montados ahora en el material plástico llamado
policloruro de vinilo (PVC).
También se agregó una gigantografía de Antonio (Ñico) López,
distinguido revolucionario que encabezó uno de los grupos de ataque
en 1953, y estuvo entre los expedicionarios del yate Granma, en
1956.
Iniciada en enero último, la restauración incluyó cambios de
carpintería, redes hidrosanitarias y reparaciones en cubiertas,
jardineras y muros exteriores.