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Crecimiento sin artilugios
ORTELIO GONZÁLEZ MARTÍNEZ Y JUAN A. BORREGO
La
provincia de Ciego de Ávila crece de manera ininterrumpida desde el
2004, diversifica y amplía sus principales servicios y desarrolla de
manera consecuente el sector industrial, el turismo, la agricultura
y las inversiones.
Solo tres ejemplos —el crecimiento del turismo en el polo de
Jardines del Rey, la reputación nacional de la Empresa de Cultivos
Varios La Cuba y el alcance estratégico de CIEGOPLAST para las
inversiones de Recursos Hidráulicos— bastarían para comprender que
el comportamiento económico de la provincia no es hijo de la
casualidad.
La
producción de tomate, una de las más sobresalientes del sector
agropecuario.
Al cierre del 2010 el territorio logró una producción mercantil
ascendente a 1 734,5 millones de pesos, 36,6 millones más que lo
computado en el periodo precedente, con destaque para el sector
industrial que aportó el 40,7 % de ese total.
Informes estadísticos consignan que en este periodo, además,
mantiene una correlación favorable entre el salario medio y la
productividad del trabajo y desde hace una década consigue superávit
en su desempeño económico —70,8 millones de pesos en el 2010—,
resultado del sobrecumplimiento del plan de ingresos netos y de la
reducción de gastos, tanto en el sector presupuestario como en la
actividad empresarial.
EN SU MAYORÍA DE EDAD
Aun cuando no se encuentre exento de muchas carencias en el orden
material, el territorio mayoritariamente agropecuario que se
desprendió del antiguo Camagüey hace ya tres décadas y media ganó su
mayoría de edad como provincia, convertido en el cuarto polo
turístico de la Isla y en uno de los más eficientes productores de
alimentos de la nación.
"Ciego es otro", asegura Ileana Venegas, directora provincial de
Economía y Planificación, para hablar de la mejoría de los
servicios, un capítulo que le granjeó a la provincia un
sobrecumplimiento significativo del plan de circulación minorista.
Acostumbrada a las estadísticas, al lenguaje técnico y a las
visiones macro, la especialista, sin embargo, apuesta por poner los
pies en la tierra a la hora de ilustrar esta realidad: Para
comprender los resultados de Ciego de Ávila en los últimos años no
hacen falta tantos informes —dice—, es mejor hablar con la gente en
la calle, ver los mercados agropecuarios, pasar por el bulevar o ir
al Parque de la Ciudad, como se pudiera ir también a cualquier otro
municipio donde se respiran voluntad y deseos de hacer. |
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