16
de Julio del 2003
EL
SALVADOR
¿Posada, asesor
del presidente Flores?
POR JEAN-GUY
ALLARD —especial para Granma Internacional—
PARECE mentira.
¿El Gobierno de El Salvador tendrá de asesor en materia de
seguridad nacional a un terrorista internacional, prófugo de
la justicia venezolana, autor de la destrucción en pleno
vuelo de una aeronave comercial con 73 pasajeros y de un
sinnúmero de atentados cometidos en varios países y quien,
para colmo, conspiró con la CIA, traficó cocaína y vivió
ilegalmente en ese país centroamericano con falsos papeles
hasta su arresto en Panamá, en el 2000, por un intento de
atentado que hubiera provocado una verdadera masacre...?
Es lo que uno
puede concluir al leer una reciente declaración del
presidente salvadoreño Francisco Flores, al comentar
declaraciones del terrorista internacional Luis Posada
Carriles, detenido en Panamá, quien acusó a entrenadores
deportivos cubanos de ser "espías", en una
entrevista al diario salvadoreño La Prensa Gráfica
publicada el miércoles 2 de julio último.
Al enterarse de
dicha alegación, Flores declaró a la agencia Associated
Press que "si nosotros detectáramos que el Gobierno
cubano ha enviado un espía aquí", será expulsado o
podría ser enjuiciado.
Para el Frente
Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el
Partido favorecido por los sondeos con vistas a las próximas
elecciones salvadoreñas, Posada "es un delincuente que
está preso en Panamá".
"Por tanto,
sus opiniones no merecen credibilidad alguna", afirmó
Celina de Monterrosa, portavoz del Partido, a AP.
El Presidente de
la República salvadoreña, apodado irónicamente "Soplo
de Viento" por sus detractores, de manera evidente no
comparte esta percepción.
"NO
EXACTAMENTE DETRAS DE LOS BARROTES"
Posada y tres
connotados extremistas miamenses, Pedro Crispín Remón,
Gaspar Jiménez Escobedo y Guillermo Novo Sampoll, están en
espera de su audiencia preliminar —anunciada para el 3 de
septiembre próximo—. Deben responder a varias acusaciones
vinculadas a un intento de dinamitar un anfiteatro donde 3 000
personas iban a escuchar al presidente cubano Fidel Castro.
Luis
Posada Carriles (al centro), en la oficina del Director de la
cárcel El Renacer, con el reportero de La Prensa Gráfica y
su cómplice Pedro Remón (al fondo)
Beneficiándose
de privilegios excepcionales, gracias a las constantes
intervenciones de la mafia de Miami para que se le otorguen
favores a su protegido, Posada ha dado una veintena de
entrevistas, en los últimos meses, a medios de comunicación,
principalmente de Miami y de Panamá, en el marco de una
campaña de prensa para mejorar su imagen con vistas a su
próximo regreso ante la Corte.
La Prensa
Gráfica reservó al viejo contrarrevolucionario un
espacio excepcionalmente amplio —considerando que es un
peligroso criminal— y le ofreció otra oportunidad de negar
el haber cometido lo que, sin embargo, confesó al New York
Times en una serie de artículos publicados los días 11,
12 y 13 de julio 1998: la campaña de terror de 1997 en La
Habana que concluyó con la muerte del joven italiano Fabio Di
Celmo.
Posada llegó a
afirmar que desconoce a los mercenarios salvadoreños que
cobardemente usó para la realización de este plan criminal.
"La
reclusión de Luis Posada Carriles no es exactamente detrás
de los barrotes", escribe el autor del reportaje, quien
se dirige al delincuente, llamándole "Don Luis".
"La celda,
que comparte con su compañero Pedro Remón, es más bien un
pequeño cuarto con muchas comodidades, incluyendo aire
acondicionado."
Ricardo Apu, el
director del centro penal El Renacer, quien prestó su oficina
para realizar la entrevista, explicó los privilegios
otorgados "a las enfermedades del señor Posada".
"Su cuarto
de reclusión, con televisor, ropero, estantes y espacio para
recibir visitas, está cerca de las instalaciones de la
dirección y las canchas deportivas", cuenta el diario.
"NO VOY A
ECHAR A NADIE "PA' LANTE"
Contestando con
algunas reticencias a las preguntas del periodista, Posada
admitió algunas intervenciones en El Salvador mientras
trabajaba con los servicios secretos venezolanos, donde lo
había ubicado la CIA.
"Estuve
muchos años en la Policía venezolana, luchando contra la
subversión siempre, no en la Policía criminal, sino en la
Policía política, reveló. Entonces yo era una persona que
tenía trabajo en aquel tiempo en El Salvador…"
Interrogado
sobre sus contactos en el Gobierno de entonces, el terrorista
se negó a hablar: "No voy a echar a nadie "pa'
lante" porque usted está ahora aquí", dijo con una
evidente nerviosidad, según el propio reportero.
El prófugo de
la justicia venezolana fue aún menos locuaz al hablar de su
participación en el mal llamado escándalo Irán-Contras,
cuando participó bajo el nombre de Ramón Medina en las
operaciones de tráfico de drogas dirigidas por el oficial de
la CIA y crápula de primera categoría Félix Rodríguez.
El periódico
—que evita púdicamente las actividades de narcotraficante
de Posada, comprobadas hasta por la DEA— cuenta cómo
"Don Luis" se fugó de una prisión venezolana en
1985, "disfrazado de sacerdote y con una Biblia en la
mano".
"Pasajero
clandestino en un barco camaronero", llegó a la isla
neerlandesa de Aruba, y desde ahí voló a Costa Rica y a El
Salvador..., donde lo esperaba Rodríguez.
Este último, en
conversación con el diario, afirma que había
"conseguido un refugio" a Posada a solicitud de
"un magnate de Miami" que no identifica.
Todo Miami sabe
que el magnate se llama Fundación Nacional Cubano-Americana
(FNCA), el grupo fundado por Jorge Más Canosa, a solicitud
del entonces vicepresidente George Bush. El propio Posada
contó al New York Times, que su socio Feliciano Foyo,
de la FNCA, era quien le procuraba decenas de miles de
dólares para sus "operaciones" contra Cuba.
Lo cierto es que
el Jefe del Gobierno salvadoreno tiene que saberse de memoria
la larga trayectoria de Posada que, incluso, reclamó en
alguna oportunidad bajo el pretexto de "juzgarlo" en
El Salvador con el (insignificante) cargo de haber usado una
falsa identidad. Una extradición que hubiera permitido al
terrorista salvarse de su dossier panameño.
El 5 de octubre
de 1999, el Gobierno cubano entregó a San Salvador un amplio
informe sobre Posada Carriles, quien se encontraba entonces en
ese país bajo una falsa identidad y conspirando alegremente
contra Cuba. Pero éste no hizo nada. Absolutamente nada.
El presidente
Flores, informado personalmente, ignoró varias advertencias
de los servicios de seguridad cubanos sobre las actividades
del terrorista en su país.
Flores fue quien
propuso una resolución contra los atentados de ETA,
previamente cocinada por el Gobierno de España, en esa misma
Cumbre Iberoamericana donde Posada se proponía realizar su
horroroso proyecto de atentado.
El dirigente
salvadoreño se negaba, sin embargo, a condenar a estos
terroristas anticubanos, quienes reciben en Miami protección
y financiamiento de organizaciones bien identificadas... cuya
orientación el Presidente salvadoreño tampoco puede ignorar.
Y LLEGA JOSE
MARIA AZNAR
Después de Luis
Posada, Félix Rodríguez y la FNCA, además del disparate del
inefable presidente Flores... faltaba sólo José María Aznar
en el retrato.
El Mandatario
español, quien se encontraba también en Panamá en el 2000,
cuando se arresta a Posada, tampoco puede esconder su larga
amistad con los patrocinadores patentados del terrorismo
anticubano y, más particularmente, del extremista
encarcelado, quien, con el miamense Orlando Bosch, comparte el
título de "terrorista más peligroso del
hemisferio" otorgado por el FBI.
Aznar llegó
hasta entregar a SINTEL, una próspera empresa de Estado, a
Jorge Más Canosa, capo de la FNCA. Una firma millonaria que
los herederos del cabecilla se encargaron de arruinar
quedándose con los beneficios y dejando en la calle a miles
de trabajadores.
No es casualidad
que Aznar, quien se prepara a abandonar su puesto, reservara
una visita a su amigo Flores antes de devolver la llave del
Palacio de la Moncloa.
El martes 8 de
julio, Flores recibió a su socio español en el aeropuerto de
San Salvador para luego llevarlo al Palacio Presidencial para
un almuerzo privado. Como pretexto del viaje, el Presidente
del Gobierno español participó en un encuentro cumbre
España-Centroamérica.
Como Aznar,
Flores no se pierde una oportunidad de atacar y tratar de
desacreditar a Cuba.
La entrevista de
Luis Posada Carriles, le ofreció otra oportunidad de
manifestar, una vez más, su sumisión a la mafia miamense.
Pero, de la misma forma, reveló al mundo su verdadera cara de
cómplice de todos los extremismos de derecha, vengan de Miami
o de Madrid.
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