11
de Febrero de 2003
Miami
Terrorismo a
crédito
Elementos de la
mafia de Miami utilizan a Visa y Mastercard para reunir
fondos, con la complicidad del Nuevo Herald • Entre
los cabecillas involucrados se encuentra Eugenio Llamera, de
amplia trayectoria terrorista
POR JEAN-GUY
ALLARD — especial para Granma Internacional—
Eugenio
Llamera (izquierda), en compañía del terrorista Pedro
Rodríguez Medina, fundador de la FMEP, una de las
organizaciones que se esconden detrás de la tarjeta de
crédito de la USA-Cuba Financial Funds Inc.
NADIE puede
negar que en el autoproclamado "País de la
Libertad", los límites de la ley son a menudo lo
suficientemente blandos como para otorgar a los criminales el
nivel de tolerancia necesario para prosperar. Un grupo de
elementos de la mafia miamense vinculados al terrorismo acaba
de encontrar "lo último" para rellenarse los
bolsillos, bajo el siempre lucrativo pretexto de combatir a la
Revolución Cubana, con total impunidad y con la benevolente
colaboración de El
Nuevo Herald.
Bajo el titulo Una
tarjeta de crédito para ayudar a los disidentes cubanos,
la versión edulcorada y neocolonial de The Miami
Herald anunció en su edición del 2 de enero que "la
disidencia cubana y la causa del exilio han encontrado un
nuevo aliado en una tarjeta de crédito" que
"asegura a sus portadores que con cada compra un crédito
de los fondos se destinará a auxiliar a cubanos necesitados
fuera de la Isla e, incluso, a la disidencia interna".
El patrocinador
de la tarjeta es USA-Cuba Financial Funds Inc.,
"una asociación recién fundada en Miami que agrupa a
pequeñas organizaciones del exilio con dificultades en
recaudar fondos", explica el diario, usando un tono que
da a esta operación todas las características de una obra
humanitaria.
La tarjeta
"es emitida por MBNA América, una de las compañías de
tarjetas de crédito más grandes del país, y procesada por
Visa y MasterCard", precisa el periódico y señala que
varias organizaciones, incluso populares equipos de deporte
como los Marlins o los Heat, usan esa fórmula para recaudar
fondos, emitiendo tarjetas con sus logos.
Según el vocero
de la compañía emisora, Jim Donahue, MBNA pagará su
comisión a USA-Cuba Financial Inc. cuando sus afiliados
comiencen a gastar con la tarjeta. En otras palabras, más
consumirán, más se endeudarán, pero también más
contribuirán a la "causa".
Hasta ahí la
banalidad.
LLAMERA, EL
TERRORISTA
La verdadera
cara del proyecto aparece de repente cuando el diario menciona
los nombres y títulos de los fundadores del fondo financiero
USA-Cuba: Alex Sardiñas, quien ha creado la fundación
"junto a Marta Lima, presidenta de la Federación Mundial
de ex Presos Políticos, y Eugenio Llamera, ex directivo de la
Unidad Cubana".
Eugenio Llamera,
quien actualmente preside la Fundación Panamericana por la
Democracia, un grupúsculo desconocido, es un personaje famoso
en los círculos extremistas de Miami.
En la década
del 60, fue un miembro preeminente del terrorista Partido
Unidad Nacional (PUND), al lado de criminales tan famosos como
Frank Sturgis, un operativo de la CIA involucrado en el
escándalo del Watergate, y Rolando Masferrer, uno de los más
sanguinarios esbirros de la dictadura de Fulgencio Batista. El
PUND dirigió durante un largo período un sinnúmero de
ataques terroristas contra el territorio cubano. El grupo tuvo
hasta su propio campo de entrenamiento en la ciénaga de los
Everglades y contó con hasta 150 mercenarios.
En 1993, el
nombre de Llamera aparece en un "Informe sobre la
cuestión de la utilización de mercenarios como medio de
violar los derechos humanos", presentado por un relator
especial de la ONU, Enrique Bernales Ballesteros.
El alto
funcionario cita un estudio de las autoridades cubanas en el
cual se menciona que: "El 4 de julio de 1992 los
terroristas Anthony ‘Tony’ Bryant, Eugenio Llamera,
Alejandro Basilio Pérez y Guillermo Casasús, atacaron a
tiros a un velero en aguas territoriales cubanas".
"Días
después, se informó en Florida que los agentes del servicio
de guardacostas de los Estados Unidos confiscaron a estos
individuos varios fusiles y una cinta de vídeo filmada
durante la comisión de este acto terrorista, después de ser
rescatados por el buque "Maui", del servicio de
guardacostas, en un punto situado a 7 millas al Norte de
Matanzas", precisa el documento.
Se supo más
tarde que en abril de 1993, Llamera había apoyado a miembros
del Ejército Secreto Armado, otro grupúsculo terrorista
dirigido por Reynaldo "El Chino" Acosta, a preparar
un ataque llevado a cabo contra el buque chipriota Mikonos, a
siete millas de la costa de Matanzas, mientras se dirigía
hacia el puerto de Carúpano, en Las Tunas. Rigoberto "El
Látigo" Acosta, José Menéndez, Guillermo Casasús
Toledo y Rafael Carrera Manso dispararon contra el barco con
una ametralladora de calibre 50.
Los dirigentes
de Visa y MasterCard estarán probablemente asombrados de
saber que Llamera, hoy usuario de sus marcas de comercio a
través de la firma MBNA América, fue denunciado en marzo de
1995 por la introducción en Cuba de 51 libras de explosivos
C-4, de estar preparando un atentado contra Fidel Castro que
debía realizarse en el curso de una visita del Jefe de Estado
en Uruguay y Argentina.
Según las
confesiones de Santos Antonio Martínez y José Enríquez
Ramírez Oro, entonces detenidos, Llamera había ya viajado a
Argentina con Gaspar Jiménez Escobedo —hoy detenido en
Panamá con Luis Posada Carriles— a solicitud de Roberto
Martín Pérez, responsable de las actividades clandestinas en
la Federación Nacional Cubano-Americana.
Los mismos
individuos repitieron su plan en el momento de la Cumbre
Iberoamericana de Cartagena de Indias, en Colombia, y luego en
la Cumbre de los Países No Alineados, siempre sin éxito.
No sorprende,
pues, ver a Llamera involucrado en el proyecto de terrorismo
"a crédito" al lado del cabecilla de la Federación
Mundial de ex presos políticos (FMEP). De hecho, Llamera fue
también presidente de la FMEP en años posteriores.
Hay que recordar
que el 15 de abril de 1994, una embarcación identificada con
esta "federación mundial" explotó misteriosamente
en Cayo Largo, Florida, donde resultó herido el terrorista
Roberto "Rambo" Díaz Silva.
La matrícula
del yate, FL-4869EM, permitió determinar que estaba
registrada a nombre de Eugenio Llamera, ya vinculado a la
organización Unidad Cubana.
Ardientes
defensores del terrorismo como método legítimo de lucha
política, ambas organizaciones, la FMEP y Unidad Cubana
crearon en 1997 un Comité Pro Liberación de Walter Van Der
Veer, miembro del Frente Cubano de Liberación, un mercenario
miembro del grupo terrorista Comandos L, arrestado en Cuba in
fragranti.
A LADO DE BOSCH,
SARGENT Y FROMETA
Llamera se
encontró también entre los firmantes de una
"Declaración de Principios", publicada, poco antes
del 11 de septiembre, en el The Miami Herald a
pesar de su contenido claramente terrorista.
En aquel
documento se proclamaba la legitimidad del terrorismo, es
decir, el recurso "a todos los medios y métodos"
para alcanzar objetivos políticos.
Esta
declaración era también firmada por otros dos dirigentes de
la Unidad Cubana: Armando Pérez-Roura, el estruendoso locutor
de Radio Mambí, y Juan M. Ruiz, otro activista del terror.
Hubert Matos, de
Cuba Democrática e Independiente, famoso por su apoyo a las
operaciones de narcotráfico de la Contra nicaragüense, Juan
Pérez Franco, de la Asociación de Veteranos de Bahía de
Cochinos (de la Brigada 2506), se alineaban también en
la lista de "personalidades" favorables al
terrorismo, al lado de Ninoska Lucrecia Pérez-Castellón,
esposa del terrorista Roberto Pérez Martín, y demás
partidarios de la "línea dura" autoexcluidos
sospechosamente de la Fundación Nacional Cubano-Americana, a
unos días de los desastrosos atentados de Nueva York y
Washington.
Otro nombre
"famoso" encabezaba la lista, el de Orlando Bosch,
el pediatra asesino, libre en Miami a pesar de ser el autor
reconocido,junto con Luis Posada Carriles, de la voladura en
pleno vuelo de un avión de Cubana de Aviación con sus 73
víctimas inocentes.
Vale la pena
precisar, por otro lado, que la terrorista Unidad Cubana, que
Llamera aparentemente abandonó (era vicepresidente) para
asegurar el financiamiento de su propio grupo, incluye,
además de Pérez-Roura, elementos tan identificados con el
extremismo más fanático como Andrés Nazario Sargent, jefe
de Alpha 66, una de las más antiguas y violentas de Miami, y
su principal competidor en materia de criminalidad, Rodolfo
Frómeta Caballero, jefe de los Comandos L.
EL REINO DE LA
IMPUNIDAD
Se supone que
los dueños de las marcas Visa y MasterCard, las dos
principales redes mundiales de tarjetas de crédito, no fueron
consultados sobre la introducción en el mercado de South
Florida de una tarjeta de crédito destinada a sostener las
actividades de grupos claramente vinculados al terrorismo…
Sin embargo, en
esta ciudad de Miami donde el principal órgano hispano de
prensa recomienda abiertamente a sus lectores contribuir
económicamente a la actividad de organizaciones e individuos
vinculados al terrorismo, se demuestra una vez más que las
autoridades de South Florida otorgan una impunidad total a
connotados extremistas que siguen siempre desarrollando sus
actividades sin intervención de nadie…
¿Acaso la
Revolución Cubana, atacada desde Miami, hace más de cuatro
décadas por una enorme tropa de mercenarios y de extremistas,
en varios casos preparados por la CIA, y tolerados tanto por
el FBI como por el conjunto del aparato judicial, no puede
tomar medidas para protegerse del terrorismo? ¿Cómo no
entender, pues, el heroísmo de Los Cinco patriotas cubanos
hoy encarcelados por haber contribuido a contrarrestar los
planes criminales de los Bosch, Jiménez, Llamera, Sargent y
Frómeta?.
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