En Estados Unidos se encuentran presos 5
jóvenes cubanos desde el 12 de Septiembre de 1998. Dos de
esos jóvenes nacieron en Estados Unidos. Los otros tres en
Cuba. La historia de estos 5 hombres es un ejemplo doloroso de
cómo el gobierno del Presidente Bush evalúa con criterios
diametralmente opuestos el tema de los derechos humanos y
sobre todo el tema del terrorismo, dependiendo de cuáles sean
los intereses que se encuentran en juego, y en contra de
quién se ejercen las acciones.
LOS 90: AÑOS DE TERRORISMO CONTRA
CUBA
Luego de la caída del muro de Berlín y de
la división de la Unión Soviética, el activismo anticubano
que lamentablemente ha hecho de Miami su cuartel general,
pensó que se abría una posibilidad para lograr acabar con la
revolución. Sin embargo, pasaron los meses y el pueblo
cubano, con una dignidad inmensa, supo comprender que se
encontraban en un período especial que significaba hacer
sacrificios aún mayores de los que habían vivido hasta el
momento, para poder superar la crisis. La revolución, en
lugar de derrumbarse, se fraguaba. Este fue el detonante que
llevó a la manada de desquiciados fanáticos que han hecho
del anticastrismo su forma de obtener financiamiento, a
desarrollar acciones terroristas que buscaban propiciar una
caída que el pueblo cubano evitaba con su esfuerzo y
compromiso.
Recordemos: varias veces embarcaciones
ilegales dispararon hacia la costa, fueron colocados
explosivos en distintos lugares públicos, fue asesinado un
turista italiano por una bomba que se activó en el hotel en
el que se encontraba hospedado. Se hicieron públicas también
una serie de organizaciones psicopáticas, cada una de las
cuales se consideraba predestinada para lograr el
derrocamiento del gobierno cubano, entre las cuales es
indispensable mencionar "Hermanos al Rescate", grupo
conformado por extremistas que en 27 oportunidades violaron el
espacio aéreo cubano, llegando a sobrevolar La Habana por
debajo de la altura mínima permitida. En cada una de estas
incursiones, el gobierno cubano levantó una nota de protesta
y en 17 de ellas se advirtió claramente que la Fuerza Aérea
Cubana estaría en la disposición de derribar cualquier
aeronave que incursionara en espacio cubano sin la debida
autorización, lo cual sucedió el 24 de Febrero de 1996, día
en que dos avionetas que ingresaron a Cuba fueron derribadas.
¿EL GOBIERNO QUE AMPARA A LOS TERRORISTAS
ES CÓMPLICE?
Es Bush el que se ha llenado la boca
vinculando a los gobiernos con las acciones terroristas que
ejercen los particulares. Es él, el que ha llegado al extremo
de proclamar su derecho de desarrollar una "guerra
preventiva", que para el resto del planeta es un
genocidio brutal, en nombre de su supuesto derecho de
perseguir a los terroristas en donde se encuentren. Es el
señor Bush el que ha demostrado con su manera de actuar que
la lucha contra el terrorismo puede justificar cualquier
acción salvaje en contra de pueblos enteros, con tal de
perseguir a los presuntos terroristas "hasta debajo de la
tierra". Es el actual Presidente de los Estados Unidos el
que se permite violar las disposiciones de la ONU, pasar por
encima de la soberanía de los países, derrocar gobiernos,
imponer títeres a los que llama "presidente
interino", y todo eso supuestamente para luchar en contra
de los terroristas.
Sin embargo, parece que cuando se trata de
organizaciones de dementes que ejecutan acciones terroristas
en contra de algún país que no forma parte del harén que se
han comprado con su inmenso poder, estas pueden actuar con
impunidad desde su territorio, públicamente y en frente de
sus propias narices.
¿ESPÍAS O PATRIOTAS?
En vista de que Estados Unidos se
hacía la vista gorda frente a la gran cantidad de atentados
que se perpetraron en contra del pueblo cubano y sus
visitantes, 5 jóvenes cubanos: Gerardo Hernández, Antonio
Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René
González, decidieron investigar en la propia madriguera.
Infiltrándose en el seno de las organizaciones desde las
cuales se preparaban los atentados, lograron enviar al
gobierno cubano informes que permitieron detectarlas antes de
que las mismas pudieran consumarse.
A raíz de un informe que envió La Habana
al gobierno estadounidense, en donde se ofrecían detalles de
las próximas acciones que estaban planificando los
terroristas, estos jóvenes fueron detectados, sucediéndose
la irónica situación de que le formulan cargos, no a los
terroristas, sino a aquellos que habían prevenido sus
maniobras, llegando a ser acusados de conspiración para
cometer asesinato y para cometer espionaje.
A pesar de que la defensa hizo todas
las solicitudes correspondientes para que el juicio no se
efectuara en la ciudad de Miami, en donde lógicamente iba a
ser imposible conseguir un jurado imparcial y en donde la
opinión pública de la zona, controlada casi en su totalidad
por los odiadores de Fidel, presionaría descaradamente , esto
no se aceptó. Tan sólo el 20% de las pruebas pudieron ser
conocidas por los abogados defensores, debido a que fueron
calificadas como secretas. Obviamente el juicio resultó
parcializado, al punto de que fueron condenados con penas
absolutamente desproporcionadas, como el caso de Gerardo,
quien enfrenta dos cadenas perpetuas más 15 años.
El gobierno estadounidense alega que ellos
nunca recibieron autorización ni se identificaron como
agentes de inteligencia cubanos. No obstante, aceptando que
esto es un delito, valdría la pena hacerse dos preguntas:
¿si se hubieran identificado, les habrían permitido hacer el
trabajo para obtener información que pudiera evitar alguna
acción terrorista contra Cuba, les habrían dado la
autorización? y, en segundo lugar, ¿cómo se logró el salto
en garrocha que ejecutó la justicia miamera, para pasar de un
cargo por falsa identidad y de un solo golpe llegar al cargo
de conspiración para asesinato?
DERECHOS HUMANOS
Lo más doloroso de esta historia es la
cantidad de violaciones personales y familiares a la que estos
hombres han sido sometidos. Por ejemplo, antes de que
comenzara el juicio, fueron recluidos en una celda de castigo
por 17 meses. Según la ley, el tiempo máximo que se puede
tener a un recluso en ellas es 60 días. Obviamente el
objetivo era presionarlos para que se declararan culpables de
conspiración y de esta manera poder, a través de ellos,
atacar al gobierno cubano.
De igual forma, en los 6 años que han
estado detenidos, dos de ellos no han podido ver a sus
esposas. En el caso de René, su esposa vivía con su hija
recién nacida en Estados Unidos. La tuvieron detenida por
tres meses y la amenazaron con que el Estado le quitaría la
custodia de la bebé. Fue deportada a Cuba y nunca más le han
permitido regresar a ver a su esposo. En el caso de la esposa
de Gerardo, ella vivía en Cuba y después de mucho esfuerzo
le dieron una visa especial solo para poder visitar a su
esposo, pero cuando llegó a Estados Unidos no la dejaron
pasar de migración, la tuvieron 11 horas detenida y la
devolvieron a La Habana. Casos similares viven el resto de los
familiares de estos 5 hombres.
Frente a esta historia, no queda más que
preguntarle al gobierno de los Estados Unidos: ¿de qué
terrorismo estamos hablando?.
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