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21
de Febrero de 2003
Cuba ha luchado ejemplarmente y adoptado medidas efectivas, por varias décadas, contra el terrorismo internacional
DECLARACIÓN DEL
REPRESENTANTE PERMANENTE ANTE LAS NACIONES UNIDAS, EMBAJADOR BRUNO
RODRÍGUEZ EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD BAJO EL TEMA: "AMENAZAS A LA
PAZ Y LA SEGURIDAD INTERNACIONALES CREADAS POR ACTOS DE TERRORISMO".
NUEVA YORK, 20 DE FEBRERO DE 2003.
Señor Presidente:
La
serie de ataques terroristas en las más diversas partes del mundo
que sucedieron a los criminales actos del 11 de septiembre, el
terrorismo de Estado contra el pueblo palestino y la espiral de
violencia que este origina, y el terrorismo contra Cuba, entre
otros, demuestran que solo podrá hallarse una solución integral y
colectiva a este antiguo y terrible flagelo, mediante la
cooperación mancomunada y el consenso; y no mediante la guerra.
Dieciséis meses
después, los hechos demuestran que la guerra que se lanzó como
respuesta a los ataques terroristas del 11 de septiembre no ha
cumplido los objetivos que se proclamaron.
El unilateralismo
hegemónico y el doble rasero, han impedido a las Naciones Unidas
recuperar sus prerrogativas y ejercer sus funciones de paz. El
arbitrario derecho de veto y su empleo indiscriminado e
irresponsable han maniatado al Consejo de Seguridad y sometido a una
tiranía a los Estados Miembros, incluidos los Miembros No
Permanentes del Consejo.
Señor Presidente:
Los actos unilaterales o
las guerras preventivas de un Estado o de un grupo de Estados por
poderosos que sean, con el pretexto de la lucha contra el
terrorismo, son totalmente inaceptables y merecen categórica
condena porque arruinarían el ya precario sistema de seguridad
colectiva, liquidarían el Derecho Internacional, establecerían el
imperio de la fuerza a nivel global y nos alejarían del objetivo de
eliminar ese flagelo.
Solo habrá progresos a
través de la cooperación internacional y no mediante actos de
guerra, agresión o de venganza que solo traerán como consecuencia
más violencia. Tampoco se producirá avance alguno a través de la
promulgación de leyes que autoricen las ejecuciones extrajudiciales
o las detenciones arbitrarias de ciudadanos nacionales o
extranjeros, ni las acciones encubiertas violando leyes y fronteras,
ni la manipulación de la opinión pública, ni la discriminación o
persecución de los inmigrantes, ni el abandono del Derecho
Internacional Humanitario, ni la violación de los derechos humanos
o la restricción de las libertades civiles consustanciales al
proclamado Estado de Derecho, ni las sanciones unilaterales, ni los "listados"
o certificaciones de países con turbios fines políticos.
El derecho inmanente a
la legítima defensa no debiera tampoco ser invocado por un Estado
poderoso, en respuesta a actos terroristas realizados por grupos de
extremistas o personas individuales, por graves que fuesen, para
desatar unilateralmente guerras que podrían adquirir carácter
global e impredecible en las que moriría un número incalculable de
civiles inocentes. El derecho a la legítima defensa solo podría
ser ejercido como el derecho de todos los Estados a la defensa
común de todos. De lo contrario, los países del Sur serían las
potenciales víctimas de las acciones de fuerza de unos pocos.
El Consejo de Seguridad
no debería ser atropellado y obligado a refrendar decisiones
hegemónicas y arbitrarias, violatorias de la Carta de las Naciones
Unidas y de la soberanía de todos los Estados, ni a hacer
obligatorias normas de Tratados para los Estados No Partes, ni a
reinterpretar o imponer modificaciones a los Instrumentos acordados
por las Partes, en flagrante violación del Derecho de Tratados,
para conceder impunidad a Estados poderosos y a sus fuerzas armadas.
Solo a las Naciones
Unidas corresponde enfrentar, con profundidad y energía, con
serenidad y resolución, los graves problemas del mundo globalizado,
incluido el terrorismo. Como ha declarado el Secretario General de
la ONU: "...solo ella puede darle legitimidad a la lucha a largo
plazo contra el terrorismo".
Para ello, la ONU cuenta
con la participación universal de los Estados, y con principios y
normas aceptados por todos, y con la autoridad histórica, moral y
jurídica; y en caso extremo, dispone incluso de la excepcional
prerrogativa del uso de la fuerza y de la sabiduría, prudencia y
responsabilidad colectiva que ello implica.
ES NECESARIO LIBRAR UNA
LUCHA INTERNACIONAL CONTRA TODAS LAS FORMAS DEL TERRORISMO
Es necesario librar una
lucha internacional contra todas las formas y manifestaciones del
terrorismo, con la participación como iguales de los países del
Tercer Mundo, por encima de diferencias políticas, religiosas o de
cualquier naturaleza, para construir un mundo justo, de pueblos
libres y Estados soberanos e independientes, un mundo sin terrorismo
internacional.
Cuba considera que
cualquier acto de fuerza contra el terrorismo requerirá de una
decisión expresa del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General,
tal como establece la Carta.
Señor Presidente:
Cuba estuvo entre los
primeros países en condenar el crimen del 11 de septiembre, en
expresar condolencias y solidaridad al pueblo norteamericano y en
ofrecer sus aeropuertos a decenas de aviones en ruta y ayuda médica
para las víctimas. También ha intercambiado con EE.UU.
información de interés mutuo sobre terrorismo.
En octubre de 2001, Cuba
había ratificado los 12 Instrumentos Internacionales Sobre
Terrorismo como contribución al enfrentamiento internacional a
actos de esa naturaleza. En diciembre de ese año, nuestro país
promulgó la Ley No. 93 Contra Actos De Terrorismo, que es un
código integral, moderno y severo, y desde esa fecha ha adoptado
medidas no legislativas adicionales y efectivas, a la par que ha
cooperado por su propia iniciativa y de buena fe con el Consejo de
Seguridad y el Comité Antiterrorista de este, les ha presentado
exhaustivos y oportunos informes, ha propuesto Expertos cubanos como
candidatos y ha ofrecido Cooperación Técnica y de Personal a dicho
Comité. Asimismo, ha apoyado activamente la negociación de una
Convención General contra el terrorismo.
Cuba ha luchado
ejemplarmente y adoptado medidas efectivas, por varias décadas,
contra el terrorismo internacional.
Cuba jamás ha
realizado, financiado, tolerado o permitido un acto terrorista, ni
siquiera en ejercicio de legítima defensa, contra los autores
directos o intelectuales de abominables crímenes contra nuestro
pueblo que la Fundación Nacional Cubano-Americana y otros grupos de
la mafia terrorista de Miami, han financiado, organizado y ejecutado
desde territorio norteamericano, con absoluta impunidad, en la etapa
más reciente, y que incluyen atentados con bombas, intentos de
asesinatos de los líderes cubanos y ataques contra objetivos
vitales de nuestra economía.
Nuestro país jamás ha
permitido que su territorio sea utilizado para acciones terroristas
contra ningún Estado, sin excepción, y ha declarado que hará todo
cuanto esté a su alcance para impedirlo en el futuro.
Rechazo categóricamente
las calumnias del Director del FBI, Sr. Robert Mueller, ante el
Comité de Inteligencia del Senado, del 11 de febrero de 2003, que
pretenden presentar a Cuba como una amenaza para los Estados Unidos
y lo emplazo a presentar una sola evidencia al respecto.
Desde 1959 nuestras
finanzas son transparentes, nuestros bancos no atesoran ni lavan
dinero malhabido, nuestras instituciones no venden ilegalmente
información o tecnologías, ni toleran el tráfico de armas ni
sustancias peligrosas, ni nuestras fronteras amparan el crimen
transnacional.
Cuba hará cumplir las
leyes que soberanamente se ha dado y expresa su disposición a
cooperar con todos los países con pleno respeto por la Carta y el
Derecho Internacional.
Con ese espíritu, Cuba
propuso al Gobierno de EE.UU., sin ninguna condición y en
correspondencia con lo dispuesto en la resolución 1373 del Consejo
de Seguridad, el 29 de noviembre de 2001 —y reiteró en diciembre
de ese año y en marzo de 2002— los proyectos de tres Acuerdos
Bilaterales, a saber:
a) Proyecto de Programa
de Cooperación Bilateral Para Combatir El Terrorismo con medidas
para prevenir y erradicar la planeación, organización, ejecución,
apoyo o colaboración y financiamiento de cualquier acto terrorista
contra la otra Parte; propuestas acerca del intercambio de
información y cooperación investigativa y judicial.
b) Proyecto de Acuerdo
de Cooperación Para Combatir El Tráfico Ilícito De
Estupefacientes Y Sustancias Psicotrópicas.
c) Proyecto de Acuerdo
Sobre Tráfico Ilegal de Personas, planteado originalmente en
septiembre de 2001.
Aunque EE.UU. ha
rechazado, con meros pretextos, siquiera considerar los mismos, Cuba
mantiene la esperanza de que esa política cambie.
En plena crisis del
ántrax, en octubre de 2001, se ofreció al Gobierno de EE.UU. 100
millones de tabletas de ciprofloxacina, se hizo una donación
preventiva de dicho medicamento a los diplomáticos norteamericanos
radicados en La Habana, y en noviembre se ofertó el suministro de
equipos para la tipificación rápida a bajo costo de gérmenes y
cepas. En agosto de 2002, Cuba propuso investigaciones conjuntas
sobre el virus del Nilo Occidental.
Señor Presidente:
Es imposible eliminar el
terrorismo si se condenan algunos actos terroristas mientras se
silencian, toleran o justifican otros.
Por razones éticas,
debe cesar el uso del veto para impedir la acción internacional
dirigida a proteger al pueblo palestino del terrorismo de Estado de
Israel. Deben cesar también los suministros norteamericanos de
aviones, helicópteros y otros medios con que dicho terrorismo se
ejerce.
EL TERRORISMO CONTRA
CUBA CONTINÚA DESARROLLÁNDOSE DESDE TERRITORIO NORTEAMERICANO
El terrorismo contra
Cuba debe cesar.
En estas cuatro décadas
se han producido 691 actos terroristas contra Cuba, 68 de ellos en
los años noventa y 33 en los últimos cinco años. Como
consecuencia de ellos, han muerto 3 478 cubanos y 2 099 han quedado
incapacitados.
Esos mismos grupos, en
estos cuarenta años, realizaron 190 actos terroristas, contra
personas o bienes de terceros países radicados en territorio
norteamericano.
Señor Presidente:
El terrorismo contra
Cuba continúa realizándose desde territorio estadounidense con
absoluta impunidad.
El 3 de mayo de 1997 y
el 7 de mayo de 1998 se hizo llegar al Presidente de los EE.UU.
evidencia e información de actos terroristas realizados entre 1992
y esas fechas, incluidos planes para atacar aeronaves.
El 16 de junio de 1998,
Cuba entregó confidencialmente en La Habana a dos altos oficiales
del FBI, inobjetable, cuantiosa y detallada evidencia de esas
actividades, que incluía 331 folios, fichas de 64 connotados
terroristas, 4 horas y 38 minutos de filmaciones secretas y 21
intercepciones telefónicas.
En agosto de 1998, The
New York Times hizo a Cuba una solicitud de información para dar
continuidad a sus importantes revelaciones sobre los crímenes y
planes de Posada Carriles, sus viajes a EE.UU., sus conexiones con
la Fundación Nacional Cubano-Americana y sus vínculos con la CIA y
el FBI, que había publicado dicho periódico el 12 y 13 de julio
del mismo año, en relación con una campaña de 10 bombas en
hoteles de La Habana, organizada y financiada por la FNCA a través
de Posada Carriles, que costó la vida a un turista italiano y
heridas a 12 cubanos.
En respuesta a dicha
solicitud, el 12 de agosto de 1998, en La Habana, se entregó a The
New York Times esencialmente la misma información suministrada al
FBI dos meses antes, se le permitió entrevistar a terroristas
detenidos y se le dio acceso a un agente cubano que había penetrado
la Fundación Nacional Cubano-Americana, entonces todavía
encubierto, todo ello en exclusiva primicia.
La única respuesta del
FBI, fue detener, el 12 de septiembre de 1998, a Gerardo Hernández,
Ramón Labañino, Fernando González, René González y Antonio
Guerrero, quienes, como fue ampliamente probado, solo trataban, con
elevado altruismo y valor, de obtener información sobre los grupos
terroristas ubicados en Miami para prevenir sus actos violentos y
salvar vidas de cubanos y norteamericanos.
Fueron sometidos a 17
meses de confinamiento solitario y otros tratos crueles, inhumanos y
degradantes y a dos de ellos se les impide hasta ahora la visita de
sus esposas y de una hija que hoy tiene 4 años, mediante la
negativa de visas.
Una Corte venal de Miami
los sancionó a las penas máximas, sin las garantías del debido
proceso, por cargos falsos, incluidos los que el Fiscal pidió
retirar por falta de pruebas, con un Jurado sometido a la amenaza de
los grupos terroristas, la intolerancia de las organizaciones
radicales y de la prensa anticubanos. Varios connotados terroristas,
llamados por la Defensa a declarar, fueron cubiertos con la V
Enmienda.
Las sentencias de dos de
ellos, quienes son ciudadanos norteamericanos, fechadas
respectivamente los días 14 y 27 de diciembre de 2001, contienen, a
solicitud del Fiscal del Gobierno, este insólito párrafo que
insulta la memoria de las víctimas del 11 de septiembre a apenas
tres meses de ese crimen: "Como otra condición especial de libertad
bajo supervisión, se prohíbe al acusado que se asocie con o visite
lugares específicos donde se conoce que están o frecuentan
individuos o grupos, tales como terroristas, miembros de
organizaciones que propugnan la violencia, y figuras del crimen
organizado".
Señor Presidente:
El Presidente de los
EE.UU. ha declarado enfáticamente: "La justicia demanda que
aquellos que ayudaron o acogieron a los terroristas sean castigados —y
castigados severamente... Una de las cosas que haremos es aplicar la
doctrina... que dice, si usted acoge un terrorista, usted es tan
culpable como ese terrorista" y lanzó una guerra bajo ese concepto.
El 20 de mayo de 2002,
el Presidente Bush pronunció en Miami un ofensivo discurso
anticubano.
En esta foto, tomada de
la televisión norteamericana, aparece en la presidencia de ese
acto, a un metro del Presidente, Sixto R. Aquit Manrique, condenado
en 1995 a 5 años de prisión, 2 de prisión domiciliaria y 3 en
libertad bajo palabra como autor de un acto terrorista en Miami. En
1992 participó en un plan de atentado contra el Presidente cubano.
En 1993 atacó el buque maltés "Mykonos" y realizó suministros de
armamento con fines terroristas. El testimonio de 2 residentes en
Miami, en prisión en Cuba por una infiltración armada el 17 de
octubre de 1996, lo vinculan con esta. En 1998 se entregó al FBI
profusa evidencia sobre este sujeto.
En esta otra foto de ese
acto, aparece en la primera fila, Orlando Bosch Ávila. Se afirma
que había sido invitado a la presidencia y luego se le cambió de
lugar. El 23 de enero de 1989, el Procurador General Adjunto de los
EE.UU. Joe W. Whitley escribió en una Decisión Secreta para
denegarle asilo y deportarlo después de su entrada ilegal a EE.UU.
y detención en 1988, que el Gobierno de EE.UU. poseía información
confidencial que confirmaba que "... la detonación de una bomba, el
6 de octubre de 1976, en un avión de línea cubano, había sido una
operación del CORU dirigida por Bosch".
El documento —desclasificado
y circulado al Consejo de Seguridad en 1992 (S/23890)— confirma "...
la participación de Bosch, entre 1961 y 1968, en más de 30 actos
de sabotaje y violencia en los EE.UU., Puerto Rico, Panamá y Cuba.
Los actos incluían la detonación de una bomba... en el barco
británico "Granwood", en el buque japonés "Asaka Maru" y en el
barco japonés "Mikagesan Maru"... intento de asesinato del
Embajador de Cuba en Buenos Aires... en 1975, detonación de una
bomba... en 1976 en la Embajada de México en Ciudad de Guatemala,
planes en 1977 para asesinar a un diplomático de alto rango...
Entre junio de 1976 y marzo de 1977... 16 episodios que comprendían
detonaciones de bombas, intentos de secuestro, asesinatos
políticos... en EE.UU., España, el Caribe, América Central y
América del Sur".
Sin embargo, la
deportación de Bosch fue cancelada a pesar de que una Corte había
respaldado la decisión del Departamento de Justicia, y luego fue
perdonado por el Presidente George Bush en 1990 y se le concedió
residencia en los EE.UU.
El 6 de junio de 2002,
en la radio, y después, el 16 de junio, en el Diario de las
Américas, Orlando Bosch reiteró el llamado a la utilización del
terrorismo contra Cuba. Ya el 22 de agosto de 2001, había publicado
una "Declaración de Principios" en la que consideraba legítimas y
necesarias las acciones terroristas contra Cuba.
Al día siguiente, en
The Herald, Mas Santos, jefe de la terrorista Fundación Nacional
Cubano-Americana, también en la presidencia del acto del 20 de
mayo, declaró su acuerdo con dicha "Declaración de Principios".
El 5 de diciembre de
2002, el Miami New Times citó a Bosch diciendo: "Todos los que
estaban en ese avión eran esbirros", refiriéndose a la aeronave
cubana que hizo explotar con 73 pasajeros a bordo, incluido el
equipo juvenil cubano de esgrima.
En las imágenes del
acto del 20 de mayo aparece también Roberto Martín Pérez, jefe
del grupo paramilitar de la Fundación Nacional Cubano-Americana y
uno de los organizadores del plan de atentado al Presidente cubano
en ocasión de la Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita en
noviembre de 1997. Fueron entonces detenidos 4 conocidos terroristas
en una embarcación propiedad de José A. Llama, directivo de la
FNCA. Uno de los fusiles de francotirador pertenecía a Francisco
Hernández, presidente de la FNCA. Los detenidos resultaron
absueltos en un proceso espurio denunciado por la prensa
norteamericana. Martín Pérez fue también el organizador de otro
atentado, abortado durante la Cumbre de Cariforum, en República
Dominicana, en agosto de 1998.
Por su parte, el
terrorista Rodolfo Frómeta Caballero, jefe de Comandos F-4, en un
periódico miamense llamado La Verdad publicó, el 9 de enero de
2003, "En el 2003 seguimos en guerra". Ya anteriormente, el 31 de
diciembre de 2002, El Nuevo Herald, había confirmado la
participación de su grupo en un atentado supuestamente perpetrado
en Cuba y, como si fuera poco, el 29 de enero de 2003, el Wall
Street Journal se refirió a la alianza de dicha organización con
grupos venezolanos residentes en Miami que se organizan y entrenan
militarmente para enfrentar al Gobierno Constitucional de Venezuela.
Sobre dicho terrorista se entregó también información al FBI.
Posada Carriles,
también autor de la explosión del avión cubano, oficial de la CIA
por muchos años, escapó de una cárcel venezolana en una
operación organizada y financiada por la Fundación Nacional
Cubano-Americana. Según actas del Senado de EE.UU., reapareció
como parte del dispositivo del Contra-gate cobrando salarios
respectivamente de la CIA y el Departamento de Estado de los EE.UU.
Viajó libremente a Miami en 1997 y 1998. Fue responsable de la
mencionada campaña de bombas en hoteles de La Habana en 1997;
organizó un atentado contra el Presidente cubano, en ocasión de la
Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita; y ahora está en prisión
en Panamá en espera de juicio por tratar de volar con 20 kg de C-4
y 50 paquetes de Semtex, el 16 de noviembre de 2000, el Paraninfo de
una Universidad, mientras sesionaba otra Cumbre Iberoamericana,
durante un discurso del Presidente Fidel Castro al que asistían
miles de profesores y estudiantes panameños.
Fueron detenidos con
él, Pedro Remón Rodríguez, autor del asesinato, también un 11 de
septiembre, pero de 1980, de un diplomático cubano acreditado ante
las NN.UU.; Guillermo Novo Sampoll, responsable del disparo de un
misil contra este mismo edificio de las NN.UU. en 1964 y asesino del
diplomático chileno Orlando Letelier y de la ciudadana
norteamericana Ronnie Moffit, en 1976; Gaspar Jiménez Escobedo,
asesino de un funcionario cubano en México en 1976 y organizador de
un atentado contra el Embajador de Cuba ante las NN.UU. en 1980.
En un acto reciente en
Miami, el 15 de noviembre de 2002, para rendir homenaje a los
terroristas detenidos en Panamá, Orlando Bosch nuevamente
reivindicó el terrorismo contra Cuba; pero el más elocuente orador
de ese acto fue precisamente Dionisio Suárez, quien cumplió
sentencia de 12 años de prisión por el asesinato de Letelier y
Moffit. Al referirse a las acciones que esos terroristas pretendían
realizar en Panamá, dijo: "Ellos merecen respeto, merecen
aplausos...". Suárez fue invitado también al acto presidencial del
20 de mayo.
Mientras, en Panamá se
dilata el juicio, se eliminaron los cargos más graves, disfrutan de
una reclusión lujosa, se debilitan las medidas de seguridad, se
permite viajar libremente y reunirse con ellos a connotados
terroristas de la Fundación Nacional Cubano-Americana residentes en
Miami, quienes financian su defensa, se rechazó la solicitud de
extradición de Cuba a pesar de nuestra propuesta de que lo juzgue
en La Habana un tribunal internacional y de las garantías de que no
se le impondrá la pena máxima, y no ha habido respuesta al pedido
de extradición de Venezuela. Hay razones fundadas para temer que
ese acto terrorista quede impune.
El 11 de noviembre de
2002, una aeronave cubana AN-2 fue secuestrada y llevada a
territorio estadounidense. En vez de juzgar a los 8 autores, se les
concedió asilo. La nave, en vez de ser devuelta, fue subastada.
Hace dos semanas, el 7
de febrero, en medio de la alerta antiterrorista "naranja" en
EE.UU., arribó sin ser interceptada y atracó en Cayo Hueso una
embarcación militar del servicio de guardafronteras cubano con 4
hombres armados en uniforme de camuflaje. Aunque la embarcación fue
retornada, los secuestradores no han sido devueltos a Cuba ni
instruidos de cargos.
Señor Presidente:
Con completa impunidad y
con la complicidad de las autoridades de los EE.UU., en Miami se
proveen y recaudan fondos para realizar actos terroristas, las
cuentas bancarias que financian el terrorismo operan abierta y
normalmente, se recluta a terroristas, se produce el abastecimiento
de armas, se ofrece refugio seguro y se les permite el uso del
territorio a quienes financian, planifican y cometen actos de
terrorismo.
El Consejo de Seguridad
ha sido informado a lo largo de los años. En 1992, Cuba pidió al
Consejo de Seguridad que actuara, pero el proyecto de resolución
cubano S/23990 ni siquiera fue considerado. El Representante de
EE.UU. calificó esa sesión de pérdida de tiempo (S/PV.3080).
Tanto en el año 2001,
como en el 2002, Cuba presentó una amplia información al Comité
Antiterrorismo del Consejo de Seguridad.
Cuba espera que el
Consejo de Seguridad y su Comité Antiterrorismo actúen.
Cuba espera una acción
enérgica y responsable de la comunidad internacional.
¿Acaso la resolución
1373 no será aplicable al terrorismo que permanentemente y con
evidente impunidad se lleva a cabo desde territorio norteamericano
contra Cuba?
Muchas gracias.
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