18 de octubre de 2004
Los 5 de Miami: una conexión
olvidada
MIGUEL LOZANO
Entrevista con Ricardo
Alarcón, presidente del Parlamento cubano
Un grupo de agentes del FBI se
levantó temprano el pasado 26 de agosto y se dirigió al aeropuerto de Opa
Locka en el estado de Florida. Poco después llegaban en un pequeño jet Lear
tres terroristas de origen cubano, con fechorías en México, Venezuela, Estados
Unidos y otros países.
Nadie
ha establecido una conexión del indulto de los terroristas en Panamá con el
caso de los cinco, porque este último es un tema tabú en la prensa
norteamericana, expresó el presidente del Parlamento Cubano
Sólo unas horas antes la
entonces presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, los había indultado junto
al cabecilla del grupo, Luis Posada Carriles, quien salió con rumbo
desconocido.
Posada y sus cómplices habían
planificado en el 2000 volar el Paraninfo de la Universidad de Panamá para
matar al presidente cubano, Fidel Castro, de visita con motivo de la X Cumbre
Iberoamericana. Hechos como la voladura de un avión civil cubano en 1976 que
costó la vida a 73 personas, por lo que todavía Posada debe rendir cuentas
ante la justicia, confirman el carácter terrorista del grupo.
En entrevista exclusiva con
Prensa Latina, Alarcón llama la atención sobre una conexión con el caso que,
curiosamente, los medios de información norteamericanos han escamoteado.
Se trata de los llamados
"Cinco de Miami", jóvenes cubanos que buscaban información
entre grupos violentos, en un intento por impedir acciones contra su pueblo y
hasta víctimas de otros países, como sucedió en el caso de la aeronave en
1976.
Mientras se recibía al amparo
del FBI a los terroristas indultados, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero,
Fernando González, René González y Ramón Labañino cumplían sus condenas
que van desde 15 años de prisión hasta dos cadenas perpetuas más 15 años.
PL: ¿Cuál considera
usted es el vinculo entre ambos casos?
RA: Hay una relación evidente:
el terrorismo. Porque la esencia del caso de los cinco, el punto de vista moral
y jurídico es el derecho y la necesidad de Cuba de defenderse del terrorismo
con asiento en el territorio norteamericano, particularmente en Florida.
¿Alguien puede tener dudas de
que esa realidad existe después que se ha producido la llegada a Estados
Unidos, impune, sin el menor problema ni contratiempo de un grupo de personas
que son no sólo confesos sino convictos de acciones terroristas?
Uno de ellos (Gaspar Jiménez)
se escapó de una prisión en México. Los otros dos han cometido delitos de
terrorismo en Estados Unidos: en un caso el asesinato de Orlando Letelier y en
el otro de un cubano en la propia Miami.
Según las normas
norteamericanas, una persona de la que se sospeche vinculación con el
terrorismo no puede residir en Estados Unidos. Estos no, estos caballeros entran
allá sin problema.
Es obvio que hay una
convivencia y tolerancia con el terrorismo anti-cubano en Estados Unidos y Cuba
tiene que defenderse buscando información para saber de esos planes y la única
forma — pues no puede ser con colaboración norteamericana—, es mediante la
labor, el sacrificio de gente como los cinco compañeros.
La gran dificultad que tenemos
es la cortina de silencio impuesta. Hoy se habla mucho de la llegada de esas
personas a Miami, pero a nadie se le ocurre hacer una conexión entre los dos
casos.
PL: ¿Y Luis Posada Carriles?
RA: De Posada se dice que no
llegó a Miami, que se quedó en el camino, pero a mí no me consta, es fugitivo
de una prisión venezolana, pues se escapó antes de ser juzgado por la terrible
acusación de dirigir la voladura del avión civil cubano.
Un señor, además, que ha
confesado sus responsabilidades terroristas: la entrevista salió en The New
York Times en la primera plana dos días consecutivos en 1998.
PL: ¿Pero, si estuviera en
Estados Unidos, por qué lo negarían?
RA: Porque si estuviera allí
estarían contra la pared y tendrían que cumplir con la resolución propuesta
por ellos y aprobada en la ONU contra el terrorismo.
En el caso de Posada está la
acusación por lo del avión, porque de esa nunca respondió. Él "se
escapó" de una cárcel venezolana y después pasó a trabajar directamente
bajo las órdenes de Oliver North, quien desde la Casa Blanca dirigía el
capítulo llamado Irán-Contras.
Todo eso está en la
documentación presentada en el Senado norteamericano.
Repito, no tengo la menor idea
de donde está Posada, pero no me trago así tan fácilmente el cuento de que
está por otro lugar, porque eso puede ser parte del movimiento para que nadie
lo busque en su verdadero paradero. Puede que este en Centroamérica como en los
años 80, pero protegido por el gobierno de Estados Unidos.
La leyenda de Posada es que no
está en Estados Unidos, pero en la entrevista a The New York Times él dice que
entraba y salía (de territorio norteamericano) como le daba la gana.
A mí francamente no me consta
que no esté en Miami. Porque el lugar más seguro para él es precisamente
Estados Unidos.
Lo que pasa es que pudiera
haber algún escándalo, alguna gente allá que hiciera rollo con esto.
PL: ¿Cómo marcha el proceso
de apelación de los 5"
RA: Una de las cuestiones
técnicas básicas de la apelación es la necesidad de haber dado el juicio en
otro lugar, fuera de Miami.
¿Quién puede dudar que Miami
no era un lugar adecuado para juzgar a quienes estaban allí tratando de
averiguar lo que esa mafia planeaba después que han llegado allí con todos los
honores estos terroristas y no se le ocurrió a nadie expresar indignación?
Nadie ha conectado una cosa con
la otra, porque el tema de los cinco es tabú. Se pretende que no se hable
de él y se mantenga en la oscuridad.
PL:¿Tiene alguna previsión
del resultado de la apelación?
RA: Se está esperando el
pronunciamiento. En Estados Unidos todos los casos judiciales con un fondo
político no se han resuelto sólo por la cuestión técnica o la fuerza de los
argumentos jurídicos, sino han implicado siempre un ángulo de movilización y
denuncia.
Hay un gran problema: que este
caso prácticamente no existe si uno lo mira a partir de los medios masivos de
comunicación, pese a que siempre el primer lugar (de los programas más vistos)
lo ocupan temas judiciales.
La gente está enterada de los
detalles y peripecias de casos como la acusación de violación al basquebolista
Koby Bryan, sin embargo de los 5 no se ha dicho una palabra.
PL: ¿Nada?
RA: Sólo unos cinco minutos de
una excepcional información dio la Fox News, de una periodista que vino aquí
con motivo de la visita del Patriarca Bartolomeu.
Hubo un artículo de The New
York Times el año pasado en relación con un aspecto, que es la negativa de
visas a los familiares de René González y en marzo un anuncio pagado en ese
periódico por un grupo de personas que hizo una colecta dificultosa porque
estaban pidiendo dinero para un caso desconocido por la gente.
Después algo semejante
hicieron en El Diario/La Prensa de Nueva York, también un anuncio pagado.
No ha habido más nada y no se
trata de que el tema no tenga atractivo para ese público, educado con un gusto
enfermizo por el tema judicial, al que el periodismo norteamericano le dedica
más espacio y más recursos.
PL: Entonces, ¿Dónde está
ahora el proceso?
RA: Es una pregunta que siempre
me hacen: en ninguna parte, a la espera que los magistrados se pronuncien. Si se
pregunta lo mismo en relación con Bryan u otros similares el vocero
siempre dice algo nuevo. En el caso de los 5 ¿Qué hay? Nada.
No hay que esperar,
desgraciadamente, cosas muy lógicas, porque el tribunal se va a pronunciar en
el vacío, sin un nivel de conciencia del tema.
Es muy difícil realmente que
ellos vayan a hacer justicia o reparar una gravísima injusticia como en este
caso, sin que exista una preocupación, un malestar, un interés en la sociedad
norteamericana.
Tomado de Prensa
Latina
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