27 de marzo de 2009
Hecho sin precedente
Diez premios Nobel se dirigen a la Corte Suprema de EE.UU.
El caso de Los Cinco, una verdad silenciada por la gran
prensa
El pasado 6 de marzo ocurrió algo sin precedente en la historia de Estados
Unidos. El suceso hubiera sido noticia de primeras planas y noticiarios en el
territorio de la potencia imperial y en cualquier latitud del planeta, si no
estuviera relacionado con una verdad irrebatible y también inédita: el apoyo a
Cuba y a cinco de sus hijos, injustamente prisioneros en cárceles
norteamericanas por combatir el terrorismo contra su país y en el mundo.
La
solidaridad con Los Cinco crece en la medida en que la opinión pública va
conociendo la verdad del caso.
Ese día fueron expuestos ante la Corte Suprema de Estados Unidos un total de
12 documentos de amigos de la Corte (amicus curiae brief), en apoyo a la
petición presentada por la defensa de los Cinco el pasado 30 de enero para que
la Corte reexamine el caso.
Estados Unidos calla y hace callar a la opinión pública. El gran paradigma de
la libertad de expresión ha silenciado tan singular hecho. El presidente de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón de Quesada, expresaba que
bajo los propios conceptos académicos estadounidenses, si un perro muerde a un
hombre no es noticia, pero si un hombre muerde a un perro entonces sí es una
gran noticia. Ahora, con este apoyo se ha producido una gigantesca reacción y,
nada, se la tragó la tierra.
La
gran prensa norteamericana e internacional ha tendido un manto de silencio sobre
el respaldo a los antiterroristas cubanos.
Constituye un hecho sin precedente, ya que representa el mayor número de
amicus que se haya presentado ante la Corte Suprema de Estados Unidos para la
revisión de un proceso penal.
Diez Premios Nobel, entre los que figuran el presidente de Timor Leste, José
Ramos Horta; Adolfo Pérez Esquivel; Rigoberta Menchú; José Saramago; Wole
Soyinka; Zhores Alferov; Nadine Gordimer; Günter Grass; Darío Fo y Máiread
Corrigan Maguire. El Senado de México en pleno; la Asamblea Nacional de Panamá;
Mary Robinson, presidenta de Irlanda (1992-97) y Alta Comisionada de Derechos
Humanos de Naciones Unidas (1997-2002) suscribieron los amicus. A ellos se
sumaron cientos de legisladores de todo el mundo, así como organizaciones de
abogados y legisladores.
A continuación Granma reproduce los amicus donde los diez Premios
Nobel suscriben la petición presentada por la defensa. De la misma manera,
ofrece las Razones para conceder la petición, bajo la firma de Michael Ratner,
abogado representante.
INTERESES DE LOS AMIGOS DE LA
CORTE
Los Amigos de la Corte son diez laureados con el Premio Nobel, de ideologías
políticas diversas, que han dedicado gran parte de sus vidas a la defensa de la
justicia. Todos provienen de países donde la existencia de tribunales justos e
imparciales ha sido tema de gran preocupación a lo largo de sus vidas.·Ellos y
sus compatriotas han buscado orientación en el sistema legal de Estados Unidos,
su Constitución y sus protecciones legales que garantizan la celebración de
juicios justos e imparciales.· Están consternados por las condenas impuestas en
este caso y consideran que si se mantienen darán un mal ejemplo a los países
donde el imperio del derecho no está consolidado y denigrará la reputación del
sistema legal estadounidense.
Como miembros de la comunidad internacional, los Amigos de la Corte desean
subrayar las violaciones a los principios legales internacionales que dictan el
derecho a un juicio justo e imparcial, principios modelados a partir de las
normas estadounidenses. Los tratados internacionales ratificados por Estados
Unidos y el derecho internacional tradicional reflejan el requisito
constitucional estadounidense de un juicio justo.·El Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos dispone que "toda persona tendrá derecho a ser oída
públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente,
independiente e imparcial, establecido por la ley".·(Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos, art. 14, 19 de diciembre de 1966, 999 U.N.T.S.
171. Numerosos tratados y declaraciones in-ternacionales también lo exigen.)
Durante varios años los Amigos de la Corte han seguido atentos la evolución
de este caso.·Por ejemplo, en el 2003, Nadine Gordimer escribió una carta a The
New York Times donde declaraba que en "el juicio celebrado en Miami los cargos
sólo fueron escuchados por un jurado prejuiciado, puesto que en el área existe
una fuerte presencia de enemigos declarados de Cuba".· En el 2005 los Amigos de
la Corte firmaron una carta al Fiscal General Alberto González donde denunciaron
que los demandantes seguían encarcelados pese a que el Tribunal del Onceno
Circuito había revocado sus condenas a causa de la imposibilidad de recibir un
juicio justo e imparcial en Miami, Florida.·
En dicha carta, que posteriormente fue firmada por miles de destacadas
personalidades internacionales, los Amigos de la Corte abordaron la opinión
emitida en el 2005 por el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la
Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, según la cual la detención
de los demandantes era arbitraria y violaba el Artículo 14 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Esa fue la primera ocasión en que
un Grupo de Trabajo dictaminó que un proceso judicial estadounidense violaba la
prohibición de detenciones arbitrarias. El Grupo de Trabajo determinó que el
"clima de prejuicios y parcialidad contra los acusados" era tan extremo que el
proceso no cumplió "los principios de objetividad e imparcialidad requeridos
para cumplir las normas de un juicio justo" y "confirieron un carácter
arbitrario a su privación de libertad". Decenas de organizaciones e individuos
de todo el mundo —entre las que figuran, por ejemplo, parlamentos nacionales y
comisiones parlamentarias de los derechos humanos— se sumaron a la denuncia.
Nunca antes en la historia moderna de Estados Unidos un juicio penal despertó
tanto interés a escala internacional.
Los Amigos de la Corte expresan su preocupación sobre la intimidación de que
fueron objeto los miembros del jurado, la aplicación selectiva de la ley y la
atmósfera prejuiciada de la comunidad donde se celebró el juicio. Son asimismo
conscientes de los actos de violencia y hostilidad contra el gobierno cubano y
de los esfuerzos por silenciar a individuos, en especial aquellos que residen en
Miami, calificados como "partidarios" de Cuba o interesados en un diálogo con
dicha nación. Tampoco ignoran que en ocasiones los Estados Unidos se negaron a
impedir y castigar acciones ilegales contra Cuba o contra individuos que
manifiestan su interés en la normalización de las relaciones con dicho país y no
aplicaron las leyes que prohíben y regulan la posesión de armas y explosivos a
quienes apoyan el derrocamiento del gobierno cubano.
Los Amigos de la Corte consideran que, en esas circunstancias, los
demandantes no pudieron recibir un juicio justo e imparcial y, por ende, sus
sentencias y condenas son injustas.
RAZONES PARA CONCEDER LA PETICION
I. Los demandantes no recibieron un juicio justo e imparcial porque los
miembros del jurado no pudieron fallar en el juicio sin temor a represalias de
la comunidad opuesta a Castro.
II. Los demandantes no recibieron un juicio justo e imparcial porque los
miembros del jurado no pudieron abstraerse de los prejuicios contra cualquier
individuo asociado con el Gobierno cubano predominantes en la comunidad a la
hora de emitir su fallo.
III. La sentencia de conspiración para cometer asesinato impuesta a Gerardo
Hernández demuestra que la selección de un jurado libre de prejuicios contrarios
a Castro y sin temor a futuras represalias, era necesaria para garantizar un
juicio justo e imparcial.
IV. El hecho de que los tribunales estadounidenses no hayan rechazado el
fallo de un jurado contaminado por la intimidación y el temor a la violencia
estimula el que no se tenga en cuenta el derecho a un juicio justo.
José
Ramos-Horta
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1996. Es Pre-sidente de Timor Leste.
Antes de ser electo Presidente, fue nombrado como el primer Canciller del país
en el 2002 y Primer Ministro en el 2006. Estudió Derecho Internacional en La
Haya y es miembro no numerario del St. Antony’s College de la Universidad de
Oxford.
Wole
Soyinka
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1986. Soyinka, escritor nigeriano,
está considerado como el dramaturgo más importante de África. Fue el primer
africano en ganar el Premio Nobel de Literatura. Criticó abiertamente los
regímenes autoritarios nigerianos y permaneció casi dos años encarcelado durante
la Guerra Civil de Nigeria por sus intentos de negociar un acuerdo de paz.
Durante la dictadura del General Sani Abacha (1993-1998) vivió exiliado en
Estados Unidos. Es profesor de la Universidad de Nevada-Las Vegas y profesor
residente de la Universidad de Loyola Marymount.
Adolfo
Pérez Esquivel
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980. Nacido en Argentina, es cofundador
de la organización pacífica cristiana, Servicio Paz y Justicia, que promueve los
derechos humanos en toda Latinoamérica. Pérez Esquivel fue encarcelado y
torturado en Ecuador y Argentina a finales de los setenta por su labor pacifista
y de defensa de los derechos humanos, que incluyó la realización de una campaña
internacional para exhortar a las Naciones Unidas a crear la Comisión de
Derechos Hu-manos. Recibió el Premio de la Paz Papa Juan Pablo XXIII.
Nadine
Gordimer
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1991. Gor-dimer nació en Sudáfrica
donde ha vivido toda su vida. Su obra literaria expone conflictos morales y
raciales, en particular el apartheid. Algunos de sus libros fueron prohibidos
por el Gobierno del apartheid sudafricano. Participó activamente en el
movimiento antiapartheid sudafricano e integró el Congreso Nacional Africano.
Prosigue su labor política mayormente en campañas contra la censura y en apoyo a
los enfermos de SIDA.
Rigoberta
Menchú
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992. Menchú, india quiche de Guatemala,
participó activamente en los esfuerzos de re-forma en Guatemala, en particular
en los relacionados con los derechos de las mujeres y los campesinos indígenas.
Su familia, incluyendo a su hermano, su madre y su padre, fue arrestada,
torturada y asesinada por el régimen militar guatemalteco. Men-chú tuvo que
exiliarse en México en 1981, donde escribió su libro reconocido
internacionalmente, Yo, Rigoberta Menchú. En la actualidad es Embajadora de
Buena Voluntad de la UNESCO y continúa su labor a favor de las comunidades
campesinas indígenas de Guatemala.
José
Saramago
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1998. Nacido en Lisboa, Portugal,
Sara-mago fue cofundador del Frente Nacional para la De-fensa de la Cultura en
1992. Es novelista, dramaturgo y periodista. Su obra es famosa por su empatía
con la condición humana. Continúa escribiendo sobre temas relacionados con los
derechos humanos.
Zhores
Alferov
Recibió el Premio Nobel de Física en el 2000. Físico ruso, inventó el
heterotransistor, descubrimiento tecnológico que contribuyó al avance de la
tecnología electrónica digital, incluidos los teléfonos celulares, los lectores
de código de barra y los reproductores de música. Ha participado activamente en
los asuntos políticos rusos y es miembro del Parlamento ruso desde 1995.
Darío
Fo
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1997. Es dramaturgo, director,
escenógrafo, diseñador de vestuario y compositor musical italiano. Su obra ha
sido calificada de controvertida en Italia por lo que recibió varias amenazas de
muerte. Su obra ha sido interpretada en todo el mundo.
Günter
Grass
Recibió el Premio Nobel de Literatura en 1999. Grass, autor prolífico, ha
ganado varios premios literarios y un museo archivístico fue fundado en su honor
en Bremen, Alemania. Grass ha participado activamente en la vida política
alemana, incluido el movimiento pacifista y las elecciones. En la actualidad
está enfrascado en la creación de un museo germano-polaco para las obras de arte
perdidas durante la Segunda Guerra Mundial.
Máiread
Corrigan Maguire
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1976 en reconocimiento a su labor a
favor de la paz y la resolución de conflictos armados. Es cofundadora de Com-munity
of Peace People (Comu-nidad de Pacifistas), organización que instaba a la
solución pacífica de los conflictos de Irlanda del Norte. En la actualidad
prosigue su labor y ha viajado a más de 25 países. En 1992 recibió el Premio a
la Paz y la Libertad Pacem in Terris, nombrado en honor al Papa Juan Pablo XXIII. |