Cuando el 9 de agosto de 2005, el Panel de 3 jueces de la Corte
de Apelaciones de Atlanta, determinó unánimemente revocar las condenas y ordenar
un nuevo juicio para los Cinco Antiterroristas cubanos presos en cárceles de
Estados Unidos, al considerar que Miami no era una sede aceptable para
juzgarlos, parecía que al fin el sistema judicial norteamericano haría justicia
en este largo proceso lleno de arbitrariedades y manipulación.
Un año después el Pleno de la Corte, en inédito veredicto en la
historia judicial norteamericana, falló en contra del dictamen de sus tres
jueces, validó el juicio celebrado en Miami y remitió de nuevo el caso al Panel
para considerar el resto de los asuntos impugnados por la defensa.
Luego de 22 meses de espera, el pasado 4 de junio, el Panel de
tres jueces, rechazó casi todos los argumentos de apelación alegando que los
mismos "carecían de mérito" y ratificó los veredictos de culpabilidad de los
Cinco antiterroristas cubanos y dos sentencias, las de René González (15 años) y
Gerardo Hernández (dos cadenas perpetuas, más 15 años).
Asimismo, anuló tres de las sentencias: Ramón Labañino (cadena
perpetua más 18 años), Antonio Guerrero (cadena perpetua más 10 años) y Fernando
González (19 años) enviándolas a la Corte de Miami para que sean revisadas por
la misma jueza, Joan Lenard, que impuso las desmesuradas penas que ahora la
Corte superior declara contrarias a la ley. Al indicar errores en las sentencias
del cargo de "conspiración para cometer espionaje" los jueces reconocieron,
después de 10 años, lo que el propio Gobierno al inicio del proceso había
reconocido a través de su Secretaría de Defensa: que no había nada en la
información obtenida por los Cinco que tuviera carácter secreto ni afectara la
seguridad nacional de Estados Unidos.
La decisión 2-1 de ratificar la condena a Gerardo Hernández por
el cargo de "conspiración para cometer asesinato" ignora lo confesado por la
Fiscalía durante el juicio y ante la Corte de Apelaciones al admitir que no
había podido demostrar ese cargo y que "a la luz de las pruebas presentadas"
ello constituía un "obstáculo insuperable" que debería conducir al fracaso de la
acusación. La jueza Kravitch en opinión discrepante se opuso en el Panel a la
ratificación de este cargo considerando que el Gobierno no había presentado
evidencia alguna para fundar su acusación.
La decisión de 99 páginas fue redactada, por el juez, William
Pryor, designado por la Corte para formar parte del Panel en el 2007, quien con
un lenguaje plagado de prejuicios anti-cubanos favorece explícitamente la
posición del Gobierno e incluso cambia hechos mencionados por ese mismo Panel en
su decisión anterior a favor de los acusados y manipula otros que forman parte
del expediente del caso.
El nombramiento de Pryor como Juez Federal por el Presidente
Bush fue altamente controversial por sus posiciones de ultraderecha y generó
denuncias en importantes círculos políticos y de la opinión pública
norteamericana, que afirmaron que sus criterios legales extremos y equivocados
harían que el nivel federal de justicia tuviera menos habilidad para proteger
los derechos constitucionales. Este juez, fue confirmado en el cargo por el
Senado con el voto en contra de 45 legisladores, mediante un arreglo negociado
por el hoy candidato presidencial republicano, John McCain.
Llama la atención que esta decisión se da a conocer en el
contexto del actual proceso eleccionario norteamericano, y en momentos en que el
gobierno de Estados Unidos intensifica sus maniobras para dar permanente
protección, negándose a extraditarlo a Venezuela, al connotado y confeso
terrorista Luis Posada Carriles, fugado de una cárcel venezolana, cuando era
juzgado por la destrucción en pleno vuelo de un avión civil cubano con 73
personas a bordo, violando así convenios internacionales contra el terrorismo.
Nuestros Cinco patriotas próximos a cumplir 10 largos años de
injusto y cruel encarcelamiento, sometidos a inhumanos castigos, privados de las
visitas regulares de sus familiares, y dos de ellos sin ninguna visita de sus
esposas, sólo guardan prisión por ser cubanos que luchaban contra los grupos
terroristas asentados en el sur de la Florida con la protección de las
autoridades norteamericanas.
La Asamblea Nacional del Poder Popular, haciendo suya la justa
indignación de todo el pueblo cubano y de los familiares de nuestros Cinco
compañeros, condena esta absurda decisión y la continua manipulación de que es
objeto este arbitrario proceso. En ese sentido saluda y respalda la Declaración
y los acuerdos adoptados en el Encuentro Parlamentario Latinoamericano-caribeño
realizado en Panamá el 7 y 8 de julio de 2008 y llama a los parlamentos de todo
el mundo a sumarse a esta iniciativa y a emprender otras acciones hasta alcanzar
la liberación de nuestros Cinco compatriotas.
Asamblea Nacional del Poder Popular de la República de Cuba
La Habana, julio 11 de 2008 "AÑO 50 DE LA REVOLUCIóN"