Desde hace más de nueve años, cinco cubanos
permanecen encarcelados en los Estados Unidos. Sobre ellos pesan
extensas condenas, resultado de un juicio politizado, celebrado en
la ciudad de Miami. Los Cinco ayudaban a monitorear planes
terroristas organizados contra Cuba desde la Florida por grupos
cubanos de ultraderecha.
El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias
de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas declaró
arbitraria su detención, y un panel de tres jueces, encargado de
examinar el caso por la Corte de Apelaciones de Atlanta, acordó por
unanimidad declarar no válido el juicio e indicó revocar las
sentencias dictadas en Miami. Con posterioridad, el pleno de la
Corte, en votación dividida revocó esa decisión, y en este momento
el caso sigue en apelación.
Los Cinco han permanecido aislados en prisiones
de máxima seguridad, bajo crueles condiciones de reclusión, en
violación de sus derechos humanos y de las propias leyes
estadounidenses. A dos de ellos se les ha privado del derecho a
recibir visitas de sus esposas.
Sumamos nuestras voces a todas las que en el
mundo reclaman el cese inmediato de esta enorme injusticia. No
debemos cejar en el empeño hasta que la verdad se abra paso y estos
hombres retornen a su país y a sus familias.