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10 de Abril de 2002 Dos de los cubanos prisioneros en EE.UU. reciben membresía de
Honor de la Unión de Periodistas de Cuba
Gerardo Hernández y René González, dos de
los cinco cubanos prisioneros en EE.UU. luego de recibir severas condenas en amañados
procesos judiciales, recibieron la condición de Miembros de Honor de la Unión de
Periodistas de Cuba y la distinción Félix Elmuza, la más alta que otorga esa
organización, durante el 5º Pleno ampliado de su Comité Nacional, al que asistió el
presidente Fidel Castro.

Junto a Fidel, el jefe del
Departamento Ideológico
del Comité Central del Partido,
Rolando Alfonso Borges;
Tubal Páez, presidente de la
UPEC y otros ejecutivos de la
organización.
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Los reconocimientos a Gerardo y René
sancionados a cadena perpetua y a 15 años de cárcel, repectivamente fueron
recibidos por sus esposas, Adriana Pérez y Olga Salanueva.
De acuerdo con la resolución aprobada en el
Pleno, las condecoraciones responden a las notas y caricaturas de Gerardo y las crónicas
escritas por René en su diario, que permitieron llevar a la opinión pública local e
internacional la injusticia del proceso y demostrar la legitimidad que asiste a Cuba de
defenderse de las agresiones perpetradas desde EE.UU.
Gerardo, además, colaboró durante los
años 80 en la publicación humorística El Muñe. Una muestra de sus caricaturas fue
presentada en el Palacio de Convenciones, sede del Pleno de la UPEC.
Fidel conversó animadamente con los
periodistas sobre distintos planes de la Revolución y contó detalles de los programas en
desarrollo para que los cubanos alcancen una cultura general e integral como parte de una
particular batalla de ideas, en función de una sociedad más justa y plena. De ahí que
expresara su confianza en el futuro del país y que se siente un hombre privilegiado al
haber nacido aquí.
Los colegas de la prensa ofrecieron sus
puntos de vista sobre cómo la tecnología en los medios ha permitido llevar más
eficazmente el mensaje de Cuba al mundo, particularmente en tiempos de injusticia como los
que viven hoy los cinco cubanos condenados en EE.UU. por supuesto espionaje, cuando en
realidad protegían a su país del terrorismo organizado desde territorio norteamericano.
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