El
caso de los Cinco "es una aberración jurídica", afirmó la víspera el presidente
del sexagésimo tercer periodo de sesiones de la Asamblea General de la
Organización de las Naciones Unidas, Miguel d'Escoto, durante un encuentro con
familiares de los antiterroristas cubanos, prisioneros políticos en cárceles
norteamericanas hace 11 años.
D'Escoto, quien se encuentra en La Habana en visita de trabajo, reiteró su
crítica a la autoproclamada guerra contra el terrorismo lanzada por la Casa
Blanca y dijo que es totalmente absurdo que Gerardo, Antonio, Ramón, Fernando y
René estén en prisión, precisamente, por haber obtenido información sobre planes
criminales que "desde Miami se preparaban en contra de la hermana y siempre
solidaria República de Cuba".
Adelantó que ese será uno de los temas que abordará en el discurso final de
su mandato ante la Asamblea General, el próximo 14 de septiembre, y ratificó su
compromiso personal con esta causa "hasta que se haga justicia".
Precisó que el mandatario estadounidense, Barack Obama, puede corregir esta
injusticia de inmediato e instó a que pusiera en práctica la propuesta de cambio
que lo impulsó a la presidencia de aquel país, porque "respecto a este caso ese
cambio no se ve", puntualizó.
Igualmente, se refirió a todo el "tremendo sufrimiento a ellos y a sus
familias", que han ocasionado estos años de arbitrario encarcelamiento.
Al término del encuentro, el también sacerdote y revolucionario nicaragüense,
hizo un aparte con la prensa para explicar que es portador del libro Cartas
de amor y esperanza, y una misiva de los familiares a Obama con la petición
de que se le concedan las visas, en especial a Adriana Pérez y Olga Salanueva,
esposas de Gerardo y René, respectivamente, a quienes el gobierno de EE.UU. les
ha negado de forma reiterada ese permiso.
Señaló asimismo, que este caso está golpeando la imagen de EE.UU. y acotó que
hoy ya no se trata de rectificar nada "sino de que los pongan de inmediato en
libertad".
D'Escoto finalmente condenó el golpe de Estado en Honduras y reclamó el
retorno a la institucionalidad a la nación centroamericana, además calificó la
instalación de bases yankis en Colombia como un "terrible retroceso". Es una
"amenaza a la paz", sentenció.