Trabajadores cubanos y del mundo:
Indignación, aunque no sorpresa, ha causado en nuestros
trabajadores, mujeres y hombres educados en un profundo sentido de justicia, la
decisión de la Corte Suprema, órgano que representa el escalón más alto de la
legalidad en los Estados Unidos, de no revisar el caso de los Cinco compañeros
injustamente encarcelados.
Nunca en la historia de los procesos judiciales de Estados
Unidos tantas personas e instituciones de prestigio reconocido habían demostrado
con argumentos tan irrefutables las arbitrariedades de que han sido víctimas
Cinco patriotas por el único hecho de defender la vida de cubanos y
norteamericanos contra la acción criminal de terroristas protegidos por el
gobierno de ese país.
Parlamentos, organizaciones de juristas y Premios Nobel de
diversos países, el organismo especializado de las Naciones Unidas contra las
detenciones arbitrarias y algunos jueces norteamericanos han comprendido que las
sanciones desproporcionadas recibidas por nuestros heroicos compatriotas son
fruto de una venganza política contra un país, cuyo principal pecado ha sido
levantar las banderas de su dignidad, soberanía y autodeterminación frente a la
pretendida hegemonía de un vecino poderoso e insolente.
No estamos sorprendidos porque esa llamada Corte Suprema no hizo
más que seguir las indicaciones de un gobierno que solo ha cambiado hasta ahora
el discurso, pero en nada ha alterado la prepotencia del imperio en su accionar
contra los pueblos del mundo, particularmente contra el pueblo cubano, al que
mantiene bloqueado por casi medio siglo.
Es un imperio cada vez menos racional y que se deja conducir por
el odio acumulado contra nuestro pueblo que ha resistido un descomunal arsenal
de medidas de todo tipo, por haber elegido el socialismo como sistema social.
El imperio, principal responsable de la catástrofe global que
hoy padece el mundo, sigue actuando con hipocresía, pues, mientras mantiene las
injustas condenas contra ellos, más allá de cualquier lógica y habiendo violado
sus propias leyes, garantías y procedimientos legales, ampara a verdaderos
criminales con cuentas pendientes ante la justicia de más de un país, como es el
caso de Luis Posada Carriles, autor de la voladura en pleno vuelo de un avión
civil de Cubana con 73 personas a bordo. Esta es una vergüenza imposible de
ocultar por más tiempo.
Llamamos a los trabajadores, hombres y mujeres de todo el mundo,
que hoy son los que más sufren los efectos de la crisis económica global
engendrada por el sistema impuesto por el imperio, a que se unan a nosotros en
la denuncia y movilización de la opinión pública internacional por este nuevo
acto de injusticia contra René, Antonio, Gerardo, Ramón y Fernando, Cinco
trabajadores cubanos que no merecen estar ni un día más en prisión, por crímenes
que no cometieron.
Tenemos el deber y la oportunidad de hacer oír nuestras voces,
mostrar nuestra fuerza y voluntad, para que se haga justicia.
Llamamos en particular al pueblo de los Estados Unidos, abatido
por grandes dificultades económicas y lleno de esperanzas, a que se sume a este
reclamo de justicia y no permita que se continúe actuando en su nombre contra un
pueblo y Cinco de sus hijos más dignos, que solo quieren vivir en paz para
construir un futuro mejor en beneficio de toda la Humanidad.
¡JUSTICIA PARA NUESTROS CINCO COMPATRIOTAS PRISIONEROS EN EE.UU.!
¡LIBERTAD PARA NUESTROS CINCO HÉROES!