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9
de Diciembre del 2003
Un día triunfarán la justicia y la
verdad, y vamos a ser felices
Expresó Olga
Salanueva, esposa de René González, uno de los Cinco Cubanos
Prisioneros del imperio, a participantes en el XXV Festival del
Nuevo Cine Latinoamericano
Pedro
de la Hoz
Olga Salanueva no abriga
duda acerca de que "un día triunfarán la justicia y la verdad, y
vamos a ser felices". Compañera de René González, uno de los
Cinco Cubanos que guardan prisión en Estados Unidos condenados por
luchar contra el terrorismo, habló ayer ante decenas de
participantes en el XXV Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de
La Habana, para exponer la injusta situación que padecen Gerardo,
Antonio, Fernando, Ramón y su esposo.
Familiares de los Cinco y delegados al XXV Festival compartieron la proyección de materiales informativos antes de sostener un diálogo esclarecedor.
Entre los asistentes al
encuentro calaron hondamente las palabras de Olga cuando dijo que "los
familiares de los Cinco formamos hoy una sola familia que hemos
hecho del centro de nuestra existencia la lucha por su liberación"
y refirió cómo se le ha negado "el acceso a mi hija menor a
conocer a su padre". También denunció el caso de Adriana, la
compañera de Gerardo, "quien tendría que esperar el paso de tres
vidas para volver a estar con su marido".
Con la presencia de
Alfredo Guevara, presidente del Festival, y Omar González,
presidente del ICAIC, se originó un animado diálogo al que
contribuyó Fernando Remírez de Estenoz, viceministro primero de
Relaciones Exteriores, quien aportó precisiones acerca de lo
amañado del proceso en la corte de Miami y la persis-tencia de
grupos terroristas de origen cubano que se mueven con entera
impunidad en el Sur de la Florida y ponen en riesgo no solo las
vidas de civiles en la Isla, sino también de ciudadanos
norteamericanos.
En uno de los materiales
en video presentados, el abogado Leonard Weinglass, durante una
reunión informativa sobre los Cinco en Los Ángeles, y en la que
participaron prominentes profesionales, empresarios e intelectuales
residentes en California, abordó la flagrante paradoja que se da en
Miami: mientras jóvenes cubanos son condenados por evitar la
escalada terrorista, uno de los más connotados criminales del
último siglo, Orlando Bosch, goza de plena libertad, amparado por
las autoridades floridanas, pese a haber instruido la colocación de
una bomba que en 1976 destruyó una aeronave civil cubana en vuelo y
ser considerado en su momento por el Departamento de Justicia como
un individuo peligroso, al que Estados Unidos no debía acoger en su
seno.
Varios cineastas,
críticos y periodistas norteamericanos mostraron indignación al
conocer que la presencia de Bosch en Miami fue propiciada por el
actual gobernador de la Florida, Jeb Bush.
Los delegados al
Festival de Cine también pudieron apreciar una entrevista realizada
por la Canadian Network a Irma González, hija de René.
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