30 de marzo de 2004
EL TEMA DE LOS CINCO EN EL PARLAMENTO EUROPEO
"Seguiremos exigiendo que se respeten los derechos de los
presos y sus familiares"
BRUSELAS.—Miguel
Ángel Martínez, eurodiputado por el PSOE de España, ha interpuesto ante la
presidencia del Consejo Europeo varias preguntas sobre la violación de los
derechos humanos de los Cinco y sus familiares, que apuntan claramente a exigir
de la Unión Europea una intervención en el tema ante las autoridades
norteamericanas.
"¿Va a realizar el Consejo alguna gestión
para reclamar de las autoridades norteamericanas un comportamiento acorde con el
Derecho internacional en lo que respecta a la relación de los presos y sus
familiares? ¿La aproximación de la UE al tema cubano debe ser selectiva? ¿Es
consciente el Presidente en ejercicio del Consejo de que de la credibilidad y la
autoridad de la UE depende la coherencia de esa institución?", ha
preguntado, sin que hasta ahora haya habido una respuesta satisfactoria de la
máxima instancia del gobierno europeo.
En su breve despacho de trabajo, disputándole el
espacio a montones de libros y papeles, conversamos con Martínez de este tema
que, como tantos otros a lo largo de su carrera política en el espacio europeo,
lo acerca particularmente al sentimiento de los cubanos.
—¿Por qué incluyó usted preguntas sobre las
violaciones de los derechos humanos de los Cinco y sus familiares ante la
Presidencia del Parlamento Europeo?
—En la visita de Olga Salanueva y Adriana
Pérez al Parlamento Europeo el año pasado, que fue extraordinariamente
conmovedora, descubrimos el crimen que se está cometiendo contra estas dos
mujeres. Independientemente del juicio, ajeno a cualquier norma de derecho
respetable, una vez condenados los Cinco, es evidente que se está violando el
derecho internacional y humanitario al impedir que ellas dos vean a sus esposos
en la cárcel. Ante el sufrimiento, la dignidad y la fortaleza de estas dos
mujeres, lo único que hicimos fue reaccionar como creemos justo. Y vamos a
seguir reaccionando todas las veces que haga falta.
—¿Cuánto ha progresado esta demanda ante el
Parlamento Europeo?
—Lo más importante es que ha colocado ante el
Consejo Europeo, el conjunto de los gobiernos de los 15 estados miembros, frente
a la realidad de que la opinión pública europea por voz de algunos de sus
representantes en la Cámara que estamos comprometidos a llevar hasta las
últimas consecuencias este caso. En cada reunión que haya aquí tendrán que
contestar alguna de nuestras preguntas. Hasta el momento han contestado de
manera insatisfactoria, burocrática, y así se lo hemos dicho.
—¿Qué han dicho exactamente?
—Que ese es un tema de relaciones bilaterales
entre Cuba y Estados Unidos, que la Unión Europea no tiene por qué
inmiscuirse. Le hemos respondido que no es una contestación válida, ni digna.
En el caso de la respuesta de Italia, dijimos que no aceptábamos de ningún
modo la respuesta del gobierno de Berlusconi, la persona que nos había
contestado, porque no tiene la menor decencia ni credibilidad en Europa. Aunque
a decir verdad, no responsabilizarse con este caso —con el cual sí tiene la
obligación de actuar—, no nos causó ningún asombro. Sin embargo, creo que
el gobierno irlandés que preside ahora el Consejo, es digno y está
representado por gente razonable, de bien. A ellos les ha costado mucho más
trabajo responder nuestras preguntas de manera burocrática. Nosotros vamos a
seguir insistiendo.
—¿Cuántas preguntas han respondido?
—Hemos interpuesto varias preguntas ante las
dos últimas presidencias. El Primer Ministro irlandés se sintió
incómodo al dar una respuesta que fue redactada
burocráticamente por sus funcionarios. Cuando le dije: esa respuesta no es
digna de usted, yo lo conozco y usted no diría algo así. El trató de
arreglarlo un poco, y contestó que su gobierno está a favor del respeto a los
derechos humanos, y también del de los familiares. Lo más importante en todo
esto es que ellos sepan que nosotros no vamos a cansarnos, y seguiremos
exigiendo que se ponga fin a estas violaciones, ante las autoridades europeas,
cualquiera que sea el gobierno que presida el Consejo,
—¿Por qué cree pertinente dar esta batalla
ante el Consejo Europeo?
—Estamos recibiendo permanentemente
información de las familias y de los grupos que luchan por la liberación de
los Cinco. Somos delegados de nuestros pueblos ante las autoridades europeas, y
es una realidad que desde nuestros países hay un clamor por el respeto de los
derechos de estos prisioneros y de sus familiares. Representamos la
preocupación de nuestros pueblos ante las instancias europeas, y tenemos el
deber de ser consecuentes con ellos. Para eso estamos aquí.
—Es notable el silenciamiento de la causa de
los Cinco en Estados Unidos, ¿es así hoy en el contexto del Parlamento
Europeo?
—Este caso ha recibido ya bastante publicidad.
Las cartas están encima de la mesa. Se habla mucho más que antes y nosotros
mismos también lo hemos hecho. Quien diga que no sabe nada de ellos, miente. En
el Consejo Europeo se sabe sobre este caso y las irregularidades del proceso.
Nosotros hemos estado batallando sobre las
violaciones de derecho de las familias y de los presos, porque se les ha tratado
de una manera muy perversa: a unos les permiten ver a las familias, y a otros
no. Las autoridades norteamericanas tratan de crear una división entre los
mismos presos, para desmoralizarlos. La unidad entre ellos es muy importante
para resistir una situación sumamente dura.
Lo sé, porque yo también he estado unos cuantos
años presos. Que no se les permita las visitas, es para intentar debilitar su
propia capacidad de resistencia. Es una actitud que además de ser violatoria de
derechos reconocidos en regulaciones internacionales, es una crueldad
inadmisible que despierta nuestra indignación. Estamos defendiendo una causa
superjusta, y no vamos a claudicar en esta lucha.
La UE tiene una característica: hay una
presidencia cada seis meses. Algunas tienen más sensibilidad que otras frente a
estos temas. La próxima presidencia es la de Holanda, y nosotros esperamos
tener mayor atención por parte de este gobierno y se movilicen más que
anteriores presidencias
—¿La Presidencia de la Unión Europea tiene la
obligación de responder las preguntas?
—Hay obligación reglamentaria de responder las
preguntas. Unas veces son más satisfactorias que otras. Lo que pasa es que cada
vez que la Presidencia responde, hay derecho a replicar con otra nueva pregunta.
Es lo que hemos hecho.
—¿Hay otra iniciativa?
—Sí. Ante las inconsistencias de las
respuestas recibidas varios eurodiputados enviamos una carta al Presidente de la
UE de turno, Primer Ministro irlandés; a Romano Prodi, Presidente de la
Comisión Europea; Pat Cox, Presidente del Parlamento Europeo, y a Javier
Solanas, Secretario General del Consejo de la UE. Esa carta resume las
preocupaciones sobre el tema de los Cinco y las violaciones en este caso, que
incluye el tema de las familias.
—Sabemos que ha sido acusado de politizar este
asunto ante la Unión Europea, y de "burocratizar" las preguntas sobre
la situación de los familiares de los Cinco...
—Este es un tema que algunos consideran tema de
agitación, pero nosotros no lo estamos enfocando en este sentido y ellos lo
saben. El Parlamento Europeo ha manifestado su preocupación por los derechos
humanos de 75 cubanos detenidos en la Isla. Estamos retando al propio PE para
que responda si están preocupados solo por los derechos humanos de unos
cubanos, o por los derechos humanos de todos los cubanos. Hay Cinco nacionales
de ese país, cuyos derechos no son violados por las autoridades cubanas, sino
por Estados Unidos. Queremos poner ante un reto de coherencia a aquellos que se
levantan aquí por unos cubanos, pero ignoran a otros.
—En lo personal, ¿por qué esta batalla a
favor de los cinco cubanos ante el Consejo Europeo?
-Sé lo que están padeciendo. Estando en la
cárcel franquista, nació un hijo mío que no pude ver entonces. Durante tres
años largos jamás conseguí ver a mi hijo, a mi mujer y a mis padres a una
distancia menor de dos metros, y con barrotes de por medio. Sé lo duro que es,
y lo importante que es tener el aliento y el cariño de la familia en esas
circunstancias. Los Cinco tienen derecho a la visita de sus familiares, a
conocer de primera mano cómo sus familiares han hecho causa común con ellos, y
hasta que punto luchan para que sus esperanzas de liberación tenga consistencia
día a día. Esa es la esperanza que nosotros mantenemos también en la
distancia y en la solidaridad. No me cabe duda de que más pronto que tarde sus
familias podrán abrazarles de acuerdo con un derecho elemental, y nosotros
también podremos hacerlo acá, o en Cuba. Sabemos que se hará justicia con su
caso, y aparecerán como lo que son: patriotas cubanos que han intentado
defender a su pueblo del peor acto de agresión que conoce el mundo, el
terrorismo.
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