SYDNEY, 12 de junio (PL).— Un masivo acto de
australianos tuvo lugar hoy frente al consulado de Estados
Unidos en esta ciudad en demostración de protesta por el
reciente fallo de cortes estadounidenses contra cinco
luchadores antiterroristas cubanos.
Al condenar la decisión de la corte de apelaciones de
Atlanta contra los sancionados, conocidos como los Cinco,
los participantes denunciaron la doble moral del gobierno
norteamericano, al mantener injustamente encarcelados a los
patriotas cubanos por luchar contra el terrorismo gestado en
la Florida.
Al mismo tiempo, señalaron, Washington mantiene en
libertad y apoya al terrorista confeso Luis Posada
Carriles, responsable, entre otros crímenes, de la
voladura de un avión civil de Cuba en 1976.
Los manifestantes declararon que respaldarán a los Cinco
hasta lograr su libertad y retorno a la Patria, al tiempo
que reclamarán a la representación estadounidense le sean
conferidas visas a familiares de los cubanos confinados en
prisiones de ese país desde hace más de 10 años para que
puedan visitarlos.
Organizaciones de solidaridad con Cuba destacaron en
Canberra las crecientes muestras de apoyo a los luchadores
que neutralizaron planes terroristas fraguados por sectores
contrarrevolucionarios asentados en el sureño estado
norteamericano.
La emisora capitalina 2XX, que dedica un programa semanal
al tema cubano en su espacio estelar, comentó la causa de
los Cinco para fustigar la connotación política del proceso
seguido contra ellos y la parcialidad del escenario donde se
desarrolló.
En igual sentido la estación radial denunció las
conclusiones del tribunal de Atlanta como muestra de la
política agresiva de sucesivas administraciones
estadounidenses contra Cuba, por ejercer el derecho a la
independencia, la soberanía y la autodeterminación.
Entretanto, desde Melbourne, la radio 3CR emitió un
programa de la Asociación local de Amistad Australia Cuba en
rechazo a la sanción de Atlanta que ratificó el veredicto de
culpabilidad contra los cubanos.
La Asociación fustigó lo que calificó de hipocresía y
falta de escrúpulos con que se ha manejado el caso, sin
respeto alguno incluso a las propias leyes estadounidenses.