|
10 de mayo de 2004
Reseñas de la visita de Elizabeth
Palmeiro, esposa de Ramón, a la República Checa
JAN JELINEK, del
Diario HALO Noviny
Elizabeth
Palmeiro Casado, esposa de Ramón Labañino Salazar, uno de los cinco
cubanos condenados injustamente y arrestados en cárceles de EE.UU., llegó
a nuestra República por una invitación de la Asociación de Amistad checo
cubana y del Comité Checo por la Defensa de los Héroes Nacionales de Cuba.
Los amigos checos demuestran así sus
simpatías y solidaridad de hermanos con los valientes presos políticos. Se
les acusa y culpa de espionaje contra EE.UU., delitos que nunca fueron
comprobados por la justicia norteamericana. Los cubanos descubrían
solamente las estructuras de los verdugos de la mafia anticubana de Miami en
Florida que tramaban asesinatos y ataques terroristas.
Elizabeth Palmeiro Casado rindió homenaje
en la pequeña Fortaleza de la ciudad de Terezin a las víctimas de la
bestialidad e injusticia fascista contra personas de todos los países de
Europa que durante la II Guerra Mundial fueron torturados y ejecutados. El
esposo de Elizabeth, Ramón Labañino, padre de tres hijas – Ailí, Laura
y Lizbeth, purga una pena de cadena perpetua, más 18 años de prisión en
una cárcel de la Ciudad de Beaumont, del Estado Texas. Ramón, de 40 años,
se graduó en la Universidad de La Habana con notas excelentes. El Tribunal
también dictó penas muy crueles a los compañeros de Ramón: Gerardo
Hernández Nordelo —doble cadena perpetua, más 10 años de prisión;
Fernando González Llort —19 años— y René González Sechwerert, padre
de dos hijas —15 años de prisión—, y Antonio Guerrero —cadena
perpetua. Los cinco están aislados en distinta cárceles de EE.UU. Por la
liberación de los patriotas cubanos llaman, no solo los ciudadanos de la
República Checa, sino de todo el mundo, por ejemplo de Japón. En los
propios EE.UU., en San Francisco, se efectuó una manifestación
organizada por el Comité por la liberación de los cinco de Miami.
Sin embargo, a nadie de EE.UU. le importa
porque hasta ahora se mueve libremente por las calles de Miami el terrorista
Orlando Bosch, derechista extremista de la mafia anticubana. Precisamente
él, en el año 1976 colocó con otro terrorista, Luis Posada Carriles, una
bomba en un avión cubano de transporte civil, en la isla caribeña de
Barbados, a consecuencia del cual perecieron 57 ciudadanos de Cuba,
incluyendo al Equipo Nacional de Esgrima. Entre las víctimas hubo 11
jóvenes de Guayana y cinco coreanos. Bosch tiene las manos manchadas de
sangre en otros ataques terroristas realizados en Venezuela, Panamá,
México, Argentina, Miami y Nueva York. En el año 1997 Luis Posada
mató a un turista italiano mediante la colocación de una bomba en un hotel
de La Habana. Actualmente Posada Carriles está tras las rejas en Panamá,
donde preparó un atentado contra el Presidente cubano Fidel Castro, en la
Universidad de Paramaribo durante la Cumbre Iberoamericana en ese país,
lugar donde Fidel pronunciaría un discurso y que pudo haber matados a miles
de estudiantes panameños.
Al mundo penetraron señales de
serios fallos legales en el caso de los patriotas cubanos condenados, Ramón
Labañino Salazar, Gerardo Hernández Nordelo, Antonio Guerrero Rodríguez,
Fernando González Llort y René González Sechwerert, que purgan altas
penas en las cárceles norteamericanas, incluyendo la cadena perpetua
y hasta una pena perpetua doble. Así lo hizo saber, en conferencia de
prensa, Nuris Piñero Sierra, asesora legal de las familias de
los cinco hombres cubanos, declarados en su Patria héroes nacionales.
Sus defensores norteamericanos solicitaron
que el Tribunal de Apelación iniciara con ellos un nuevo proceso en otro
lugar de EE.UU., no en Miami, la región conocida de la mafia anticubana. Es
que los defensores pudieron comprobar que durante el proceso penal fueron
violados los derechos de todos los acusados. No fue respetado el
principio legal, que cualquier delito debe ser comprobado sin duda
alguna.
Nuestras familias son víctimas de
maltrato y violación de nuestros derechos por parte de las autoridades y el
Gobierno norteamericanos, dijo a los periodistas Elizabeth Palmeiro Casado,
esposa de Ramón Labañino, condenado a la pena perpetua, más 18 años de
prisión. Las autoridades norteamericanas se vengan de nuestros
familiares, los presos políticos, y reflejan en ellos el odio hacia
el pueblo cubano por sus posiciones firmes. Están en las cárceles junto
con otras personas que han cometido graves delitos, asesinos y malhechores
de distintos actos criminales, a los que no aplican penas tan severas como
las impuestas a los cinco cubanos.
Tomado de: www.antiterroristas.cu
|
|