Roma, 9 Mar (Notimex).- Un nuevo proceso justo para los cinco cubanos
prisioneros en Estados Unidos bajo la acusación de espionaje, fue la
petición hecha hoy aquí por la esposa de uno de ellos, Adriana Pérez O
Connor y la abogado del caso, Armanda Nuris Pineiro Sierra.
En rueda de prensa convocada por organizaciones de solidaridad con
Cuba y la embajada de este país en Italia, Pérez O Connor y Pineiro
recordaron que el 10 de marzo se abrirá el proceso de reclamación,
presentado por la defensa en un tribunal de Atlanta, Estados Unidos.
La abogado dijo tener claro que los cinco reclusos cubanos han sido
"víctimas de la política" y por ello han decidido llevar a cabo
este proceso que definió como "caso político cubierto por un manto
legal".
La línea fundamental que sostendrá la defensa se centrará en el
pedido de que el juicio no se vuelva a celebrar en la ciudad de Miami,
agregó en la rueda de prensa celebrada en el Parlamento italiano.
Los abogados argumentan que el proceso se desarrolló en una ciudad
que "no es imparcial ni objetiva" con respecto a los temas cubanos
y por ello, reclaman un cambio de sede.
Además, según explicó la abogado, "el sistema judicial
norteamericano tiene una garantía mediante la cual si una persona es
juzgada en un lugar que tenga prejuicios con respecto a un determinado tema,
ésta puede ser trasladada a otro lugar".
"Miami se convirtió en aquel momento en un lugar inadecuado
porque el caso del niño Elián González estaba todavía reciente en las
mentes de los ciudadanos", agregó Piniero Sierra.
Todo ello viene acrecentado, según alega la defensa, por
irregularidades, como la "ilícita" actuación de la Fiscalía,
por el hecho de que nunca fueron probados los supuestos delitos por los que
fueron condenados y por la obstaculización del derecho a la defensa.
El 12 de septiembre de 1998 los cinco jóvenes cubanos que se
dedicaban a infiltrar a presuntos grupos terroristas que planeaban atentados
en Cuba, fueron detenidos en Estados Unidos acusados de espionaje.
El juicio, que se prolongó durante 7 meses, dio lugar a una
sentencia ordenada por un jurado integrado por ciudadanos de Miami que les
encontró culpables el pasado 8 de junio de 2001.
Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón
Labañino y Fernando González fueron detenidos en septiembre de 1998 y
sometidos en Miami a lo que Cuba considera un juicio "injusto y
amañado" que concluyó con su envío a distintas prisiones.
El grupo fue detenido en Estados Unidos en 1998 y condenados en
diciembre de 2001 a penas que oscilan entre los 15 años de privación de
libertad hasta doble cadena perpetua por los delitos de conspiración y de
actuar como agentes extranjeros.