Estudió
leyes en Bonn. Se graduó en 1965 y cinco años después, pasó a
trabajar en el Ministerio de Justicia, en la capital de la antigua
República Federal de Alemania. Ejerció durante un cuarto de siglo como
Fiscal y Juez, indistintamente, y fue consejero de sucesivos ministros para
nada sospechosos de simpatizar con Cuba.
¿Qué llevó a Günter Belchaus al Comité Nacional alemán Basta ya
para la liberación de los Cinco? La respuesta es tan poco convencional como
su vida: "no conocía suficientemente a Cuba, pero admiraba el proceso
revolucionario. Cuando me jubilé en el 96, mi esposa Angelika me propuso
que viajara a la Isla. Me dijo que tal vez me curaría durante esa
visita de las ideas socialistas. Sin embargo, me ocurrió todo lo contrario:
me enamoré de este país, de su socialismo y de su pueblo".
Günter, quien también integra Amnistía Internacional en Alemania, no
es un enamorado pasivo. Desde la primera vez que escuchó hablar de los
Cinco –en Berlín, hace cuatro años-, en un acto de solidaridad, se
presentó como voluntario para sumarse a la lucha por el regreso de los
cubanos presos en Estados Unidos. Confiaba en que, gracias a su
conocimiento del mundo legal, podía ser útil para dar a conocer un proceso
tan irregular, surcado de enormes trampas e injusticias.
"Me inscribí en una lista de direcciones electrónicas y comencé a
recibir información sobre los cinco compañeros. Luego les escribí a René
y a Fernando, para felicitarlos porque ambos cumplen años en agosto. Así
comenzó una amistad epistolar que se ha ido enriqueciendo con el tiempo y
que ha tenido momentos de gran emoción, cuando Antonio tuvo la idea de
hacer un álbum para su madre en el que aparecieran las fotos de los amigos
del mundo. Hoy tengo grandes y queridos amigos cubanos en Estados Unidos,
aunque nunca nos hayamos visto."
EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ
En mayo de este año James Petras sugería que, por la lucha que habían
librado contra el terrorismo, los Cinco merecían el Premio Nobel de
la Paz. Aquella idea, esbozada en un artículo que tuvo gran
repercusión en medios alternativos, enrumbó el trabajo de Günter.
"La propuesta merecía llevarla a efecto, y comencé a dar los pasos
necesarios para ello", afirma.
Existen varias vías para lograr una nominación a un premio Nobel, pero
la más común es ser recomendado por un Premio Nobel o por un miembro de
los organismos que otorgan los premios. Es decir, un miembro de los Comité
Nobel o un profesor universitario de Suecia, Dinamarca, Finlandia, Islandia
y Noruega y que además esté relacionado con la categoría de la
nominación: la Paz.
"Eso hice: enviar cartas a diversas personalidades, entre ellas a
los premios Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, de Guatemala; Adolfo Pérez
Esquivel, de Argentina; Gabriel García Márquez, de Colombia, y Nadine
Gordimer, de Sudáfrica, en las que les explico que el otorgamiento de esa
nominación a los cinco cubanos es válido porque ellos arriesgaron su
libertad por los principios de la Carta de las Naciones Unidas que respalda
el derecho de los países a la autodeterminación. Les pido que se dirijan
al Comité que deberá decidir el otorgamiento del Nobel, pues sus voces
pueden ser escuchadas."
Nadine Gordimer ya le confirmó su adhesión a la lucha por la
liberación de los Cinco y le comentó que ella, personalmente, le escribió
al New York Times para dar a conocer a la opinión pública norteamericana
la injusta encarcelación de estos jóvenes cubanos, de quienes no se habla
una palabra en los grandes medios de información de EE.UU.
"Sabemos –añade- que esta nominación recibirá presiones de todo
tipo para intentar pararla. Seguiré insistiendo y convocando a todas las
personas interesadas en hacerles justicia. Los Cinco son auténticos
luchadores por la paz y merecen el Nobel. Ellos, además, han sido privados
de derechos universales de los detenidos, reconocidos en las legislaciones
en todo el mundo. No pueden, por ejemplo, mantener contacto normal con sus
familiares, y en el caso de René y Gerardo ni siquiera han podido ver en
años a sus esposas. A René tampoco lo ha podido visitar en la
cárcel su hija Ivette."
Frente a las indiscutibles violaciones de la legalidad, los Cinco prueban
su altura moral, reconoce Günter y ofrece a Antiterroristas, en exclusivas,
algunas de las cartas que ha recibido de los Cinco, como esta de
Antonio Guerrero, donde "fija posiciones de principio
que honrarían sin dudas al Premio Nobel de la Paz": "Gran
verdad sobre Cuba se dijo en nuestro juicio, frente al jurado, el FBI y la
mafia y la prensa de Miami, y nadie habló sobre ello -escribe. ¿Es que no
es verdad el terrorismo contra Cuba, más que demostrado con documentos,
incluso de los EE.UU.? ¿Es que Posada Carriles y Orlando Bosh no fueron los
autores intelectuales y materiales del horrendo crimen de Barbados?
...Nosotros no hemos hecho ni haremos nada nunca por un premio. Nosotros no
espiamos ni dañamos a nadie. Eso está más que probado y lo principal es
la moral con que resistimos y resistiremos hasta la Victoria."
Tomado de: