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28
de
Agosto de 2002
Traducen al
chino texto sobre cubanos presos en EE.UU.
El autor es
Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional del Poder
Popular (Parlamento) de Cuba, y sirvió de prólogo a un libro
editado en Colombia, en el que aparecen los alegatos de
Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González,
Antonio Guerrero y René González, en el juicio que se
siguió contra ellos
BEIJING, 28 de
Agosto (PL). — Un texto que explica las injusticias y
arbitrariedades cometidas contra cinco cubanos presos en
Estados Unidos acaba de ser traducido al chino y comenzó hoy
a difundirse por vía de Internet en este país.
El autor del
texto es Ricardo Alarcón, presidente de la Asamblea Nacional
del Poder Popular (Parlamento) de Cuba, y sirvió de prólogo
a un libro editado en Colombia, en el que aparecen los
alegatos de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando
González, Antonio Guerrero y René González, en el juicio
que se siguió contra ellos.
El líder
parlamentario cubano describe las circunstancias de la
detención, en septiembre de 1998, bajo la acusación de
espionaje, la sin humanas condiciones a que fueron sometidos
en la prisión y el clima de histeria anticuaban imperante en
Miami, donde se celebró un juicio marcado por la venganza
contra el gobierno de La Habana.
Los cinco son
víctimas de una abominable injusticia y de un trato cruel,
inhumano y degradante que ultraja groseramente los derechos
humanos y es prueba irrefutable de la arbitrariedad y la
ilegitimidad del proceso judicial a que fueron sometidos,
expresa Alarcón en el prólogo.
Los acusados no
habían realizado ninguna actividad de espionaje, no habían
obtenido ni buscado información alguna relacionada con la
seguridad, la defensa o cualquier otro interés de los Estados
Unidos, añade.
Nada hicieron
para causar daño a ese país o a sus ciudadanos.
No fue
presentada ninguna prueba inculpatoria.
No apareció
ningún testigo que pudiese sostener la acusación, subraya
Alarcón en el texto, que a partir de hoy puede leerse en
español y chino en el sitio web de la embajada de Cuba en
Beijing (www.embacubachina.com).
Pero sus voces
no fueron silenciadas, dice, y precisa que "carentes de
lo más elemental para organizar sus ideas y plasmarlas por
escrito fueron capaces de alzarse sobre la inmundicia que
intentaba aplastarlos y hacer los formidables alegatos que
reproduce este libro".
Los cinco
jóvenes denunciaron y desenmascararon a sus acusadores,
pusieron al desnudo toda la falsedad y la arbitrariedad de un
proceso amañado desde su origen y reafirmaron su inconmovible
fidelidad a su Patria, su pueblo y sus ideales, agrega.
Dice más
adelante que la escandalosa perfidia de las autoridades
norteamericanas en este caso pone completamente al descubierto
su verdadera actitud ante la cuestión del terrorismo y la
total hipocresía que despliegan a partir del horrendo ataque
del 11 de septiembre de 2001.
Los cinco
heroicos jóvenes cubanos son castigados precisamente porque
ellos sí, de verdad, al precio de sus vidas, lucharon contra
los terroristas, afirma Alarcón en el prólogo al referirse a
quienes son calificados en Cuba de "héroes prisioneros
del imperio".
En su opinión,
"cada hora que pasan encerrados en ese infierno es un
insulto a la memoria de los que perdieron la vida aquel 11 de
septiembre y de todas las víctimas del terrorismo".
Es también una
afrenta para todos los que creen en la dignidad y la decencia
humana, dice, y afirma que el pueblo cubano no dejará de
luchar un solo instante hasta que sean liberados y puedan
regresar a sus hogares y a su Patria.
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