Washington,
10 de enero.— La Sección de Intereses de Cuba en esta capital
denunció hoy un editorial del diario The Washington Post que
tergiversa hechos relacionados con Cuba, como la sanción contra Alan
Gross y el caso de los cinco antiterroristas cubanos.
En una columna editorial del pasado 31 de diciembre, la
publicación cuestionó la sanción impuesta al ciudadano
estadounidense Alan Gross, condenado por violar las leyes de la isla
caribeña.
Deseamos aclarar que el acusado no fue juzgado y condenado por
una supuesta "labor humanitaria" asociada a ayudar a la comunidad
judía en Cuba a conectarse a internet, pues las sinagogas tenían
acceso a la red mucho antes de su llegada, explica la sede
diplomática en una carta.
El señor Gross violó las leyes cubanas y se dedicaba a
actividades encubiertas, pues el gobierno de Estados Unidos lo
contrató para desarrollar programas federales que atentaban contra
el orden constitucional de nuestro país, indica el texto.
Esto se considera ilegal en Cuba como en muchos países, incluido
Estados Unidos, explicó el documento, al tiempo que recordó cómo el
acusado reconoció su culpabilidad en los hechos.
Es justo señalar que el gobierno cubano transmitió a su par
estadounidense, que está dispuesto a encontrar una solución al caso
del señor Alan Gross sobre bases de reciprocidad humanitaria, aclaró
la misiva.
La Sección de Intereses de Cuba criticó, asimismo, la parte del
artículo donde se intenta justificar el injusto castigo aplicado
contra los Cinco, como se conoce internacionalmente a René González,
Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando
González.
Explica la respuesta cubana que el rotativo desestima el apoyo
mundial con la causa de esos cubanos, cuatro de los cuales enfrentan
injustas condenas, mientras René, el primero en cumplir la pena,
deberá permanecer en territorio norteño otros tres años bajo
libertad supervisada.
El hecho de calificar a los cinco luchadores antiterroristas como
"espías que se infiltraron en instalaciones militares del sur de la
Florida, resulta una manera de engañar a los lectores", aclaró.
Ellos solo controlaban la actividad de grupos extremistas de
origen cubano en Nueva Jersey y Florida, tratando de anticiparse a
sus acciones terroristas y reunir pruebas sobre posibles ataques en
el propio territorio de Estados Unidos, argumentó la carta. Gracias
a la labor de los Cinco, Cuba compartió con el Buró Federal de
Investigaciones (FBI) durante la administración del expresidente
William Clinton decenas de cintas de videos y amplios detalles sobre
la campaña de terror que planificaban y trataban de ejecutar esos
individuos.
Esa evidencia, sin embargo, no fue utilizada para arrestar a los
verdaderos terroristas, sino contra los cinco cubanos en un proceso
judicial corrompido por motivaciones políticas, señaló el texto.
Documentos constatan que Washington pagó a periodistas para que
escribieran artículos que denigraran en los medios de comunicación
la imagen de los antiterroristas cubanos durante la etapa del
juicio, lo cual socavó los derechos de los acusados para disponer de
un proceso imparcial.
Animamos a The Washington Post tener en cuenta los argumentos
expuestos para lograr un mejor acercamiento a estos temas, concluyó
la misiva de la Sección de Intereses de Cuba en Washington.
La víspera, el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco
Cubanos, apresados en Estados Unidos en 1998, cuestionó el propio
artículo del Post, que invalida la opinión de artistas,
intelectuales, Premios Nobel y hasta la del expresidente James
Carter, quienes abogan por su libertad, enfatizaron.
Entre los Premios Nobel que apoyan la causa están Wole Soyinka,
Nadine Gordimer, Desmond Tutu, Rigoberta Menchú, Adolfo Pérez
Esquivel, José Saramago, Harold Pinter, Zhores Alfiorov y Günter
Grass.