28 de
diciembre de 2006
En el Diario La Prensa de
Nueva York, carta de Navidad para Ivette, hija de uno de los
Cinco
Desde 1998, cuando apenas era una bebé, Ivette no ve a su
padre, injustamente prisioneros en cárceles de Estados Unidos,
por combatir el terrorismo
Esta
carta por Navidad tendrías que leerla cuando seas mayor porque
no es justo que una pequeña a tu edad sepa sobre el
sufrimiento que los hombres viven tras las rejas. Pero esta
noche, mientras todos hablan de paz y amor tu estarás
esperando en vano a tu padre, preso en una celda del país más
poderoso del planeta y todo por luchar contra el crimen que
hoy se persigue más, el terrorismo Ya se querida Ivette que tu
no tienes ni idea del calor de un abrazo o la ternura de un
beso de padre en tu frente, porque desde que lo apresaron en
Miami en 1998, eras apenas una bebé de dos años, no le han
permitido a tu papá que su niña lo visite. Tu madre tampoco lo
ha visto más o menos desde entonces.
La soledad y la tristeza de tu madre cuando me contaba el
drama que vive su familia y la de los otros cinco cubanos,
cala el alma. Pese al rechazo de organismos mundiales, tanto
de derechos humanos instituciones jurídicas, Naciones Unidas y
prominentes juristas el caso de René González, Antonio
Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández y Ramón
Labañino, que fueron condenados juntos a cuatro cadenas
perpetuas por haberse infiltrado, a riesgo de sus vidas, en
grupos terroristas para evitar más sangre en su país, se ha
convertido en una aberración jurídica digna de regímenes
totalitarios.
Relataba tu madre que esos grupos criminales de origen
cubano eran responsables de numerosos atentados violentos que
costaron la vida a numerosos inocentes.
Desde 1959, el terrorismo contra el pueblo cubano produjo
3,478 muertos y ha dejado lisiadas permanentemente a 2,099
personas, según las cifras oficiales.
Por denuncias de los abogados se sabe que los cinco
cubanos, separados en diferentes cárceles de EE.UU para evitar
visitas consulares, viven una serie de vejaciones como
ailslamientos sin ningún contacto con otros detenidos o sus
guardias Esta noche debes estar durmiendo en casa con tu madre
y tus familiares en la isla, pero no quiero dejar de contarte
que a pesar de tu infortunio otros pequeños la están pasando
terriblemente aquí, esta Navidad. Son 300 niños hispanos y
están presos junto con sus padres en una especie de campos de
concentración, por el único delito de haber venido huyendo de
la pobreza en sus países. Ninguno es cubano.
Una madre de esos niños, cuenta en su carta que todos allí
deben usar solamente el uniforme carcelario llevando en el
pecho su nombre y número, incluyendo los infantes. Estas
instituciones "T. Don Hutto Residential Center" ubicadas en
Taylor Texas y la otra en Pensilvania, están bajo control de
la "Corrections Corporation of America", y según sus normas,
los niños tienen solamente una hora de educación, y otra media
de recreación dentro del edificio. De acuerdo a los abogados,
esos pequeños están perdiendo peso y sufren dolores de cabeza,
tipo migraña ya que no entienden por qué están encerrados.
Lo irónico de esta monstruosidad, de los campos de
concentración para inmigrantes, es que fue ideada justo por
otros inmigrantes, uno es el actual secretario de la Seguridad
Doméstica Michael Chertoff, hijo de un rabino cuyos abuelos
escaparon de la persecución en tiempos de la Rusia zarista, y
el otro es Viet Dinh de origen vietnamita hijo de refugiados,
fue mano derecha del Secretario de Justicia John Ashcroft.
Lo terrible de es que planifican construir más de estos
campos, bajo el pretexto de ‘no separar las familias’. Dicen
que la Halliburton ganará millones de dólares con este
negocio, teniendo en cuenta los 11 millones de indocumentados
que hay en el país, sin contar los que siguen llegando.
Estados Unidos tiene encerradas en sus diferentes cárceles,
en probatoria, o libertad condicional a 7 millones de
personas, no hay otro país en el mundo que tenga tantos
prisioneros, eso sin incluir a los miles de detenidos en Iraq
y Afganistán. En el año 2000 eran solo 2 millones pero después
del ataque a las Torres Gemelas la cifra creció como espuma.
Ivette, en medio de esta oscuridad estate segura que
América Latina y el mundo están despertando y por la lógica
llegará el momento que los hombres se sacudirán de la
barbarie. Ojala que sea pronto. |
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