30
de Julio de 2002
Delegación
chicana se reúne con familiares de Los Cinco
Informaremos al pueblo norteamericano sobre la injusticia de
este caso, aseguró Dolores Huerta, de la Unión de
Trabajadores Agrícolas de EE.UU.
POR
LILLIAM RIERA —de Granma Internacional—
VAMOS a
informar al pueblo norteamericano de la injusticia cometida
contra personas que estaban luchando en contra del terrorismo,
afirmó en La Habana Dolores Huerta, cofundadora de la Unión
de Trabajadores Agrícolas de EE.UU., en un encuentro con
familiares de los cinco cubanos encarcelados injustamente en
ese país.
Huerta
señaló que ella y la delegación chicana que la acompañó
vinieron a la Isla a conocer del caso, porque en EE.UU. no ha
habido información al respecto. La gran prensa norteamericana
guarda silencio sobre el infame proceso llevado a cabo contra
los cubanos.
Defensora
de los derechos civiles de las comunidades chicanas, Huerta
calificó de “injusticia muy grande” todo el amañado
proceso celebrado en Miami en el que se sentenció a los
cubanos a largas penas que cumplen en diversas penitenciarías
de la Unión.
Apuntó
que a su regreso a EE.UU. divulgarán la información
recopilada (testimonios de los familiares, videos) y contactarán
con otras agrupaciones y con los comités de apoyo formados en
los lugares donde ellos están presos.
“Vamos
a hacer campaña para que se les haga justicia”, afirmó y
refirió que el apoyo del pueblo norteamericano a Los Cinco
puede ser muy grande una vez que se le haya hecho conocer que
las acusaciones formuladas contra ellos fueron injustas.
La
destacada luchadora por los derechos de los más pobres recordó
el papel desempeñado por ese pueblo para que el pequeño Elián
González —secuestrado por la mafia cubano-americana de
Miami y la ultraderecha de EE.UU.— regresara a Cuba, junto a
su padre.
Durante
el encuentro, celebrado en la sede del Instituto Cubano de
Amistad con los Pueblos (ICAP), Elizabeth Palmeiro, esposa de
Ramón Labañino, uno de Los Cinco, informó que en estos
momentos los abogados defensores están trabajando en las
apelaciones que se presentarán ante el Tribunal de Atlanta y
que se sustentarán —dijo— en las violaciones cometidas
durante el proceso, como fueron la selección de la ciudad de
Miami para realizar el juicio; las injustas condenas a que
fueron sentenciados, así como el largo tiempo (17 meses) que
permanecieron en ailamiento, cuando las leyes norteamericanas
establecen sólo 3 meses.
Sin
embargo, Elizabeth explicó que existe mucha documentación
sobre el juicio que no ha sido liberada (los abogados no han
tenido acceso a ella a más de cuatro años de iniciado el
proceso), lo que constituye una traba a la hora de elaborar
las apelaciones.
Sergio
Corrieri, presidente del ICAP, refirió a las visitantes que
en EE.UU. existe un Comité Nacional por la Liberación de Los
Cinco, del que forman parte 140 organizaciones de todos los
estados de la Unión, con el cual podían contactar también
para recabar más información. Les sugirió además reunirse
con los abogados defensores de los cubanos, todos
norteamericanos —muy profesionales en su trabajo, indicó—,
quienes les podían explicar y comentar sobre el proceso.
Corrieri
apuntó que en EE.UU. se silencia absolutamente este proceso
porque no les conviene que el mundo y el pueblo norteamericano
conozcan que Los Cinco estaban allí para impedir que grupos
contrarrevolucionarios de Miami —apoyados y financiados por
el Gobierno de ese país— ejecuten acciones terroristas
contra Cuba e, incluso, contra el propio pueblo
norteamericano.
Recordó
que la labor de los cubanos allí no perjudicaba la seguridad
nacional de EE.UU., lo que fue testificado por militares
norteamericanos de alto rango durante el juicio. Subrayó además
que la información recopilada por ellos sobre esos grupos
terroristas también le fue suministrada al Buró Federal de
Investigaciones (FBI) que no hizo nada al respecto.
La
delegación chicana, integrada por nueve mujeres, arribó a
Cuba el 29 de julio para cumplimentar una estancia de ocho días
en la que visitarían, entre otros sitios, la escuela especial
La Castellana, el cardiocentro William Soler y el Centro
Martin Luther King.
La
Unión de Trabajadores Agrícolas de EE.UU. es un grupo
activista que convenia con los patrones algunas mejoras para
los obreros como el plan médico de salud y la jubilación.
Tiene 40 años de creado y cuenta con oficinas en varios
estados de la Unión.
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