9 de Julio de 2002 CORREO DE NUESTROS HEROES
Carta y poema desde Patagonia
para los 5 compañeros que resisten
Hermanos:
No dudo que los sucesos que están
atravesando en ese riñón enemigo, no solo son absolutamente injustos y arbitrarios, sino
que de tan duros los terminará de templar como hacen los viejos artesanos
con los aceros toledanos.
Claro que el precio es alto como inmoral es
la consigna que contradictoriamente intenta sostener un Goliat que ya no sabe cómo hacer
para vencer al gran David que desde hace más de 40 años, a pura fuerza de imaginación y
compromiso lo viene derrotando en todos los terrenos; claro que regresamos al tema del
inicio: lo injusto y arbitrario del crecimiento que se le impone a un pueblo que debe
demostrar permanentemente de lo que es capaz: de hacer, de movilizar y hacer confluir
cuando de juntarse se trata para arremeter y decir a voz en cuello: ¡¡¡Esto
somos nosotros, lo hemos conseguido por nosotros mismos y no lo entregaremos!!!.
Aún así, y aunque sorprendido y
seguramente admirado por la entereza y la convicción, el agresor no ceja en su intento de
daño y dolor. Aún así continuará siendo estéril el intento porque más golpes sufre
el acero y más se templa su espíritu.
No los conozco, hermanos, pero inclino mi
cabeza ante Uds. intentando acercarles un momento de pasión al calvario impuesto,
del cual saldrán enteros bebiendo futuro.
Les envío un poema mío que tiene la nunca
vana pretensión de suponer que los puede acompañar y tal vez, quien sabe, arrullarlos
cuando sea leído en voz alta, para que los elementos terapéuticos de la palabra, obren
de manera benéfica sobre Uds.
Un abrazo fraterno desde la Patagonia
Argentina,
Sergio Pravaz
Poeta-Periodista
Rawson-Chubut-Patagonia
Argentina
CARPE DIEM
agotemos el sueño
sin respiro giremos
de borde a borde
y llevemos las antorchas y las huellas
Que el mundo se sienta pequeño
y nos observe desde sus días quietos
Hagamos de nuestro corazón
un eco gutural que alcance los finales escondidos
los que hacen llover quejidos y guirnaldas
árboles frescos
humedad gustosa
Que el ronroneo y los gozos
Señores...
haga sonreír al buitre negro
al embaucador
al que manipula los planetas
que la piel y las estrellas continúen al acecho
que promuevan cántaros bebibles
sin palabras
aromas de cotillón en el cuerpo
esos
que sacuden inviernos y caricias
Sergio Pravaz-
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