Aunque es una prisión de nuevo tipo, es difícil imaginar un lugar más
inhóspito. La única cosa que faltaba era una señal diciendo, "rendida la
esperanza de todo el que entre aquí".
Gerardo, tiene ahora 43, daba largos pasos en la sala de espera con una
sonrisa radiante y confianza natural.
Traje conmigo saludos solidarios de todo el movimiento de solidaridad con
Cuba en Sudáfrica.
Estaba muy contento de encontrarme con Gerardo una vez más. Ha pasado
casi un año desde mi última visita. Al mismo tiempo, me sentí triste, otra
visita significaba que él había tenido que soportar otro año de injusticia.
Preso por ayudar a prevenir el terrorismo contra su patria.
Había muchas cosas de qué hablar —lo último de su casa— Cuba, Sudáfrica,
Estados Unidos, nuestras familias, el movimiento de solidaridad. Las tres
horas se fueron corriendo.
Gerardo recibe cartas todos los días de todo el mundo. Contesta al menos
10 diariamente. Algunas veces las autoridades de la prisión pueden tomarse
hasta tres meses para entregarles las cartas destinadas a él.
Indudablemente, la mayor pena de Gerardo, es que al amor de su vida,
Adriana, su esposa, le ha sido rechazado el permiso para reunirse con él en
los últimos 10 años. Tal crueldad es contraria al derecho internacional y
refleja miserablemente a Estados Unidos.
Hablamos acerca de las elecciones en EE.UU., de cómo muchos de los
prisioneros apoyaban a Obama, excepto un pequeño grupo de racistas.
Por otra parte, ha sido un año sombrío para los Cinco. Su última
apelación fracasó. El próximo paso será apelar a la Corte Suprema, la cual
solo escucha una pequeña proporción de los casos que le son sometidos. No
obstante el apoyo a los Cinco continúa creciendo a pasos agigantados en el
mundo.
Después del último revés, Gerardo escribió acerca de cómo el Sistema
Legal de Estados Unidos ha fallado sistemáticamente en hacer justicia a los
Cinco.
Gerardo permanece completamente firme en su compromiso con la Revolución
cubana y con su patria. Conoce que su causa es justa. Conoce que un día se
reunirá con Adriana y caminará por las calles de La Hababa como un hombre
libre.
Las esperanzas de Gerardo están en ti, en mí, en el pueblo cubano y el
movimiento de solidaridad mundial. Nuestra tarea por los Cinco es la misma,
organizarnos y ganar la libertad para los Cinco.
Debemos también unirnos a la demanda humanitaria mundial para que Adriana
y la esposa de René González, Olga, puedan visitar a sus esposos en prisión.
La libertad de los Cinco, depende de nosotros.
(Fragmentos del artículo del Padre Lapsley sobre la visita a Gerardo)
*Presidente de la Asociación de Amistad con Cuba (FOCUS) en Cape Town,
Sudáfrica.