René González, uno de los cinco
hombres conocidos como los Cinco Cubanos, saldrá hoy de la Prisión
Federal en Marianna, Florida. René saldrá con su frente en alto
después de más de 13 años en prisión, cumpliendo con completa
dignidad su absolutamente injusta condena. Él ha sido un prisionero
modelo, a pesar de haber estado sufriendo la vejación de ser
inhumanamente privado de las visitas de su esposa, por más de 11
años.

El gobierno de EE.UU., incapaz de permitirle a René incluso la
pequeña victoria de su liberación, insiste en castigarlo a él y a su
familia aún más, exigiéndole permanecer en Florida durante los tres
años de su libertad condicional, aun cuando René no tiene familia en
Florida. Su vida estará en peligro, por parte de los grupos
verdaderamente terroristas que él ayudó a penetrar.
Este peligro no puede ser subestimado. La congresista por
Florida, Ileana Ros-Lehtinen, fue citada en el Miami Herald del
lunes, llamando a René "enemigo de América" con "sangre americana en
sus manos". Estas acusaciones completamente falsas constituyen una
clara incitación a la violencia, y demuestran muy claramente la
necesidad de que se le permita a René retornar inmediatamente a
Cuba.
El propio hecho de que a un hombre, a quien el gobierno denominó
"espía" y "amenaza a la seguridad nacional", se le exija permanecer
en Estados Unidos, en lugar de deportarlo inmediatamente, demuestra
de forma suficientemente clara de qué van la acusación y la
persecución. El gobierno nunca, ni por un minuto, pensó que René y
sus hermanos fueran "espías" o una "amenaza a la seguridad
nacional"; si así hubiera sido, ellos hubieran embarcado a René de
regreso a Cuba, en el primer avión que saliera. En lugar de eso, el
castigo impuesto a René y sus hermanos estaba dirigido a proteger a
los terroristas que están al servicio de los intereses del gobierno
de EE.UU., intentando desestabilizar al Gobierno cubano y derrocar a
la Revolución cubana.
Cuba ha sufrido el azote del terrorismo no solo desde el 11 de
septiembre del 2001, sino durante más de 50 años. Un azote que en el
transcurso de este tiempo ha matado al menos 3 478 personas, la
mayoría cubanos, pero también a muchos otros, incluyendo 11
guyaneses y 5 norcoreanos, asesinados en 1976 en la explosión de las
bombas a bordo del vuelo 455 de Cubana de Aviación, y al italiano
(Fabio di Celmo) asesinado por el estallido de una bomba en un hotel
en 1997. Miles de personas más han resultado heridas de gravedad por
los terroristas.
René y sus hermanos —Gerardo Hernández, Fernando González,
Antonio Guerrero y Ramón Labañino— pueden estar orgullosos de que
ellos vinieron a Estados Unidos, desarmados y arriesgando sus vidas,
para combatir ese flagelo, infiltrándose en los grupúsculos del ala
derecha con base en Miami, que eran los responsables de ese
terrorismo, y revelar los complots que estaban en preparación. El
gobierno de EE.UU. ayudó a organizar, financiar y dirigir las
acciones de estos grupos terroristas desde el principio, y los
protegió de las consecuencias de sus acciones. El gobierno continuó
esta colaboración y protección arrestando a René y a los demás, y
continúa esta protección con el injusto castigo a René y a sus
cuatro hermanos.
El mismo gobierno continúa hasta hoy oponiéndose a la válida
solicitud de Venezuela de extradición del más conocido de todos los
terroristas, Luis Posada Carriles, responsable no solo de la
explosión del avión que, en 1976, arrancó la vida a 73 personas,
sino también de la tortura de muchos venezolanos, cuando formaba
parte de la policía secreta en ese país.
Si el gobierno de EE.UU. quiere continuar proclamando que está
comprometido en una "guerra contra el terror", puede respaldar esta
proclamación con algunas acciones muy sencillas: permitir a René
González regresar a Cuba inmediatamente, liberar al resto de los
Cinco Cubanos y permitirles también su regreso a Cuba, extraditar a
Luis Posada Carriles a Venezuela, y arrestar a los otros conocidos
terroristas en Miami. Mientras estas acciones no hayan sido
realizadas, toda proclamación de "lucha contra el terrorismo" del
gobierno de EE.UU. continuará sonando falsa.