13
de septiembre del 2008
Mensaje de René tras el
huracán Gustav
3 de septiembre 2008
"Año 50 de la Revolución"
Hermanas y hermanos de la Isla y Pinar:
Con el corazón apretado hemos ido accediendo
paulatinamente a los detalles del desastre que asoló sus
pueblos y hogares. Duele hondo ver destruido el resultado
del trabajo de generaciones, y a la impotencia por la
injuria personal de los últimos diez años se suma la de
tener que vivir desde aquí el desgarrador drama que hoy
sufren ustedes. Es duro poder enviarles sólo palabras cuando
daríamos cualquier cosa por estar físicamente allí ayudando,
reconstruyendo, alentando, trabajando, luchando; los cinco
junto a ustedes.
Les esperan todavía durísimos retos, que
pondrán a prueba el espíritu solidario, la conciencia y la
cohesión social sembradas en ustedes por la Revolución.
Pasarán meses en los que algunos problemas persistirán, y
habrán de enfrentar la tentación del individualismo y el
desaliento, algo lejanos ya estos instantes del primer
impulso. Sólo un fuerte espíritu comunitario les permitirá
vencer esta descomunal batalla.
Confío en la nobleza, en la voluntad y en el
carácter colectivo de ustedes. Guardo en un rincón
privilegiado de mis memorias a mis hermanos de misión
internacionalista, a los dedicados profesores y trabajadores
de la escuela de aviación, a los entusiastas y disciplinados
paracaidistas pineros. Siempre fue un gozo volar sobre Pinar
del Río o sobre la Isla, andar entre sus gentes y sentirme
como en casa, o hasta enfrentar algún ciclón juntos. Confío
en ese espíritu generoso y corajudo del que he sido
excepcional testigo.
Ustedes curarán esas descomunales cicatrices
y la Isla y Pinar volverán a ser ese milagro de naturaleza
geográfica y humana, tan digno de ser admirado desde un
avión como de ser compartido con su gente.
En nombre de los Cinco, quienes hemos
recibido tanto, llégueles un fuerte abrazo.
René González Sehwerert |