Nuevamente se descarga sobre nosotros, y sobre nuestros
seres queridos, la bajeza de quienes pretenden a través de
este caso satisfacer sus instintos de venganza contra
nuestra Patria.
Cuando se trata de santificar el terrorismo y los
crímenes contra el pueblo de Cuba, políticos, jueces,
fiscales y oficiales del orden no encuentran límites para
mentir, malinterpretar, confabularse y hacer mofa de las
leyes que dicen representar. Pocas veces se pone tan al
desnudo la ficción de los tres poderes del Estado, como
cuando les convoca la defensa a ultranza de sus mezquinos
intereses comunes y sacrifican ante ellos, solícitos, su
propia vergüenza.
Este es el modelo de justicia que se pretende imponernos
so pretexto de rescatarnos para la libertad y la democracia
!Ay de Cuba si similar cohorte de truhanes, algún día,
recupera los estrados, se ordena de agentes del orden o
asalta el ministerio público!
A nuestros familiares cuyo amor nos sostiene, cuyo
recuerdo alimenta nuestros espíritus, cuyas palabras nos
alientan y cuyo sufrimiento nos lacera, pero nos compromete:
vayan nuestras expresiones de optimismo, la seguridad de que
nos preservaremos y nuestros sentimientos de infinito amor.
A nuestros amigos en todo el mundo que nos llenan de
esperanzas, que nos abruman con su afecto, y que nos ofrecen
más cariño del que es posible corresponder: nuestro más
profundo sentir de gratitud y admiración.
A nuestro heroico y noble pueblo de cuya historia somos
depositarios, cuya proeza de resistencia nos impulsa, y cuya
integridad física y felicidad hemos defendido: vaya la
advertencia del Che, reiterada desde las entrañas del
monstruo:
"En el imperialismo no se puede confiar, pero ni un
tantico así".
Cerrar filas y defender la Revolución, es la única
respuesta digna a esta canallada.
Cuenten con nosotros.
Hasta la Victoria Siempre.