11
de febrero del 2006
René en la
memoria de viejos amigos
Ronald
Suárez Rivas
Santiago Calero fotodepo nac miér René 1, 2 y 3
Muchas veces, antes de acometer esta
misión, añoré la oportunidad de darme un salto a Pinar del
Río y abrazar a mis antiguos compañeros de armas. (…)
René
González Shewerert
"Reinaldo
Fuentes Soroa: Otro hermano, este de Candelaria. Vástago de
una familia numerosa levantada a pulso por una madre tremenda.
Si lo pintas de blanco y lo pones en Groenlandia, se le sale a
borbotones la cubanía por encima de la pintura, derritiendo
el hielo".
Así describe
René González Shewerert desde la prisión de Marianna, en
Florida, a uno de sus compañeros de armas en Angola, hace
casi tres décadas. En una carta a la colega Belkis Pérez
Cruz, René habla de sus amigos de entonces y su relación con
Pinar del Río.
Reinaldo
no pudo contener la emoción al conocer de la carta de René
"Me unen
muchos recuerdos a la entrañable provincia de Pinar del Río.
Para mí fue un privilegio el cumplir mi servicio militar con
jóvenes de ese territorio, en quienes aprendí a apreciar la
nobleza y humildad de sus hijos", dice en su
carta.
Mulato fornido,
con más de seis pies de estatura y dos misiones
internacionalistas, Reinaldo escucha sin poder contener las
lágrimas.
Conoció a René
durante el Servicio Militar, ambos fueron tanquistas y
partieron juntos hacia Angola, un lejano día de febrero de
1977.
"Lo que
más me impresionó fueron sus cualidades humanas. Ambos
éramos artilleros y mi cama estaba frente a la suya. Aunque
no pertenecíamos al mismo tanque, siempre andábamos juntos.
Al terminar su
misión, vino a mi casa para ver a mi familia y hablarles de
mí. Al regreso coincidimos varias veces".
Después que el
caso de los Cinco se hace público vuelve a saber de él.
"Vi la foto en el periódico y enseguida lo reconocí. He
estado pendiente de todo lo que les ha sucedido desde
entonces".
— Si pudieras
comunicarte con él, ¿qué le dirías?
"Que se
mantenga firme. Porque conozco sus valores, su calidad humana,
estoy convencido de que si pudiera echar el tiempo hacia
atrás, volvería a hacer lo que ha hecho por este pueblo y
por la Revolución".
Ángel,
el tresero
"Ángel
González Labrador: Otro pinareño típico, con todo lo que de
bueno traen..."
"Sus
antiguos compañeros de armas lo seguimos acompañando desde
la distancia", Ángel González Labrador
El hombre
escucha con atención, y afirma, apenas termino de leerle la
primera línea: "Esas palabras son de René
González".
Cuando le
faltaban tres meses para concluir su Servicio Militar, a
Ángel le solicitaron partir hacia África. Allí conoció a
René.
"Cuando
estaba en Angola él me hizo el proceso de la UJC. Leía
mucho. El tiempo para descansar era muy escaso, y él se lo
dedicaba a los libros".
"Si tuviera
la oportunidad le diría que después de conocer lo que él ha
hecho estoy más comprometido con la Revolución. Sus
enseñanzas en los años difíciles de la guerra en Angola me
han servido de mucho".
Luis,
el tanquista:
"Luis
Nieves Otaño Cardentey: noble, trabajador y humilde;
representa lo mejor del pinareño. Era el conductor del tanque
del que yo era artillero"…
"Nos
conocimos durante el Servicio Militar, en una Unidad de
Guanajay. Allí empezamos a trabajar juntos", dice
Otaño.
Después nos
fuimos para Angola. René no había recibido aún la
ciudadanía cubana, pues, como se sabe, nació en los Estados
Unidos. Obtenerla, cursar una carrera universitaria y hacerse
piloto, eran sus principales aspiraciones".
Por esos días
el Gobierno cubano hizo pública la identidad de varios
agentes de la Seguridad que habían estado infiltrados en los
grupos mafiosos radicados en EE.UU.
"Tras
leerlo en un periódico, comentábamos la valentía de
aquellos compañeros, y le dije a René: Tú tienes el biotipo
y las condiciones para cumplir una misión así. De inmediato
me contestó: ¡Ojalá!
El
mejor cocinero
"Marco
Sergio Arrebato: Un hermano de Taco Taco, con quien hice casi
todo el servicio militar y luego la misión internacionalista.
Mi cocinero preferido en todo ese tiempo".
René
llama a Marco "mi cocinero preferido"
Así recuerda
René a este negro bromista de quien dice que si no ha
cambiado de carácter"será un gusto verlo".
Aunque
inicialmente fue tanquista, en el último año del Servicio
Militar, Arrebato pasó a la cocina y se fue a Angola como
cocinero.
"Éramos
una brigada pequeña y nos llevábamos muy bien. René y yo
nos hacíamos trastadas. Yo le cambiaba el overall, que
era grandísimo, y le ponía uno chiquito; le hacía nudos en
los cordones de los zapatos...
"Cuando
estábamos en Angola nos comprometimos a reunirnos todos en
Cuba, en casa de cada uno de la tropa, para compartir con las
familias, y así lo hicimos.
"Después
vino a verme varias veces al centro turístico de Soroa, donde
trabajo como cocinero desde que me desmovilicé del
ejército".
Antes de irse a
los Estados Unidos, René y Marcos coincidieron allí.
"Se comportó normalmente, no me dio a entender que aquel
encuentro sería una despedida", recuerda el amigo.
"Si pudiera
hablarle le diría que se mantenga fuerte, que lo esperamos
para rememorar los años del Servicio y Angola, para volver a
ser una familia. Este pueblo espera que los Cinco Héroes
regresen a la Patria".
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