12 de Agosto del 2003

Ángel Rodríguez Álvarez
Servicio Especial de la AIN

Los patriotas y revolucionarios cubanos tienen ahora una razón más para celebrar el 13 de agosto, pues una feliz coincidencia hizo que en esa fecha, pero de 1956, Irma Sehwerert trajera al mundo al Héroe René González.

El nacimiento fue en Chicago (EE.UU.) y, al regresar con la familia a Cuba, se integra rápidamente a la vorágine de la Revolución de modo que en muy poco tiempo ocupa un lugar destacado en la vanguardia de la juventud.

En la trayectoria de este nuevo titán se anotan el ingreso en los Camilitos y más tarde en el II Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech.

Cumple con honores sus deberes militares como soldado, se califica como tanquista y forma parte de los cubanos que, en sucesivos relevos durante 15 años, brindaron generosa solidaridad al hermano pueblo angolano.

La escuela de aviación Carlos Ulloa lo cuenta entre sus alumnos y luego se desempeña allí como instructor de vuelo.

El espíritu de sacrificio y las virtudes personales mostradas por René en estas misiones lo llevan a las filas de la Unión de Jóvenes Comunistas y en 1990 alcanza la militancia en el Partido.

A finales de ese propio año parte hacia los Estados Unidos, con la riesgosa misión de actuar dentro de las organizaciones contrarrevolucionarias para ofrecer a su país valiosa información que le permita enfrentar con éxito las acciones terroristas que desde allí le preparan y ejecutan.

Ya para entonces, con 32 años, se ha formado René González como un revolucionario cabal, capaz de entregarse por entero a la defensa de las ideas de independencia y justicia social que ha hecho suyas, y respaldado dentro de las entrañas del monstruo, al igual que Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero.

La firmeza revolucionaria e indoblegable dignidad mantenidas en las increíblemente difíciles condiciones de su encierro en cárceles norteamericanas, en los últimos cinco años, nos han ratificado cuánto valen y pueden los principios, valores e ideas justas, convertidas en este caso, como en el de sus restantes cuatro compatriotas prisioneros políticos en Estados Unidos, en una confirmación más de aquel pensamiento martiano que sentencia: "una idea justa en el fondo de una cueva puede más que un ejército".

Y no otras pueden ser las convicciones cuando en el alegato pronunciado ante la Corte muestra su inmensa condición humana al decir: "Y yo haría lo que hice y tomaría los riesgos que tomé por cualquier país en el mundo incluyendo a los Estados Unidos más allá de consideraciones políticas."

A no dudarlo, con el cumpleaños 47 de René, el 13 de agosto se reafirma como fecha grande de la Patria, porque ese día le nacieron Titanes. (AIN)

Subir