10 de Abril de 2002 ¡Qué digo veinte años!, digo la vida
y la esperanza
NIDIA DÍAZ
Hoy hizo veinte años que Olga y René (*)
se conocieron. Fue el día de la primera mirada, del primer susto interior, del primer
sonrojo.
Para un amor así no podía ser otro que
abril el mes de la complicidad enamorada, de la entrega sin límites, del arrojo en la
brega, del riesgo consciente. Abril, el mes de la victoria.
Muchos días han pasado desde entonces.
Tantos y tantos que les permitieron ser novios, amantes, padres, compañeros de lucha, uno
solo en la principal de las misiones: esa que cumplieron en las entrañas mismas del
monstruo.
El Idilio, como el de Ignacio y Amalia,
podríamos nombrar al hogar de René y Olga. Aquel que fue remanso de amor y fuego de
ideas hasta el día en que la saña del imperio los separó para condenarlo a él bajo
falsos cargos.
Han pasado veinte años, ¡qué digo veinte
años!, digo la vida y la esperanza, porque no de otra forma pueden Olga y René recordar
este aniversario de aquel 10 de abril en que, para la suerte de todos los cubanos y
cubanas, al doblar de aquella esquina, ellos se miraron y se amaron por primera vez.
(*) René González Sehwerert es uno de
los Cinco Héroes Prisioneros del Imperio. |