En conversación telefónica con sus hijas Ailí y Laura, el
antiterrorista cubano Ramón Labañino les aseguró que, a su retorno,
subirá al Pico Turquino en compañía de sus otros cuatro hermanos
prisioneros políticos en los Estados Unidos.
Las hijas del Héroe de la República de Cuba mantuvieron el
diálogo mientras retornaban de la cima de Cuba, como parte de la
Brigada del Aconcagua al Turquino, adonde fueron para exigir desde
allí la liberación de su padre y sus compañeros de lucha, y como
continuación a similar gesto de tres jóvenes argentinos en el cerro
andino, el más alto de América, dijo la AIN.
En su comunicación telefónica, Labañino tuvo frases de
felicitación para todo el grupo, integrado, además, por otros
familiares de los antiterroristas, estudiantes de Instituto Superior
de Relaciones Internacionales y periodistas de la Agencia de
Información Nacional.
"Iré al Turquino con ustedes, y desde hoy los convoco a que me
acompañen cuando regresemos todos", dijo Ramón, con voz firme y
seguro de que la justicia vencerá a la injusticia y la racionalidad
se impondrá por encima de la infamia.
La sorpresa y emoción de la llamada, unido al serio compromiso de
la invitación, sirvió de ánimo para que el grupo se recuperara del
cansancio acumulado en las no habituales jornadas de marcha por las
agrestes cuestas de la Sierra Maestra.
En la víspera, una fuerte lluvia los detuvo en medio del lomerío,
en la zona conocida como Altos del Naranjo, y casi al filo de la
medianoche fue cuando lograron llegar todos hasta el punto de
recogida, para emprender el regreso.
Antes del recorrido que los llevó hasta el busto de José Martí,
en el techo del archipiélago cubano, los integrantes de la Brigada
anduvieron por las huellas de Che Guevara en su zona de operaciones
de Buey Arriba, Bueycito y San Pablo del Yao, además de visitar su
campamento rebelde de La Otilia.