A José Ramón Fernández
Vicepresidente del Consejo de Ministros y Presidente del Comité
Olímpico Cubano
Queridos deportistas, entrenadores, técnicos y
directivos de la delegación de nuestra amada Patria a los Juegos
Panamericanos de Guadalajara, México.
Representar a nuestro heroico, solidario y deportivo
pueblo en una competencia deportiva internacional es siempre una
alta responsabilidad que nuestros deportistas a lo largo de más de
50 años de Revolución han sabido cumplir. Los resultados en las
difíciles competencias regionales hablan por sí solos de ello, sin
mencionar las destacadas actuaciones en eventos de carácter mundial.
Cuando llegan los Juegos Panamericanos esta
responsabilidad se multiplica, se hace más tensa, debido a que
siempre miramos hacia la más alta meta, la de lograr más medallas
que en la competición anterior. Claro está que nada en el deporte es
estático. Todos se superan en una u otra medida, y muchas veces se
ven desplazados del oro en algunas disciplinas los que la dominaran
por mucho tiempo. Por ello, todo análisis de los resultados hay que
hacerlo de forma objetiva.
Nuestro país llevará una delegación de 442 atletas
que estarán compitiendo en 28 disciplinas. Esas cifras, por sí
solas, son un ejemplo de la grandeza de la obra revolucionaria y de
la atención que se le presta al deporte de todo el pueblo, pese a
las limitaciones que todos conocemos, bajo un bloqueo cruel que no
cesa.
Cuando hemos tenido la oportunidad de comunicarnos
con nuestros deportistas, siempre les hemos expresado nuestro firme
criterio que lo principal, que la mejor medalla que pueden alcanzar,
es competir con amor a nuestra digna y justa obra socialista y ser
fieles a ella, regresando con alto honor al seno de nuestro pueblo
que tanto ama a cada uno de ustedes.
Los mercaderes del deporte tratan constantemente de
comprar talentos para enriquecer sus bolsillos. Poco les importa la
masividad del deporte. Poco les importa el deporte como medio para
la salud física y mental. Poco les importa privar a un país de un
buen deportista que formaría otros buenos deportistas. Poco les
importa lo que es la dignidad, la firmeza y el honor. Todo para
ellos tiene un precio. El egoísmo es su esencia. Y en el caso de los
deportistas de nuestra Patria le agregan la dosis de campaña contra
la obra revolucionaria, le agregan la mentira y el chantaje, el daño
burdo al deporte cubano.
Nos prometieron los compañeros del INDER que, como
en otros eventos, tratarían de mantenernos bien informados sobre
cada competencia, porque ellos saben que los Cinco amamos el
deporte. Cada medalla nos dará una alegría tremenda, pero les
reitero, lo que verdaderamente hará feliz a nuestro pueblo y lo que
hará más fuerte a nuestra Revolución es verlos a todos ustedes
regresar tras haber dado lo mejor de sí. Así, ganen o no, tendrán en
sus pechos la mejor medalla que pueda llevar un deportista, la
medalla de amor de su pueblo, la medalla de la dignidad y de la
fidelidad a nuestra historia, a Fidel y a Raúl.
¡Adelante!, hermanos y hermanas, deportistas que
queremos con el corazón. Pongan en alto el nombre de nuestra Cuba
Libre, que ni se rinde ni se vende.
Cinco abrazos.
¡Hasta la Victoria Siempre!
Ramón, René, Gerardo, Fernando y Antonio.
5 de octubre de 2011
FCI Florence