Queridos escritores y artistas de la amada
patria:
Desde cinco prisiones del imperio les va un
saludo de René, Ramón, Gerardo, Fernando y mío, deseándoles los
mejores éxitos en su trascendental Congreso.
Se me agolpan un mundo de ideas en la mente al
pensar en nuestra Revolución y en ustedes que son el baluarte de
nuestra cultura. No me será fácil organizarlas para escribir estas
líneas, pero de lo que pueden estar seguros es que cada una de estas
palabras sale de un corazón que se siente junto a ustedes, junto a
nuestro pueblo, a pesar de la cruel distancia impuesta.
Luego que el mensaje de nuestro Comandante en
Jefe fuera difundido por los grandes medios de aquí, a su manera,
como saben o suponen, muchas personas de todo tipo se me acercaron
con sus pregunticas, las que en el fondo uno trata de entender y de
responder de la mejor forma. La constante era: ¿Y ahora qué?, ¿habrá
cambio?. Ya saben lo que querían decir con eso de "cambio". Yo les
repliqué: cambios hacen falta en muchos lugares y, sobre todo, aquí.
A algunos les amplié más, a otros los dejé ahí.
Un pueblo como el nuestro, con una alta cultura
política sabe bien el crucial momento que atraviesa la humanidad y
sabe, más que bien, lo que sería regresar al pasado, bajo las garras
del imperio más poderoso que haya existido en la historia, pero, a
pesar de ello, la Batalla de Ideas es vital para elevar la
conciencia revolucionaria en estos tiempos que tanto exigen de cada
cubano, que tanto llaman a no olvidar ni un día el ejemplo del Che.
Ninguno de nosotros ha borrado de nuestras mentes
aquel discurso de Fidel el 17 de noviembre de 2005, cuando nos
invitó a reflexionar sobre si "puede ser o no irreversible un
proceso revolucionario" y "cuáles serían las ideas del grado de
conciencia que harían imposible la reversión de un proceso
revolucionario". Sabemos bien cuán importante es el papel de cada
escritor o de cada artista en la formación de ese grado de
conciencia, por ello, sintiéndome uno entre ustedes, o mejor debo
decir sintiéndonos cinco entre ustedes, los exhorto a reafirmar
unidos, en hermandad revolucionaria, en una sola voz:
¡No les fallaremos jamás a Fidel y a Raúl!
¡No abandonaremos jamás los principios martianos!
¡No traicionaremos jamás a la Revolución, a
nuestra historia de lucha y a nuestro pueblo heroico!
Uno que ha estado en lo que llaman situación
límite sabe lo que vale ser fiel a los principios justos y a nuestro
pueblo digno.
Me atrevo a expresar que las ideas que harían
imposible revertir nuestra obra socialista, hecha con tanto
sacrificio, valor y dignidad, están encerradas en estos postulados
del Apóstol de nuestra independencia:
"El verdadero hombre no mira de qué lado se vive
mejor, sino de qué lado está el deber."
"Toda la gloria del mundo cabe en un grano de
maíz."
"Hacer es una manera de decir."
Un fuerte abrazo revolucionario de los Cinco.
Como dice la canción de nuestro amigo Silvio: "A pesar de los
pesares, como sea ¡Cuba va!".
¡Viva la Revolución!
¡Viva el Socialismo!
Antonio Guerrero Rodríguez
marzo 2008