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12 de Julio de 2002 Sobre un niño feliz, su papalote y cinco
héroes
Desde prisiones de
Estados Unidos llegaron recientemente a Cárdenas tres misivas que llenaron una familia de
orgullo y hermosos sentimientos de amor y solidaridad
Ernesto Barrios Collazo se considera el
niño más feliz de Cuba, por el motivo muy especial de haber recibido de puño y letra
cartas de Antonio, René y Fernando, tres de nuestros Héroes de la República de Cuba
prisioneros políticos del Imperio.
Todo empezó durante el Festival de papalotes Con
mi cielo azul, convocado por el Museo a la Batalla de Ideas. "Mami, tú crees que yo
coja algo, seguro gana el papalote gigante de aquel niño", dijo el pequeño medio
triste, pero nunca perdió la esperanza.
Al conversar con el semanario Girón en el
propio Museo a la Batalla de Ideas, el pionero de quinto grado de la Escuela primaria
Marcelo Salado rememora los tropiezos iniciales de la construcción de su artefacto
volador, pues no aparecía el papel adecuado y otros impedimentos propios al buscar una
idea original.
"Creo que quedó muy bonito,
patriótico. Le pusimos una estrella de color verde con una foto pequeña de cada Héroe a
las cinco puntas, buscamos una bandera cubana y un mapa de Cuba", nos dice Susana, la
mamá del niño cardenense.
"Después les hice una cartica para los
cinco compatriotas y la puse dentro del papalote", recuerda el pequeño.
Y su carta voló bien distante hasta los
corazones de nuestros cinco hermanos injustamente prisioneros en cárceles norteamericanas
y con el mismo cariño regresaron a la patria las respuestas de tres de ellos.
"Estás en nuestros corazones porque en
todos los niños cubanos, ejemplares pioneros, está el relevo de la Revolución",
refiere Tony en su breve texto a nombre de los cinco hermanos, mientras le sentencia:
"Nos veremos ¡Volveremos!".
Con lenguaje de padre, Fernando le dice que
le agradó mucho la carta "por la honestidad que demuestras al no prometer milagros
en tu comportamiento, a la vez que expresas tus sentimientos de orgullo y cariño por
nosotros cinco".
René resalta el gesto de Ernestico:
"...eres solidario, te preocupas por los demás y te educas en el amor a la
patria".
Los cubanos atesoramos memorables historias
epistolares como las de Martí o Dulce María Loynaz, poetisa que sostuvo durante muchos
años un hermoso intercambio con el niño de seis años Julio Orlando Puente. Pues no nos
asombremos que haya empezado otra de esas maravillosas amistades entre nuestros Héroes y
Ernestico.
Tomado del Periódico
Girón |