Estas
palabras espero dictarlas por teléfono, por lo que debo ser breve, y
además no podré decirles todo lo que quisiera, para que no se corte
la comunicación. Ayer me sacaron de "el hueco" con la misma rapidez
con la que me habían metido en él. Me habían llevado supuestamente
bajo investigación. Las investigaciones pueden durar 3 meses, a
veces más, pero estuve allí 13 días. Como diría un conocido
periodista cubano: saquen sus propias conclusiones...
Quiero expresarles mi profundo agradecimiento. Ya
saben que fueron días particularmente difíciles por el exceso de
calor y la falta de aire, pero ustedes fueron mi oxígeno. No
encuentro mejor manera de resumir la enorme importancia de sus
esfuerzos solidarios. Muchas gracias a todas las compañeras y
compañeros de Cuba y del mundo que unieron sus voces para condenar
mi situación. A las instituciones, organizaciones y personas de
buena voluntad que, de una manera u otra, trataron de poner fin a la
injusticia.
A nuestro Presidente Raúl, que tanto nos honra
con su apoyo. Al Parlamento cubano y su Presidente Ricardo Alarcón,
incansable luchador por la causa de los Cinco. A mis 4 hermanos, que
me hicieron llegar sus mensajes de aliento, y que han sufrido y
viven bajo el constante peligro de volver a sufrir similares abusos.
Y por supuesto, a nuestro querido Comandante en Jefe: ¡Gracias por
tanto honor! (No sé si deba decirlo, pero solo por el privilegio de
escuchar mi nombre en la voz de Fidel me dan deseos de agradecer
también a los que me mandaron a "el hueco"
¡Gracias Comandante, por la alegría de escucharlo
y verlo tan grande como siempre!
Gracias a todos por haber demostrado una vez más
el poder de esa solidaridad que sin dudas también, algún día, nos
hará libre.
¡La lucha continúa!
Un fuerte abrazo,