El
lunes 2 de Julio el programa newshour de BBC World Service
entrevistó a Gerardo Hernández, desde la cárcel de alta seguridad de
Victorville, en California.
Esta es la primera entrevista en la que se escucha la voz de uno
de los Cinco cubanos, prisioneros en Estados Unidos por monitorear
las actividades terroristas que se organizan en Florida con la
anuencia de las autoridades norteamericanas, reconocido y
ampliamente documentado en el dictamen del panel de tres jueces de
la Corte de Apelaciones del Onceno Circuito de Atlanta, el 9 de
agosto del 2005.
La BBC transmitió en su programa radial 10 minutos, y en su
página web los 16 minutos que duró la entrevista. En esta
transcripción ofrecemos el texto íntegro de la conversación:
Claire Bolderson: Sr. Hernández, sé que ha habido mucha
preocupación acerca del tratamiento que usted recibe en prisión y
del tiempo que usted permaneció en confinamiento solitario. ¿Puede
usted describirme cómo está siendo usted tratado actualmente, qué
condiciones tiene usted en prisión?
Gerardo Hernández: Bueno, yo soy un recluso normal en una
penitenciaría de los EE.UU., y pudiera decir que la peor parte de mi
tratamiento no tiene que ver con la prisión, sino con el gobierno de
los EE.UU. Yo diría que la peor parte de mi encarcelamiento es que
no he tenido la posibilidad de ver a mi esposa en los últimos 10
años, porque el gobierno de los Estados Unidos no le garantiza una
visa para venir a visitarme. Esta es una de las cosas, y yo diría
que el resto,¼ usted sabe, ¼ esto
es una prisión y yo soy un recluso como otro y no es fácil ser un
recluso, pero yo lo estoy haciendo bien.
Claire Bolderson: Entonces, ¿usted está planteando que usted no
ha tenido visitas familiares?
Gerardo Hernández: Bueno, yo he recibido a algunos familiares
recientemente, mi madre y mi hermana han podido venir, no en el caso
de mi esposa, mi esposa por 9 años no ha podido venir a visitarme
porque constantemente se le ha negado una visa para venir. Por eso
no he podido verla en los últimos diez años.
CB: Usted fue condenado por varias causas, una de ellas el tratar
de obtener secretos militares de los EE.UU. tratando de infiltrarse
en una base, y por actuar como un agente no registrado para un
gobierno extranjero. ¿Puede usted explicarnos qué estaba usted
haciendo en primer lugar en la Florida?
Gerardo Hernández: En primer lugar yo estaba reuniendo
información acerca de los grupos terroristas que acostumbraban a
operar en Florida. Estas son personas que han logrado tener campos
de entrenamiento en organizaciones paramilitares y que van a Cuba a
realizar sabotajes, poner bombas y todo tipo de agresiones. Y ellos
tienen impunidad, entonces, en un cierto momento, Cuba decidió
enviar algunas personas para reunir información acerca de esos
grupos y enviarla a Cuba para prevenir esas acciones, y en el año
1998 Cuba le pasó al FBI algunas informaciones relativas a esos
grupos, esperando que el FBI hiciera algo contra ellos, y,
desafortunadamente, lo que hicieron fue arrestar a las personas que
habían reunido esa información. Yo fui acusado de conspiración para
cometer espionaje. En nuestro juicio, que duró siete meses,
estuvieron tres o cuatro generales retirados del Ejército de EE.UU.,
quienes testificaron que no había nada relacionado con espionaje en
este caso, pero el juicio fue en Miami y nosotros no podíamos tener
un juicio justo. Nosotros fuimos declarados culpables, pero hubo una
conspiración porque el gobierno dijo: "Espera un minuto, ellos no
cometieron espionaje, pero tratarán de hacerlo alguna vez", es
decir, en esto consiste la conspiración para cometer espionaje, pero
ninguna información secreta, nada relativo a la seguridad nacional
de EE.UU. fue recopilado o transmitido.
CB: Pero, ¿usted reconoce que estaba trabajando como un agente
para un gobierno extranjero y en una de las declaraciones de su
defensa usted dice que usted estaba trabajando con documentos
falsos, documentos de identidad falsos?
GH: Sí, yo lo reconocí, sí.
CB: Pero es una cuestión bastante seria haber estado haciéndolo,
¿no?
GH: Sí, lo es, pero existe algo llamado "defensa de necesidad",
que dice que si, con el fin de prevenir una acción errónea, con el
fin de evitar un delito, usted puede violar la ley, y eso es algo
que uno puede entender. En mi caso, sí, yo había falsificado el
documento de identidad, yo estaba trabajando para un gobierno
extranjero, pero no para afectar los intereses de EE.UU., sino para
defender al pueblo cubano del terrorismo.
CB: Y los delitos que usted estaba tratando de detener, ¿cuáles
eran exactamente esos delitos?
GH: Bueno, por ejemplo, en 1997 una bomba explotó en un hotel de
Cuba y mató a Fabio di Celmo, un turista italiano, y en el año 1976,
como usted conoce, una bomba explotó en un avión cubano y 73
personas fueron asesinadas. Y estos son solo dos ejemplos de ataques
terroristas cometidos contra Cuba. Cualquier persona que viva en
Miami, que vea la TV u oiga las estaciones de radio locales, sabe
qué es Comandos F-4, y sabe qué es Alpha 66, y sabe qué son los
Hermanos al Rescate.
CB: ¿Y puede usted explicarme qué son esos nombres?
GH: Sí, ellos son los que acostumbraban a ser llamados grupos
paramilitares. Yo los llamo grupos terroristas. Algunos de los
grupos que mencioné tienen campos de entrenamiento en Everglades,
visten ropa de camuflaje y poseen armas y entrenan para el día que
ellos vayan a "liberar a Cuba", y ellos acostumbraban a ir a Cuba e
incendiar edificios e intentar organizar un sabotaje interno, y todo
tipo de acciones. Esta es una información pública, chequee los
periódicos de Miami y podrá verlo. Usted podrá ver que ellos han
estado involucrados y van a Cuba y hacen algunos disparos y al
regresar son recibidos como héroes, y, por ejemplo, en nuestro
juicio, nosotros presentamos varios testigos, nosotros citamos a los
guardacostas y citamos al FBI y presentamos evidencia sobre la
impunidad que tienen estas personas. Nosotros, por ejemplo, le
preguntamos al oficial de guardacostas: "¿Es verdad que ese día
usted interceptó un grupo que estaba dirigiéndose a Cuba con varias
armas y explosivos?" "Sí, es verdad" "¿Es verdad que usted solo
recogió las armas y dejó libres a los hombres?" "Sí" "¿Por qué?"
"Bueno, porque nos dijeron que estaban pescando langostas". Algo
parecido sucedió en nuestro juicio. Y este no es un caso aislado.
Existe una larga relación de agresiones terroristas contra nuestro
país. Entonces el pueblo cubano tiene el derecho de defenderse
contra las acciones terroristas. Esperamos que el gobierno de EE.UU.
hará algo, pues ellos dicen que tienen una guerra contra los
terroristas, pero, ¿cómo es que ellos van a permitirles a estos
terroristas operar libremente en Miami? Recientemente, solo hace un
mes, el hombre que organizó la explosión en el avión cubano, que
mató a 73 personas, fue puesto en libertad y ahora está libre en
Miami.
CB: Existe un cargo muy polémico por el cual usted fue
sentenciado, y es la razón por la cual está cumpliendo una condena
tan larga: el derribo de dos aviones civiles de EE.UU., por parte de
Cuba, en 1996. ¿Jugó usted algún papel relacionado con estos hechos?
GH: ¡No, absolutamente no! Pero usted tiene que comprender lo que
realmente sucedió: la persona que lideraba esos aviones se llama
José Basulto. Él fue operativo de la CIA en los años 60, estuvo
infiltrado en Cuba para hacer sabotaje. Después de eso, en 1962, él
regresó a Cuba desde Florida y disparó con un cañón contra un hotel
cubano, regresó a Miami y fue recibido como un héroe. Ya él tenía
una larga historia de terrorismo contra Cuba, y en un momento de su
vida, él dijo: "Está bien, ahora yo voy a ser un humanitario, yo
quiero tomar ese pequeño avión y volar hasta el territorio cubano
sin ninguna autorización y tirar volantes y propaganda", y lo hizo
como 16 veces. Y Cuba envió a EE.UU. 16 notas diplomáticas, que
fueron presentadas en nuestro juicio, planteando una queja a EE.UU.
y diciendo: "Esa gente está violando las leyes internacionales, las
leyes de EE.UU., las leyes de Cuba". Y Cuba acostumbraba a decir:
"No lo hagan más, están poniendo en peligro a nuestra propia
aviación, a nuestra población, todo".
CB: Esto puede haber sido un error, y estoy seguro que ha habido
muchas discusiones diplomáticas acerca de ello, pero en lo que yo
estoy interesado es en saber qué hizo usted relacionado con estos
hechos.
GH: ¡Nada! Yo estaba en Miami y el avión fue derribado en aguas
cubanas, a mucha distancia de donde yo me encontraba.
CB: Entonces, ¿usted no envió ninguna información que habría
ayudado al gobierno cubano a derribar los aviones?
GH: No, claro que no. Si usted revisa las informaciones sobre
esos días usted verá que José Basulto lo anunció mucho antes del
viaje, él dijo: "Nosotros estaremos allá el 24 de febrero", todos lo
sabían. Nosotros presentamos en nuestro juicio un memorando de una
agencia del gobierno de EE.UU., diciéndoles a su gente: "Estamos
preocupados en relación con lo que va a haber allá el 24 de febrero,
algo va a suceder, porque ya Cuba planteó que si ellos lo hacen otra
vez, van a ser derribados, entonces sería mejor que nosotros estemos
preparados para tal situación. Eso era lo que decía el memo. Yo
estaba esperando que algo ocurriría, incluso en nuestro juicio,
Richard Nuccio, ex consejero del presidente Clinton, estuvo en el
juicio y dijo: "Sí, aquella organización estaba fuera de control".
Existe una gran disputa acerca de este tema, Cuba le disparó a los
aviones en las aguas territoriales cubanas, EE.UU. dice que un avión
estaba en las aguas territoriales cubanas, pero que los dos que
fueron derribados, estaban dirigiéndose hacia allí, pero estaban en
aguas internacionales. Y el gobierno me acusó a mí de conspiración,
y ellos dicen que porque yo sabía que el avión sería derribado en
aguas internacionales, lo cual no tenía sentido alguno, era una
locura. Pero ellos necesitaban culpar a alguien y me escogieron a
mí.
CB: Usted tiene pronto una apelación. ¿Cuáles serán las bases de
su apelación?
GH: Bueno, nosotros tenemos diferentes puntos en nuestra
apelación. El punto principal, el que nosotros realmente queremos y
desafortunadamente fue rechazado, es el punto de la sede. Nosotros
argumentamos que el juicio en Miami fue injusto. Nuestro juicio se
prolongó casi siete meses y hubo más de 100 testigos y el jurado
deliberó unas pocas horas y no hizo ni una sola pregunta. Ellos
simplemente nos declararon culpables de cada una de las causas, y
entonces la jueza nos otorgó las sentencias más altas posibles por
cada causa.
CB: ¿Y usted dice que es por la influencia de la comunidad
exiliada cubana en Florida?
GH: Sí, claro. Durante el juicio, ocurrieron toda clase de
irregularidades. Hay personas que filmaban a los jurados y la prensa
fue siguiendo a los jurados a sus carros y hubo disturbios, o
algunos tipos de protestas, frente a la corte, todo tipo de cosas.
También la prensa fue realmente hostil hacia nosotros.
CB: Entonces, ¿usted piensa que el jurado fue intimidado, o
incluso manipulado, fue tan serio como eso?
GH: Yo pienso que el jurado fue intimidado. Cualquier persona que
viva en Miami, o sepa lo que sucede allí, podría entender que nada
relacionado con Cuba es normal en Miami. Ahora mismo, por ejemplo,
ha sido retirado un libro de las estanterías en Miami, retirado de
las escuelas, solo porque en la cubierta aparecen algunos niños
cubanos sonriendo y con una mirada feliz. Es un libro para niños
titulado Vamos a Cuba, y ellos lo sacaron simplemente porque
hay una frase en el libro que dice: "Los niños cubanos estudian y
viven igual que tú", algo más o menos así, solamente por eso, y
todos los que conocen la historia de Miami saben que han sido
asesinadas personas solamente porque quieren una relación mejor con
Cuba. Yo puedo contarle que en la revista La Réplica pusieron bombas
como siete veces porque abogaban por mejores relaciones con Cuba. La
gente de Miami¼