18 de octubre de
2004
Revelaciones de
Rosa Aurora Freijanes, la esposa de Fernando
RAFAEL HOJAS MARTÍNEZ
Después de varias citas
prorrogadas por disímiles causas, hace poco más de una semana tuve
la oportunidad de dialogar con Rosa Aurora Freijanes, esposa de
Fernando González Llort, uno de los cinco cubanos presos en EE.UU.
por luchar contra el terrorismo. Sus meditaciones marcaron los
matices de un discurso acusador, que en ocasiones precipitó
expresiones de indignación e impotencia.
Fernando
y Aurora
Los obstáculos que el
gobierno de Estados Unidos le impone para visitar a Fernando, lejos
de rendirla, le dan fuerzas. Durante más de una hora y media
afloraron tristes recuerdos sobre los que, confiesa, aún le
cuesta mucho trabajo hablar.
CASTIGOS INNECESARIOS
"Los familiares de los
Cinco dependemos del otorgamiento de visas para visitar a nuestros
seres queridos. Y aunque tenemos la disposición y capacidad para
visitarlos, como establece el Buró Federal de Prisiones de EE.UU,
este proceso, reiteradamente demorado por orden de Washington por
períodos de hasta siete meses, se torna más complejo en el
caso de Magali, la madre de Fernando y en el mío, pues no basta
sólo con la autorización del Departamento de Estado, se adiciona a
este engorroso trámite esperar además por la autorización de la
prisión de Oxford para realizar la visita.
"Si el Departamento de
Estado nos diera el visado para viajar mañana a ese país, no
podríamos ir de inmediato. Tenemos que esperar a que nuestro
cónsul en Washington se comunique con la cárcel por correo y
reciba la confirmación. Esa operación retarda aún más nuestra
salida. Desde mi punto de vista, no tiene ninguna lógica
subordinar una decisión gubernamental al reglamento particular de
una prisión, pero estas son algunas de las condiciones que nos
imponen para acceder a Fernando.
"Un reglamento del
Buró Federal de Prisiones de Estados Unidos, exige a cualquier
ciudadano que desee visitar a un recluso, llenar un formulario, no
poseer antecedentes penales y tener buena conducta moral, no así de
los familiares, en tanto se les reconoce ese derecho. Sin embargo,
en la penitenciaría de Oxford las cosas no funcionan así.
Cada que vez que Magali y yo vamos a visitarlo, luego de esperar por
las visas, tenemos que solicitar un permiso especial para verlo. Es
verdad que siempre lo han concedido, pero no nos abandona la
incertidumbre de lo que pueda suceder. ¿Por qué? No sabemos a
ciencia cierta.
"Evidentemente están
violando un requisito humano previsto en el Derecho Internacional y
en las Reglas Mínimas para Tratamiento de los Reclusos".
"Se unen a esta cadena
de prohibiciones, dos aspectos importantes: primero, el hecho de que
cada uno de los integrantes de las cinco familias tiene ahora que
viajar solo. A partir de febrero de este año, el gobierno
norteamericano decidió privarnos de la compañía de los
diplomáticos cubanos durante el viaje. En lo que a mi respecta, la
presencia de ellos es imprescindible. No es fácil andar sola en un
país extranjero, cuando no conocemos las costumbres, ni el
idioma.
"Segundo, nuestros
trámites oficiales en la Sección de Intereses de Estados Unidos en
La Habana han quedado totalmente suspendidos. Si antes los
funcionarios de nuestra Cancillería corrían con todo el papeleo, y
las gestiones eran mucho más rápidas; ahora tenemos que acudir
como el resto de las personas a solicitar visas temporales de
turista para visitar a nuestros familiares. Pero mientras cualquier
ciudadano cubano conoce a través de una entrevista con el oficial
de Inmigración si puede viajar a no a Estados Unidos, a nosotros
nos comunican que la aprobación tiene que venir de las altas
instancias del Departamento de Estado y que posteriormente nos
avisarán, sin precisar fecha.
"Fernando lleva seis
años presos y sólo he podido visitarlo en tres ocasiones,
2002, 2003 y 2004, es decir una vez al año. A mi regreso de
la última visita, en marzo de este año, hice los trámites
pertinentes para el próximo viaje. Ya estamos en el mes de octubre
y nadie sabe cuándo van a contestar ni cómo se puedoe conocer algo
al respecto. Son sanciones adicionales contra ellos y sus
familiares".
TENSIONES EN MADISON
"En una reciente
conversación telefónica con Fernando, me decía que ya las
temperaturas habían comenzado a bajar en Madison, la capital del
norteño estado de Wisconsin y lugar en el que se encuentra
enclavada la prisión de Oxford, donde el verano tiene una
permanencia de 3 meses al año. ¿Imaginas las temperaturas cuando
llegue el invierno? Casi siempre las autoridades norteamericanas
confirman mis visitas para esa época del año. Honestamente,
pienso que este tipo de decisión no puede ser obra de la
casualidad, sino más bien acciones premeditadas y a conciencia de
los obstáculos que puede ocasionar.
"En esas
circunstancias uno hecha de menos la valiosa ayuda de nuestros
diplomáticos. Junto a ellos me sentía segura y tenía la
certeza de que frente a las duras condiciones del tiempo se
haría el esfuerzo supremo para garantizar la visita. Muchos de esos
sacrificios no pueden pedírsele a un taxista común y
corriente. Ellos no tienen ninguna motivación o compromiso
sentimental con nosotros."
"También en ocasiones,
si por fortuna logras llegar hasta la prisión, puede ser que
el viaje haya sido en vano y no puedas hacer la visita. Sucede que
cuando la intensa neblina entorpece la visibilidad de los guardias
que custodian el recinto penitenciario, por razones de seguridad las
autoridades del penal suspenden las visitas. Estas son
situaciones que generan estados de ansiedad en los prisioneros y
también en los familiares, porque ninguno de ellos tiene la
completa seguridad de que esa situación no se repita. Estas son
angustias que uno padece, porque aun cuando puedes ir a hacer la
visita, corres el riesgo de no concretarla."
¿Piensas en una favorable
decisión en Atlanta?
"Durante todos estos
años hemos ido aprendiendo algo del sistema jurídico
norteamericano, y confieso que resulta difícil pronosticar cuál
pudiera ser la decisión de la Corte de Atlanta. Los abogados de la
defensa se muestran optimistas y eso de alguna manera
reconforta a todos.
"Las violaciones en
este proceso son evidentes. En un principio pensamos que todo podía
resolverse, pero el jurado no pudo impartir justicia, en esa
decisión les iba prácticamente la vida y optaron por preservarla.
Esto ratifica que Miami nunca debió ser la sede de ese juicio.
"Ahora estamos
esperando que los tres jueces que conforman el panel del XI Circuito
de Apelaciones de Atlanta tomen una decisión. En el caso de que el
poder judicial norteamericano actúe de acuerdo con el derecho,
tendríamos una solución máxima y acorde con la justicia: serían
declarados inocentes".
"Sin embargo, sabemos
que este es un caso político, por eso lo importante ahora es no
bajar la guardia, no se puede pensar que en Atlanta se puede
resolver todo y dejar de luchar por la liberación de estos cinco
hombres. Hay que seguir reclamando justicia para que la
opinión pública internacional y el pueblo norteamericano nos
apoyen en nuestro reclamo de que se actúe con toda la justicia que
el caso requiere."
¿Y si el veredicto es
desfavorable?
"Lo enfrentaremos.
Somos una pareja con una situación particularmente difícil, y que
se ha visto en la necesidad de ir prorrogando planes, sustituyendo y
cambiando otros, según las circunstancias, pero sin dejar de mirar
hacia el futuro. Sin embargo, confieso que para Fernando y para mi
ha sido un buen reconstituyente hacer constantemente una
retrospectiva, recordar los momentos buenos y malos, las etapas
críticas y también las veces que hemos sabido remontar situaciones
adversas.
"Cuando Olga, Adriana,
Elizabeth y yo nos sentamos a hablar sobre el tema, siempre llegamos
a la misma conclusión. Esta es una vida difícil, y nos satisface
haber escogido a estos hombres para vivirla. No existe el más
mínimo arrepentimiento. Me siento orgullosa de compartir mi vida
con un hombre como él, tierno, paciente, comprensivo y
profundamente sensible. Por todas esas cosas se hace difícil vivir
la vida sin él a mi lado. Pero seguiré en la pelea para que este
tiempo de separación sea lo más breve posible, siempre
fertilizando el amor, para disfrutarlo a plenitud a su
regreso."
Tomado de Trabajadores
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