Las cualidades profesionales de Antonio
Guerrero, antiterrorista prisionero injustamente en los
Estados Unidos, fueron destacadas en la ciudad de Santiago
de Cuba, en el ámbito del Día del Ingeniero Cubano.
Profesores de la Universidad de Oriente,
colegas, amigos y familiares fueron convocados por la Unión
Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción de
Cuba (UNAICC), para recordar su presencia en las aulas y
como inversionista en el aeropuerto Antonio Maceo, dijo la
AIN.
Fue arduo su trabajo en la remodelación de
la terminal aérea y la ampliación de la pista, esta última
de gran complejidad por las características del terreno y
tomada como ejemplo de modelo constructivo.
Irma Puente, abuela materna de Tonito -hijo
de Antonio Guerrero-, dijo que a pesar de llegar a la casa
extenuado y cubierto de polvo, complacía al pequeño, al
jugar un rato a la pelota en la explanada cercana.
Domingo Antonio González, entonces jefe de
aseguramiento del aeropuerto, encomió de él su nobleza, el
respeto con que trataba a todos en la obra y su preocupación
para que todo marchara bien.
A su hija Hilda, profesora de la Facultad de
Construcciones y también vecina, Tony le comentó el interés
de escribir sus conocimientos sobre Ingeniería en
Construcción de Aeródromos, y ella lo propuso ante la
necesidad de un docente en la asignatura Aeropuerto.
A la terminal aérea fue en su búsqueda la
profesora Tamara Wanton y tuvo de él la disposición de
elaborar un folleto que sirviera de bibliografía e impartir
clases, primero en el curso por encuentros y luego al
diurno, aunque a este último en la noche para no afectar su
trabajo.
En las obras hacen falta hoy profesionales
de la talla de Tony, consagrado y defensor de lo bien hecho,
expresó como cierre del encuentro el ingeniero civil Jorge
Gómez.