6 de febrero de 2005
Amor, poesía, liberación
Ángel Augier • La Habana
Hay
una vía natural, directa, entre el sentimiento del amor y su
expresión poética que es la más apropiada para manifestarlo, para
proclamarlo a plena voz ante el mundo, como el maravilloso suceso
que es en el ser humano. Suceso único y singular, aunque sea
semejante en todos los casos.
En este sugestivo poemario de Antonio
Guerrero Rodríguez alienta algo de más capital trascendencia.
También está vibrando en cada poema, en cada verso, el anhelo de
liberación, mediante el amor a la poesía, de quien sufre una
injusta prisión en circunstancias anómalas y con evidente y sañuda
arbitrariedad judicial. La misma que padecen también sus compañeros,
los otros cuatro héroes cubanos, en otras tantas cárceles
norteamericanas, cuya justa liberación es reclamada en todo el
mundo.
En sus Poemas confidenciales, que Antonio Guerrero Rodríguez
consagra a Pablo Neruda en su centenario —sin que tengan sus
versos rasgos nerudianos—, todos los poemas, numerados hasta el
XXXII, mantienen la uniformidad de catorce versos. Hay, pues, una
expresa intención de aproximarse al soneto, pero cultivado con máxima
flexibilidad, no exenta de asonancias. Pero no falta el soneto en
sus escasas variantes. El endecasílabo se le entrega en toda su
grata y gallarda resonancia, sin que esta resulte monótona ni
falten justificadas quiebras.
El cálido fervor lírico, la
angustia teñida de ternura que todo amor inspira, el ansia de
encontrar en la amada el consuelo y la esperanza que el alma
necesita, se repite en su generosa y seductora variedad, para formar
un canto único hecho de muchos y diversos capítulos.
En Antonio Guerrero Rodríguez, como
en sus otros cuatro compañeros, lo heroico, como máximo distintivo
humano, está en la base de su ser. No hay dudas de que los Cinco,
formados en el culto del patriotismo y de la dignidad humana, frutos
del esfuerzo de la Revolución, han mantenido y enriquecido esa
condición heroica, y se han erigido en ejemplos inspiradores para
todo el mundo.
El compañero Tony se ha revelado no
sólo como poeta, sino también como artista plástico —otra forma
de hacer poesía, otra forma de liberación. Cese la ignominia de
mantener en aislamiento indebido a quienes merecen y tienen el cariño
y respeto de sus compatriotas y de millones de seres en el universo.
Que estos cálidos versos de amor de
Antonio Guerrero Rodríguez sean un motivo más para comprender que
es una injusticia su encarcelamiento, y que ya es hora de que se
devuelvan a su patria, a la libertad, a los cinco héroes cuyo cruel
apresamiento en los Estados Unidos es un baldón imperdonable para
la administración de justicia de ese país.
En tanto, que el amor continúe
floreciendo en el corazón y en el verso de Antonio Guerrero como el
más puro y esplendoroso emblema de su calidad humana y de su
irrevocable vocación de libertad.
Prólogo al libro Poemas
confidenciales, de Antonio Guerrero
publicado por la Editorial Letras Cubanas, 2004.
Tomado del sitio web Antiterroristas
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