El referendo se produce en un momento en el que los partidarios
de los Hermanos Musulmanes han estado protestando en todo el país
desde que el gobierno interino calificó al grupo en diciembre como
una organización terrorista.
Tras las primeras revueltas, helicópteros del Ejército y la
Policía comenzaron a sobrevolar a baja altura esta capital, donde
fue desplegado parte del contingente de más de 160 mil efectivos
movilizado para custodiar los centros de votación.
Mientras, los opositores a la nueva Constitución dicen que no
tiene validez porque ha sido elaborada por el gobierno, respaldado
por los militares que tomaron el poder después de que Mohammed Morsi
fue derrocado en julio pasado.
De adoptarse la nueva Carta Magna, suplantará la que fue
ratificada durante el mandato de Morsi hace un año. En diciembre del
2012, fue aprobada la constitución anterior en un referendo votado
por el 64 %, pero en el que solo participó el 33 % del electorado.
Según un artículo publicado por el sitio digital de la BBC, los
críticos aseguran que el influyente grupo islamista que redactó la
Constitución en diciembre del 2012 no representaba a la sociedad
egipcia. Los grupos liberales y seculares han dicho que fallaba en
proteger las libertades buscadas en el levantamiento del 2011 contra
el expresidente Hosni Mubarak. En particular han criticado las
disposiciones relativas a los tribunales militares y los principios
de la Sharia.
Un comité de 50 personas que incluían solo dos representantes de
partidos islamistas estuvo a cargo de la redacción de la Carta Magna
que estipula que el Islam seguirá siendo "la religión del Estado" y
los "principios de la Sharia" se mantienen como "la principal fuente
de legislación".
Durante los dos primeros periodos presidenciales después de que
sea ratificada la Constitución, el Consejo Supremo de las Fuerzas
Arma-das (SCAF), órgano de gobierno de los oficiales de alto rango
en el Ejército, aprobará el nombramiento del ministro de Defensa.
Este artículo, que no tiene equivalente en la Constitución del 2012,
implica que el presidente no podrá decidir libremente sobre la
elección del ministro de Defensa.
Por primera vez, el Parlamento tiene la facultad de remover a un
presidente electo y procesarlo.
Ahora, las fuerzas políticas están divididas sobre si votar a
favor de la nueva constitución, rechazarla, o boicotear todo el
proceso. Entre quienes respaldan la iniciativa se encuentran el
Partido Salfista Nour, así como los partidos Dustour, Wafd y
Egipcios Libres.