Precisamente, ese ha sido el objetivo de la Contraloría General
de la República (CGR), órgano que desde su creación en el 2009
perfecciona sus mecanismos de control y supervisión en aras de
erradicar cualquier manifestación de ilegalidad o indisciplina, y
contribuir al bienestar social.
Sobre el desempeño de esa instancia en sus cuatro años de
trabajo, limitaciones y deficiencias, fueron actualizados los
diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Se trata de prevenir los problemas, no de realizar "autopsias",
refirió la contralora general y vicepresidenta del Consejo de
Estado, Gladys Bejerano Portela. Para ello hemos asimilado nuevos
conceptos y técnicas de trabajo, creado nuevas metodologías y
aplicado formas más modernas y avanzadas de control; respondiendo
siempre a las transformaciones que se producen en el país, acotó.
En ese sentido, los parlamentarios coincidieron en que la función
más importante del sistema nacional de auditoría es la preservación
del proceso revolucionario.
Leonardo Acuña, representante del pueblo por el municipio de
Vertientes, señaló que los dirigentes de las entidades, además de
predicar con el ejemplo, no deben tener miedo a "buscarse problemas"
y enfrentar cualquier indicio de ilegalidad que entorpezca el
funcionamiento de su empresa, y por ende, el de la sociedad.
La corrupción e indisciplina en las empresas —coincidió lrma
Shelton, diputada por San Miguel del Padrón (La Habana)—, solo puede
abrir espacio a los enemigos de la Revolución. Cada cual debe asumir
su responsabilidad individual, e integrarla al resto de las que
posee como ser social.
No piense nadie que los que toman recursos del pueblo son
favorables a nuestro sistema —enfatizó la Contralora General— porque
no existe algo más dañino para el pueblo que ver a personas
inescrupulosas llevar una vida de lujo sin ser fruto de su labor.
En su informe a los parlamentarios, Bejerano Portela refirió que
una de las direcciones de trabajo de la CGR en estos años ha sido
perfeccionar su ambiente de control sobre un marco legal propicio
para alcanzar una mayor eficacia.
A ello han contribuido, entre otros documentos, el Reglamento
orgánico de la CGR, sus directivas de control anual (aprobadas por
acuerdo del Consejo de Estado), las Normas del Sistema de Control
Interno, y el Compromiso Ético de sus trabajadores.
Añadió que en las acciones de control (auditorías financieras y
comprobaciones especiales) al presupuesto del Estado, se ha
incorporado con mayor intencionalidad la evaluación de elementos de
gestión, de modo que no solo se vean los gastos, sino la calidad y
la eficiencia.
Al referirse al control interno, explicó que anunciar con
antelación ese hecho a las entidades promueve en el auditado y en
los trabajadores de la CGR la necesidad de estudiar los documentos
que rigen la actividad de control.
No somos un órgano represivo, refirió. Debemos educar a la
Administración y a to-dos los sistemas en que el control es parte de
la dirección del país. Actualmente trabajamos en que al menos cada
18 meses, todas las entidades sean objetivo de una auditoría.
La Contralora General también informó que para el próximo año los
organismos que rindan cuentas ante el Parlamento serán sometidos,
antes, a un Control General Integral cuyos resultados serán
expuestos a las diferentes Comisiones.
Como parte del debate, los parlamentarios indicaron la necesidad
de vencer la falta de espíritu autocrítico de los cuadros y de
reconocer en los señalamientos una oportunidad para mejorar el
funcionamiento de las instituciones.
Tamara Valido, diputada por el municipio de Güines, manifestó que
entre las fortalezas del sistema nacional de auditoría figura la
confianza que tiene el pueblo sobre él y el Estado, lo cual ha
podido constatar en las asambleas de rendición de cuentas donde los
planteamientos se relacionan, cada vez más, con la denuncia de
violaciones administrativas o indisciplinas.
No nos sentimos satisfechos, concluyó la Contralora General.
Sabemos que aún persisten deficiencias y que es insuficiente el
impacto de nuestra labor. El asunto es complejo, pero juntos podemos
lograr el ambiente de disciplina, orden y exigencia que se requiere.