Unos
científicos estadounidenses han descubierto los mecanismos básicos
que permiten al VIH suprimir el sistema inmunológico del cuerpo y
causar el sida, lo que podría derivar en nuevos métodos de
tratamiento e investigaciones para encontrar una cura para la
enfermedad que afecta a 35 millones de personas en el mundo, destaca
Reuters.
En lugar de matar activamente las células del
sistema inmunológico conocidas como CD4 T, gran parte del daño
causado por el VIH ocurre cuando el virus intenta invadir esas
células y no lo logra, generando una respuesta inmunológica innata
que produce la autodestrucción de las mismas, un tipo feroz de
suicidio celular conocido como piroptosis.
Los hallazgos, publicados en simultáneo en las
revistas científicas Science y Nature, sugieren también que un
fármaco antiinflamatorio experimental desarrollado por Vertex
Pharmaceuticals y que ya fue probado en personas con epilepsia
podría ser reutilizado como posible nuevo tratamiento para el SIDA.
"Nuestros artículos atienden el problema fundamental
que causa el SIDA, y que es la pérdida de las células CD4 T", dijo
el doctor Warner Greene, de Gladstone Institutes, una entidad de
investigación biomédica sin ánimo de lucro de San Francisco, cuyo
laboratorio hizo las indagaciones en ambos artículos.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto
Nacional de Alergias, dijo que los artículos ofrecían una solución
"elegante" a una cuestión que ha sido esquiva para los científicos
desde que el virus se identificó por primera vez en 1983.
Greene dijo que durante años los científicos
pensaron que el VIH mataba las células del sistema inmunológico al
infectarlas directamente, secuestrando su maquinaria de ADN y
convirtiéndolas en fábricas productoras del virus.
Sin embargo, esto solamente sucede en una pequeña
porción de células CD4 T. En una serie de experimentos con tejidos
humanos de bazos, amígdalas y ganglios linfáticos de pacientes con
VIH, los científicos de Gladstone descubrieron que el daño real de
la infección del virus sucede en las denominadas "células
espectadoras", el tipo más común de las CD4 T.
Estas células se encuentran en estado de reposo, por
lo que cuando el virus ataca, no puede secuestrarlas, y aborta el
intento.
Pero el daño ya está hecho. Estas células
inmunológicas infectadas liberan una proteína que activa una enzima
llamada caspase-1, que provoca el suicidio celular.
"La célula se suicida en un vano intento por
proteger al huésped", indicó Greene. "El proceso abortivo hace una
petición de ayuda a nuevas células CD4, que luego son víctimas de
esta muerte feroz", agregó.
En el artículo publicado en Science, el equipo de
Gladstone identificó un mecanismo que detecta las células dañadas y
genera este tipo de muerte celular.
"Esta idea de que la reducción de CD4 es más un
suicidio celular que un asesinato del virus es un concepto nuevo e
importante", remarcó Greene.
En el artículo publicado en Nature, el equipo
exploró las implicaciones de impedir este suicidio celular mediante
experimentos con fármacos antiinflamatorios que bloquean la enzima
caspase-1, incluyendo el medicamento de Vertex, VX-765.
Lo que descubrieron en un ensayo médico de seis
semanas con personas es que el fármaco era seguro y bien tolerado.
"Nos gustaría ver si el fármaco podría ser
reutilizado para impedir la inflamación en la pérdida de células CD4
T en la infección con VIH", sostuvo Greene.
Gladstone se encuentra en negociaciones con Vertex
para obtener acceso al fármaco para realizar pruebas clínicas como
un potencial nuevo tratamiento para la infección del VIH.